SEGUNDO DIARIO

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6 de Abril
Es algo maravilloso empezar una nueva vida y un nuevo Diario. Es primavera. Estoy en casa de nuevo, con mi familia. Los abuelos vendrán para otra reunión con la hija pródiga. Tim y Alex son los de siempre y nada podía ser mejor. No recuerdo quién escribió aquello de «Dios está en su cielo y en el mundo todo marcha bien», pero es exactamente lo que yo siento.
Quien haya necesitado desesperadamente volver a su hogar sabe la impresión tremenda que se siente al acostarse en su propia casa. Mi almohada. Mi colchón. Mi viejo espejo de mango de plata. Todo parece tan permanente, tan añejo y nuevo a la vez. Pero me pregunto si volveré a sentirme algún día nueva, otra vez. ¿No pasaré el resto de mi vida sintiéndome como una enfermedad errante?
Cuando ejerza de psicóloga trataré de convencer a los muchachos de que meterse en drogas es, sencillamente, caer en una pocilga. Claro que es fantástico hacer un «viaje», nunca seré capaz de negarlo. Es excitante, y multicolor y peligroso, pero no vale lo que cuesta. Sencillamente, no lo vale. Cada día tendré miedo de despertarme para yerme convertida en lo que no quiero ser. Tendré que combatirlo cada día de mi vida, y espero que Dios me ayude. Espero no haber destruido la existencia de los míos volviendo a casa. Espero que Tim y Alex no estarían mejor sin mi presencia.

7 de Abril
Hoy, Timy yo hemos dado un largo paseo por el parque. Le hablé honradamente sobre las drogas, después de todo, tiene trece años y conoce muchachos del liceo que fuman «hierba». Por supuesto, no le conté detalles particulares sobre mi pasado, pero discutimos de cosas importantes en la vida, tales como la religión, Dios, nuestros padres, el futuro, la guerra y todas esas cosas de que hablan los muchachos cuando están drogados. Fue distinto comentándolas con Tim; fue hermoso. Tim tiene un concepto de la vida claro, decente y honorable. Me alegra que sea mi hermano. Estoy orgullosa de que sea mi hermano. Me satisface que me vean a su lado. Estoy segura de que para él resulta embarazoso, pues todo el mundo sabe que fui una ruina y me escapé de casa. ¡Cómo he enredado mi vida! Tim y yo nos entendemos, y dice que puede servir de puente entre papá y mamá y yo misma. Es muy tolerante y trata de ver las cosas desde el punto de vista de los padres. Verdaderamente, es una persona muy especial. Me pregunto hasta qué punto no seré yo responsable de su madurez. Sé que debe de haber reflexionado mucho mientras yo anduve perdida por ahí y mamá y papá enloquecían de preocupación, miedo y angustia. ¡Ah, diablos, qué idiota he sido!

8 de Abril
Hoy llegaron los abuelos. Fuimos a recibirlos al aeropuerto y lloré a mares. Han envejecido mucho y sé que, en gran parte, por culpa mía. El abuelo tiene el pelo totalmente gris, y el rostro de la abuela está surcado de profundas arrugas que no estaban la última vez que la vi. ¡Cuántos estragos he causado en un mes! Ya en el coche, camino de casa, el abuelo me rascó la espalda como solía hacerlo siendo yo niña, y me murmuró al oído que debía olvidarme de mí misma. Es un hombre estupendo y trataré de seguir su consejo, aun sabiendo que no será fácil. Debo intentar que, de nuevo, estén orgullosos de mí.

Más tarde
No podía dormir y me levanté de la cama para dar una vuelta en torno a la casa. La gata de Alex acababa de parir un montón de gatitos y me senté en el portal para observarlos. ¡Fue una revelación! ¡Sin drogas! Sin nada más que unos gatitos cuya piel es el compendio de todas las suavidades del mundo. Tan suave que cerrando los ojos ni siquiera estaba segura de tocarla. Tomé el más pequeño en mis manos, el gatito llamado Felicidad, y lo acerqué a mi oreja; noté el calor de su menudo cuerpo y escuché su increíble ronroneo. Luego trató de arrullarme la oreja y lo que sentí fue tan grande que pensé que iba a abrirme de par en par. Fue mejor que un «viaje», mil veces, un millón, un trillón de veces mejor. Estas son cosas auténticas. La suavidad no era ninguna alucinación; los rumores de la noche, los coches silbando veloces, los grillos... Y allí estaba yo, de verdad, lo escuchaba y lo oía, lo veía y lo sentía y así quiero sentir siempre la vida. Y así será.

9 de Abril
Hoy retorné al colegio e inmediatamente fui convocada al despacho del director. Me dijo que tenía informes sobre mi comportamiento, que yo era un ejemplo lamentable de muchacha norteamericana. Añadió, seguidamente, que soy egoísta, indisciplinada, inmadura y que no me toleraría ninguna de estas actitudes. Luego me facturó a clase como se arroja un desperdicio al cubo de la basura. ¡Qué bruto!
Si alguna vez dudé entre estudiar psicología, orientación de jóvenes u otra cosa, debo decir ahora que ya no dudo. Los muchachos necesitan comprensión, ser escuchados, ser atendidos como individuos. ¡Me necesitan! La generación siguiente me necesita. Y ese pobre hombre, estúpido e idiota, que probablemente ha echado a centenares de muchachos del liceo, me ha retado; puede que todavía ahuyente a otros muchachos, pero no a mi. Esta noche estudié cuatro horas y voy a echar mis estúpidos sesos hasta aprenderlo todo. Aunque me lleve siete, ocho horas cada noche. Hasta la próxima.

10 de Abril
Ahora que tengo un objetivo me siento mucho más sólida. De hecho, cada día me encuentro más fuerte. Tal vez incluso podría resistir las drogas, en vez de contenerme como hice antes.

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