Especial Halloween

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Esa era la noche que más odiaba Stiles de todo el año, las calles llenas de adornos, niños disfrazados pidiendo dulces y historias terroríficas que nunca lo dejaban dormir. Nunca le había gustado, así que siempre se quedaba en casa con su madre jugando a juegos de mesa o viendo alguna película de comedia y luego, ella le leía muchas historias de un libro de color morado que hacía tiempo se había perdido, como si fuera un viejo recuerdo que nunca se pudiera olvidar, pero desde que murió, siempre le tocaba quedarse solo en casa. Su padre solía salir a casa de algún amigo para tomar unas cervezas y hablar del trabajo y de algunos casos que realmente eran aterradores.

Aunque Stiles nunca hubiera sido un chico asustadizo, esa noche podía con él, con sus terrores internos, siempre se hacía paranoias sobre algún tema u otro.

Esa noche Stiles decidió quedarse en su cuarto y leer algún libro de aventuras, y sólo bajar al piso de abajo cuando algun niño llamara al timbre. Ese momento llegó y el muchacho apartó la mirada del libro por un instante, cogió aire y lo soltó lentamente mientras se levantaba de su cama. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de su cuarto, olló como otra se abría en el piso de abajo. Era la puerta principal. No había oído las llaves así que su padre no podía ser, pero recordaba perfectamente que la había cerrado bien antes de subir a su habitación. El chico quedó paralizado unos segundos.

Al final decidió no bajar, cerró su puerta y le puso una silla a delante para que no se abriese, también se aseguró de que las ventanas estuvieran bien cerradas para que nadie pudiera entrar, aunque estuviera en un segundo piso.
Un ruido procedente de la planta baja se oyó, parecía la cocina. El chico estaba aterrado, sus manos estaban bien aferrada al bate de béisbol que anteriormente estaba apollado contra la pared. Reunió todo el valor que pudo para gritar.

-¿Hay alguien ahí?

Nadie respondió, pero un nuevo ruido se oyó en la planta baja, ahora provenía del salón.

El chico apretó con fuerza su bate y apartó la silla que había delante de la puerta. La abrió haciendo el menor ruido posible y pasó a través de ella. Ahora estaba en el pasillo, parecía más oscuro que nunca y mucho más largo. No encendió la luz, no quería que quien fuera que estuviera abajo supiera que había salido de su habitación.

Llegó a las escaleras, no había ninguna luz encendida en el piso de abajo y Stiles intentó convencerse de que los ruidos solo habían sido imaginaciones suyas, pero en ese momento un nuevo golpe surgió del salón. No se oían pisadas, solo ruidos. El chico bajó poco a poco las escaleras sin hacer ruido y se escondió detrás de la puerta que daba al salón pegando su cuerpo a la pared como cuando jugaba a policías con su padre cuando era crío. Miró a través de la pequeña abertura de la puerta. En un principio no vio a nadie, pero unos segundos después una sombra pasó corriendo por toda la sala. No era un humano, era una sombra grande, parecía ir a cuatro patas, parecía un animal.

El corazón de Stiles latía cada vez más rápido y unas lágrimas empezaron a brotarles de los ojos. "Se fuerte" se repetía por dentro, recordando a su madre cada noche de Halloween. Por un momento la parecía haberla oído de verdad.

El chico abrió la puerta muy despacio y dio unos pasos adelante. Estaba en frente del animal, que se encontraba delante de la mesa donde solían jugar su madre y él. Era una loba de color blanco y gris, el animal miraba al chico con unos ojos inmensos y profundos. Todos los temores de Stiles se le pasaron de inmediato, aún y tener a un depredador en frente de él, sabía que no le haría nada, aunque no entendía del todo porque suponía eso. Ahora los ojos de Stiles si estallaron en lágrimas, pero no por miedo, sinó por tristeza. Esa mirada, la había visto antes.

La loba se apartó de delante la mesa y dejó al descubierto el libro de cuentos que cada noche leía Claudia al chico.

-Mamá... - susurro Stiles entre lágrimas.

Volvieron a llamar a la puerta, el muchacho se giró hacia ella, pero cuando volvió a volver su cabeza hacia la loba, esta ya se había esfumado en el aire.

Stiles ignoró la llamada y se acercó a la mesa donde había el libro morado. ¿De verdad ese lobo era su madre?

.......

-Stiles abre! - gritó Derek desde el otro lado de la puerta.

Al oír al chico, a Stiles se le marcó una gran sonrisa en la cara, ya no recordaba el miedo de esa noche y fue corriendo a abrir a la persona que lo esperaba afuera.

Un chico de pelo negro y ojos verdes con la sonrisa de lado que tanto le gustaba a Stiles, lo había venido a buscar para combencerle de ir a la gran fiesta de Lydia, pero no lo tenía que convencer de nada, así que ambos chicos se subieron al coche de Derek para irse directos a la fiesta.

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Holaaaaaa personadas!!!!
Primero de todo:  MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO EL MUNDO QUE LEE ESTA HISTORIA. AÚN NO NOS CREEMOS QUE HAYAMOS LLEGADO A LAS 1000 VISUALIZACIONES.

Y segundo: FELIZ HALLOWEEN!! Como os prometimos, aquí teneis el capítulo especial de Halloween, esperamos que os gustes😜😜😜😜

Un cliché más ▪️Sterek▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora