Capítulo 34

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Empecé a sentirme tensa, mi tranquilidad mental se había esfumado por completo. En ese momento sonó el timbre, sabía perfectamente de quién se trataba esta vez así que me levanté y fui hasta la puerta.
Thomas venía con una gran sonrisa en el rostro que al verme desapareció, detrás de él venía Dylan.
—¿Te ocurre algo?—Sonaba tan preocupado que me sentí culpable.
—No, lo siento mucho. Es solo que estoy un poco preocupada
—¿Qué sucede?
—Pasa que al parecer la Zorra de anoche buscará venganza y a ________ le preocupa lo que pueda llegar a hacer.—May sonaba segura, pero sabía que en el fondo también estaba un preocupada y se sentía culpable.

Thomas me llevó hasta el sillón y se sentó conmigo, entrelazo nuestras manos y me habló como cuando intentas calmar a un niño.
—Oye, no dejaré que te haga nada, no dejaré que nadie nunca te haga nada.
—No se trata de hacerme un daño directo Thomas, si no de lo que puede decir, ¿qué sucede si expone lo nuestro?
—Ella no puede exponer nada _______, no sabe lo que somos.

Es verdad, Thomas dijo que May y yo éramos sus amigas.

—Sí, tal vez tengas razón.
—Claro que la tengo preciosa, no dejes que te afecte.

Levanté la cabeza y me sonrojé cuando noté que Sol, Dylan y May nos miraban expectantes como un grupo de chicas viendo una película de amor.
—¿Y a ustedes qué les pasa?
—Es que, se ven tan hermosos juntos-- Dylan se limpiaba los ojos como si estuviera llorando.
—Dylan, eres un idiota.—Thomas trataba de ser serio, pero no podía evitar la risa.

La tensión desapareció y todos comenzamos a reír.
—Bueno, ¿vamos a salir o qué?
—Sí, es verdad. ¿Chicas, están listas? ¿Sol, tú también vienes?
—¿A dónde van?
—Es una sorpresa
—Me encantaría, pero no quiero dejar a Mark solo.
—¿Es tu novio? Pues dile que venga.
—Thomas, Mark no sabe lo nuestro, puede que le de un ataque de nervios, él te admira demasiado.
—Bueno, es el momento perfecto para decírselo ¿no?

Sol fue a buscar a Mark y luego de un pequeño ataque de histeria finalmente se calmó y pudo comportarse como una persona normal.

Salimos del edificio y nos subimos en la camioneta de Dylan, anduvimos hasta llegar a la famosa noria, esa era la sorpresa.

—Definitivamente es mucho más hermosa en persona ¿no chicas?
—Definitivamente—Las tres admirabamos con la boca abierta la belleza de la rueda de la fortuna más famosa del mundo.
—Puedo afirmarles que la vista es mucho mejor desde arriba chicas—Thomas se acercó y tomó mi mano —¿Vamos?

Nos subimos en parejas, Sol y Mark, May y Dylan y por último Thomas y yo.
Una vez arriba comprobé que como la mayoría del tiempo Thomas tenía razón. La vista era maravillosa.
—¿Te gusta?
—Me encanta Thomas, es lo más hermoso que he visto
—¿Más que yo?—Lo miré haciéndole una mueca.—Creo que tendré que decir que sí, lo siento.
—Auch, eso dolió.

Me acerqué para besar sus labios.
—Gracias Thomas, por todo.
—¿Por algo en específico?
—Bueno, por tranquilizarme antes, también por defenderme anoche y sobre todo por llegar a mi vida.
—En ese caso yo debería darte las gracias, todo es mucho mejor contigo ahora.
—¿Lo dices de verdad?
—Por supuesto, contigo he vuelto a ser yo mismo, tenemos paz y tranquilidad juntos.
—¿Qué crees que pasaría si lo descubrieran?
—Bueno, para ser sincero creo que deberíamos despedirnos de este tipo de momentos, tú también, no te dejarían en paz. Y a mi tampoco.
—Eso sería un gran problema al parecer.
—Sí, un poco.

Thomas parecía asustado, después de todo si le importaba el hecho de que la prensa se enterara de lo nuestro.
—La otra vez me ofreciste decirle a todos de lo nuestro, ¿no habías pensado en todo eso en ese entonces?
—La verdad no tanto, pero no me importaba, quería que confiaras en mí y que supieras que no me importaba que todo el mundo lo supiera. Además hasta ese entonces no tenía mucho que perder
—¿A qué te refieres?
—Bueno, esa vez cuando dijeron que tenía un romance con la chica de la serie, ese tipo de cosas le da más publicidad. Y por supuesto los involucrados ganamos más dinero. Siguen diciendo cosas por el estilo, pero como nadie a confirmado ni negado nada, somos un verdadero misterio.
—¿Y si lo hubieras dicho?
—Si hubiese sido así, se hubiera desmentido de inmediato, por lo que la serie tampoco se hubiera visto afectada. Pero si pasara ahora por ejemplo tal vez sí.
—¿Lo dices en serio? ¿Realmente son tan importantes los romances en la televisión?
—De hecho sí, lo siento.
—Tranquilo, no debes sentir nada. Estamos bien así ¿no?
—Por supuesto.

Thomas volvió a besarme y la noria comenzó a moverse volviéndonos a dejar en el piso.

Luego de eso fuimos todos a comer pizza, fue un día maravilloso, hablamos sobre nosotros y reímos. Por la noche volvimos al hotel a dejar a Sol y a Mark y a buscar la maleta de May.

Entramos a la habitación mientras Thomas y Dylan esperaban en el auto.
—No quiero irme.
—Yo tampoco quiero que te vayas.

May y yo no pudimos aguantar las lágrimas, esa era una de las principales razones por las que no me había ido a despedir al aeropuerto, era demasiado difícil.
—Todo es maravilloso aquí ________, es como si estuvieras viviendo un sueño.
—Ni en mis mejores sueños me habría imaginado todo esto May.
—Debí haber ahorrado más dinero para venir contigo.
—Tranquila, nos quedan muchos viajes para el futuro.
—No puedo creer que deba despedirme de Dylan O'brien
—Oh, ya entiendo. La tristeza no era por mi, que zorra eres May.

Ambas reímos.
—No tonta, Chris está esperándome en casa y tenemos una conversación pendiente.
—Espero que todo salga bien
—Esperemos que sea así.
—Nos vemos en un par de meses.

Era cierto, ya llevaba aproximadamente 4 meses aquí, sólo me quedaban 2 de beca.
—Vaya, no había pensado en eso.
—Crees que tú y Thomas continúen cuando regreses?
—Me gustaría pensar que sí.
—¿Quieres que te diga lo que pienso?
—¿Qué?
—Que ese chico te seguiría hasta el fin del mundo.

Sonreí.
—Ya vamos, o perderás tu avión.
Volvimos a abrazarnos y volvimos a la camioneta.

Llegamos al aeropuerto y May se despidió de Thomas y Dylan, luego la acompañe hasta la fila.
—Adiós May, te quiero.
—Te quiero más.

Vi a mi amiga alejarse y no pude aguantar las lágrimas, tener a May conmigo fue como tener un pedacito de casa conmigo. Y ahora se iba otra vez.

Regrese caminando hasta los chicos y Thomas me estrechó entre sus brazos, en ese momento volví a escuchar el sonido de la noche anterior. Me incorporé y miré alrededor, pero no pude distinguir nada.
—¿Qué sucede?
—Nada, ¿podemos ir a casa?
—Claro, vamos.

Por segunda vez en la noche la camioneta de Dylan se estacionó frente al hotel, iba a despedirme de ambos, pero una idea pasó por mi cabeza y no pude evitar hablar en voz alta.
—Thomas, ¿te quedarías conmigo?

Thomas me miró con sorpresa y Dylan me guiñó un ojo a sus espaldas.
—Claro. Amigo,Creo que tendrás que irte solo.
—Por supuesto, no hay ningún problema.

Subimos y nos dirigimos a mi habitación. Me recosté en la cama y Thomas se acomodó a mi lado como si lo hubiera hecho un millón de veces y fuera lo más natural del mundo.
—¿Thomas?
—¿Dime?
—¿Qué pasará después?
—¿A qué te refieres?
—Mi beca termina en dos meses. Tendré que volver luego.

Thomas guardó silencio y me sentí incómoda. Justo cuando iba a volver a hablar el me interrumpió.
—Creo que lo sabremos cuando suceda.

En el fondo de mi corazón esperaba una respuesta mucho más reconfortante que esa, pero sabía que no podía pedir más. May tenía razón, esto era como un sueño, y lo único que debía hacer era disfrutarlo mientras sucedía.

Me voltee de manera que pudiera ver a Thomas a los ojos.
Al tenerlo tan cerca no pude evitar besarlo, él me recibió el beso y me acercó aún más a su cuerpo.

Un calor comenzó a invadirme el cuerpo. Una parte de mi me decía que me detuviera, que podía ser un error, pero por otro lado cada célula de mi cuerpo me pedía continuar.

Me quité la chaqueta que aún llevaba puesta y me quedé con la blusa. Thomas me miraba expectante como si esperara que yo le diera permiso para hacer algo.

Volví a besarlo.
—_______
—¿Qué?
—¿Qué significa esto?
—¿Qué quieres que signifique?
—Por favor, no juegues conmigo.
—No lo haré.

Thomas me aferró a él y me besó con pasión, no estaba segura si me había besado así en otro momento.
Le quité la polera que traía dejando a la vista su hermoso abdomen.
Él no se quedó atrás y se acercó para quitarme la blusa, en cuestión de segundos ambos yaciamos en ropa interior sobre la cama.

Después de un poco más ninguna tela se interponía entre nosotros.
—¿Estás segura?
—¿Crees que habría llegado hasta este punto si no lo estuviera?

Thomas sonrió y por milésima vez me convencí de que nunca había visto una sonrisa tan hermosa.

Se posicionó sobre mi y ya pueden imaginarse qué pasó luego.

"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora