VII

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27 de Junio
No me he despertado hasta las once y media y me siento tan maravillosamente bien que podría estallar. Los pájaros pían tras mi ventana. Es verano, querido amigo, y estoy viva. Estoy bien, y feliz, y en mi cama. ¡Hurra! Creo que voy a tomar cursos en la escuela de verano de la universidad. Será divertido, ¿no?

1 de Julio
Primer día del mes de julio. Desearía que Joel estuviera aquí para ver juntos el encanto que tienen todas las cosas. Me escribe cartas llenas de añoranza. Su madre parece buena y dulce, pero no debe de ser precisamente una intelectual, y él quisiera poder hablar con gente como mi madre y mi padre, cuya conversación resulta más animada. He tenido que prometerle que me voy a divertir y a disfrutar por los dos. Mi maestro ha interpretado para mí un concierto increíblemente difícil, pero lo aprenderé. Quiero que Joel esté orgulloso de mis aptitudes musicales, y también de todas las demás.
P.D. Tim y yo dimos ayer un largo paseo por el parque, donde encontramos a Marcie. Ni ella ni Jan, a quien vimos en el drugstore, nos prestaron la menor atención. ¡Magnífico! Como acabó el curso, supongo que me dejarán en paz. Por fin seré libre. ¿No es maravilloso? Me siento tan feliz que podría morirme.

3 de Julio
Hoy ha sido otro día hermoso, aunque papá recibió las fotos de la tumba de la abuela con la lápida que finalmente fue colocada sobre la misma. Una hermosa lápida, pero no dejo de pensar en lo corrompido que estará su cuerpo a estas horas y el estado de descomposición en que se hallará el del abuelo. Voy a ver si un día consulto en la biblioteca algún libro sobre embalsamamiento, para saber exactamente qué ocurre. ¿Pensarán en esas cosas papá, mamá y Tim, o sólo se me ocurren a mí? ¿Tendré una mente morbosa a causa de mis pasadas experiencias? No debe de ser así, pues Joel dice haberse preguntado lo mismo cuando murió su padre, y sólo tenía siete años.

7 de Julio
La señora Larsen se fracturó una pierna en un accidente de automóvil, y todos los días voy a limpiarle la casa, a preparar la comida para el señor Larsen y a cuidar al bebé hasta que llega su abuela, buena práctica para el futuro. La pequeña Lu Ann es preciosa y voy a quererla mucho. Ahora debo irme para mi nuevo empleo. Espero que el señor Larsen no coma siempre en el hospital, pues quiero practicar como cocinera.
hasta pronto.

(¿)
Mi querido Diario: Cuánto agradezco que mamá haya podido traerte encerrado en tu caja. Me turbé tremendamente cuando la enfermera me hizo abrir el cofre donde yo te guardaba con lápices y plumas de repuesto. Supongo que lo hicieron, sencillamente, para cerciorarse 1 de: que no contenía drogas. Ni siquiera me noto a mí misma. Debo de ser. otra persona. Todavía no puedo creer que me haya ocurrido todo esto. La ventana tiene enrejado de alambre duro y supongo que es preferible a la reja de hierro, pero esto no impide que yo me sienta en una especie de cárcel-hospital.
He intentado atar cabos pero no lo consigo. Las enfermeras y los médicos aseguran una y otra vez que me pondré mejor, pero aún estoy desquiciada. No puedo cerrar los ojos porque los gusanos siguen arrastrándose por mi cuerpo. Me devoran. Penetran en mi nariz y roen mi boca... ¡oh, Dios mío!, debo meterte otra vez en el cofre porque las alimañas salen de mis ensangrentadas manos y saltan sobre tus páginas. Te encerraré con llave. Estarás más seguro.
Hoy me encuentro mejor. Me cambiaron los vendajes de las manos y no es extraño que me duelan tanto. Las yemas de los dedos han sido desgarradas; dos uñas fueron arrancadas de raíz y las restantes hasta la mitad. Escribir es doloroso, pero si no escribo perderé la razón. Quisiera escribir a Joel, ¿qué decirle? Además, nadie podría leer estos garabatos, pues tengo ambas manos vendadas y abultan como si llevara guantes de boxeo. Sigo asediada por los gusanos, pero empiezo a poder convivir con ellos, o a lo mejor estoy muerta de verdad y realizan experimentos con mi alma.

(¿)
Estos asquerosos bichos han empezado por devorar mis órganos genitales. Casi se han comido toda mi vagina y mis pechos y ahora están afanados con mi boca y mi garganta. Quisiera que médicos y enfermeras dejaran morir mi alma, pero siguen haciendo experimentos con ella, tratan de unir cuerpo y espíritu.

(¿)
Hoy me desperté sintiéndome racional y sólida. La conmoción cerebral debe de haber pasado ya. La enfermera dice que llevo diez días aquí y al releer lo que he escrito creo haber estado muerta.

(?)
Hoy me han aplicado rayos UVA en las manos para estimular la cicatrización. Todavía no me han dado un espejo, pero noto que mi rostro debe de estar igualmente desgarrado, como mis rodillas, pies y codos. Casi todo mi cuerpo está magullado, tumefacto y encogido. No sé si mis manos volverán a tener aspecto de manos alguna vez. Las yemas de los dedos parecen salchichas hervidas viéndolas bajo la lámpara de rayos UVA. Para aliviar el dolor, me han dado un vaporizador que contiene calmante. Ya no las tengo vendadas, pero casi preferiría que lo estuvieran, pues debo vigilar que no se llenen de gusanos.

(¿)
Hoy entró una mosca en mi cuarto y no pude reprimir los chillidos.. Tuve un miedo feroz que depositara más larvas en mi rostro, manos y cuerpo. Se necesitaron dos enfermeras para matarla. No debo dejar que las moscas lleguen a mí. Quizá será mejor que no me duerma.

(¿)
Acabo de levantarme de la cama para acercarme a un espejo. Tengo varillas en cuatro dedos de los pies porque deben de estar fracturados. Apenas me reconozco ante el espejo. Tengo la cara hinchada y tumefacta, negra y morada, llena de rasguños. Mi pelo ha sido arrancado a puñados y veo zonas del cráneo totalmente calvas. Acaso no he sido yo la que he visto ante el espejo.

(¿)
Al levantarme me fracturé de nuevo dos de los cuatro dedos y ahora tengo los pies escayolados. Mis padres vienen a yerme todos los días, pero la visita es breve. No hay mucho de qué hablar mientras mi cerebro no funcione de nuevo.

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