Capítulo 28

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(Kim Hyun Joong)

Cuando creí que las cosas no podían empeorar, una guerra comenzó a desatarse frente a mis ojos…

Camila y yo habíamos dejado de fingir ser marido y mujer, de alguna manera nos convertimos en una especie de amantes que no podía vivir uno sin el otro, no había noche en que no tuviéramos sexo, me había vuelto adicto a sus labios y su cuerpo se había convertido en mi más grande obsesión… pero eso era lo que ahora me estaba destrozando…

A mi parecer comencé a lucir lamentable, mirarme en el espejo y ver en la persona que me había convertido fue una muy grande decepción, nunca imagine que algo como esto me pasaría cuando tan solo en mis planes lo único que esperaba era cumplir con el contrato y seguir con mi vida como si nada de esto hubiera pasado.

Había sido tan feliz estos últimos días aún sabiendo que ella no sentía nada por mí, que tan solo había sido un suplente o que simplemente no significaba nada para ella… No podía hacer nada al respecto, esto era casi imposible de que pasara y aunque las cosas sucedieron, me di cuenta que estaba perdidamente enamorado de esa mujer.

Desperté temprano por la mañana y, como siempre, fue a ella a quien busque en mi cama, pero no estaba ahí, hace unos días ella se había ido sin darme ninguna razón y sin darme ninguna explicación, pero no perdía la esperanza de que ella algún día volvería de nuevo a mi lado.

Últimamente casi no dormía, incluso menos desde que la empresa había tenido problemas, me estresaba con rapidez y parecía que había entrado en un estado de depresión del que nada ni nadie podría sacarme.

Tome mi teléfono e intente llamar a Camila, me sentía verdaderamente frustrado y decidí dejar de insistir cuando no respondió, no quería de nuevo caer en la cama inconsciente por el alcohol, ni siquiera el trabajo había logrado ser un medio de distracción, lo único que quería era al menos solo escuchar su voz y saber si ella se encontraba bien pero al parecer eso no sucedería.

Me deje caer en la cama cubriendo mi rostro, no sabía en qué más pensar en ese momento.

Escuche un ruido que venía de abajo y me apresure en bajar creyendo que posiblemente seria Camila, pero apenas vi de quien se trataba y me quedé casi inmóvil frente a ella.

- Hola, mi amor –la mire acercarse a mí con una grande sonrisa en su rostro después de dejar unas bolsas sobre la mesa-

- Eun Mi, ¿qué haces aquí? –dije intentando ocultar mi sorpresa cuando ella me abrazo-

- ¿Acaso lo olvidaste? Hoy es nuestro aniversario y que mejor que compartir el día juntos –beso mi mejilla y se alejó volviendo a tomar las bolsas- Voy a cocinar para nosotros –dijo sonriendo como ella solía hacerlo siempre y llevo las bolsas a la cocina-

Me sentí culpable en cuanto la vi ahí parada frente a mí, era nuestro aniversario y yo ni siquiera lo había recordado por estar pensando en alguien más, era inevitable sentir que la había traicionado y sabía que era así.

Le ayude con las bolsas y las lleve a la cocina donde ella estaba. No pude evitar mirarla mientras comenzaba a picar algunas verduras que antes me había había lavado.

Aún después de que los chicos me dijeran que ella podría ser quién le estaba causando tanto daño a mi empresa, no podía creerlo, Eun Mi no era del tipo de mujeres que actuaban por despecho, yo mejor que nadie la conocía perfectamente…

Podría ser una decepción muy grande si ella llegara a tener algo que ver, aunque no sería una decepción tan grande como la que yo le había causado a ella siéndole infiel…

Ella no era culpable, aquí el único culpable había sido yo al lastimarla de la forma en la que lo estaba haciendo… Ya no podía seguir con ese sentimiento de culpa que me daba de solo verla y sentirla tan cerca de mí.

Contrato Prohibido (reescribiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora