Capítulo 12

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A la mañana siguiente desperté igual de cansada como si hubiera corrido una maratón, me había quedado hasta muy tarde dando vueltas en la cama pensando en todo lo que estaba pasando en mi vida en ese preciso momento.

Me levanté y me preparé un café. Me metí a la ducha y deje que el agua cayera por mi cuerpo esperando que pudiera aclararme las ideas.

Salí y me vestí. Estaba cepillándome el cabello cuando escuché el timbre de la puerta. Abrí y ahí estaba sol, se había planchado el cabello y se había maquillado,
—Wow,pero que tenemos aquí.
—No es nada, solo me dieron ganas de arreglarme un poquito hoy.
—Te ves hermosa Sol, en serio. Es más, no saldré contigo o mi autoestima llegará al piso en cualquier momento. — No seas tonta, tú eres hermosa siempre.

Sonreí.

—Ya casi estoy, déjame ir por una chaqueta y nos vamos.
—No te preocupes, aún es temprano, quería hablar contigo sobre algo.
—¿Ocurre algo malo?
—Hable con Mark ayer por la tarde....
—Oh, vaya ¿Cómo resultó eso?
—No tan bien, creo que herí sus sentimientos.
—¿Por qué lo dices?
—Cuando nos juntamos estaba muy feliz, luego cuando le dije todo ni siquiera levantó la vista para verme. Solo asintió y se fue.
—Lo lamento Sol, debes sentirte muy mal.
—No creo que me sienta peor que él la verdad.
—¿Te gustaría que hablara con él?
—¿Lo harías?
—Claro, vive aquí al lado, puedo pasar hoy en la noche después de..
—¿Después de?
—Después de cenar.
—¿Qué se te apetece? Podríamos comer juntas.

MIERDA.

—De hecho... voy a salir
—¿Tienes una Cita pequeña _______? Vaya, ¿de qué me perdí? Te invitó alguno de los chicos de la clase?
—No.. de hecho voy a salir con..
—OH POR DIOS. NOO
—Sol no hagas un escándalo.
—Entonces ¿sí es él?
—Sol, ¡Basta!
—JESÚSSSSS!
—Juro que si vuelves a gritar no volveré a contarte nada en la vida.
—Okey, mantendré la calma, lo prometo, pero debes contarme todo cuando llegues.
—Debo hablar con Mark cuando llegue, lo recuerdas?
—Oh mierda, verdad.
—Mañana estaré aquí antes de que despiertes para interrogarte.
—Creo que no debería haber abierto la puerta.
—Esto es muy impresionante _______. Tienes mucha suerte
—¿Suerte?
—Nono, es un decir es que es...
—¿Nos vamos Sol?
—Sí, por supuesto.

De camino a la Universidad Sol no paraba de parlotear acerca de Thomas, la verdad es que ya comenzaba a agotarme. Antes de llegar a la puerta del campus la tome del brazo y le tape la boca con una mano.
—Escúchame Sol, nadie puede saber sobre esto, así que necesito que no lo menciones cuando estemos dentro. Tú misma lo dijiste esto es demasiado irreal y si no nos hubieran pasado todas estas cosas juntas tú tampoco lo creerías.

Sol asintió y destapé su boca.

—De acuerdo, ni una palabra más.

La miré fijamente esperando que volviera a hablar sobre el tema, pero no lo hizo, supuse que había entendido la importancia de mantenerlo en secreto. Entramos a Clases y antes de que pudiera seguir a Sol hasta el asiento de atrás Mike me tomó del brazo y me sentó a su lado.
—Hola _______
—Auch, Hola Mike.
—Lo siento, ¿te lastime?
—No, no es nada, debo ir con Sol. No puedo dejarla Sola.
—Pero si Sol no está sola. Me voltee y vi que Danny se había sentado a su lado. —De acuerdo, pero te advierto que para la próxima debes preguntarme antes si quiero sentarme contigo.
—Comprendido.

La clase pasó lentamente, por unos segundo me embargó un sueño muy fuerte, creo que era consecuencia de la noche anterior, sin embargo luché por no quedarme dormida. Al terminar me levanté y me despedí de Mike, esperé a Sol en la puerta y le pedí que me acompañara a comprar un café.

—No es demasiada cafeína para un día? —Considerando todo lo que está pasando, no. Definitivamente no.
—¿Qué quería Mike contigo?
—No lo sé, pero no me gusto su jueguito de hoy.
—Lo entiendo, a mi tampoco. Danny estuvo toda la clase tomándose fotografías y preguntándome cuál me gustaba más.

Ambas nos reímos y fuimos a la cafetería. Apenas entramos vi que Mike levantaba sus manos haciendo señas para que nos fueramos a sentar con ellos.
Fuimos con Sol y nos sentamos, saludamos a Summer y a Veronica que ponía mala cara cada vez que nos acercábamos.

El enojó se desvaneció cuando los chicos comenzaron a preguntarnos cosas sobre nuestro país. La verdad es que parecían muy interesados. Me llamó la atención cuando Veronica por primera vez nos dirigió la palabra. —Dime __________ ¿Dónde estás viviendo?
—En el Hotel Wedgewood. ¿Lo conoces?
—Ah sí, es básico, pero conocido.
—¿Básico?
—Pues sí, cuartos pequeños, comidas simples...
—Está bien para mi, no necesito más
—Te admiro, yo no podría vivir en un lugar como ese.

Así que Veronica era esa clase de chica.

—Hey ________, hoy nos reuniremos con algunos chicos para un grupo de estudio. ¿Se suman?
—Oh yo paso por hoy... tengo planes, pero me gustaría asistir en otra oportunidad.
—Yo también paso, me sentiría más cómoda asistiendo con ___________. No se lo tomen a mal chicos.
—Oh vaya... que lastima. No se preocupen, será en otra ocasión.

Me sentí mal, Mike parecía decepcionado, por otro lado Veronica se regocijaba al saber que no asistiríamos.

El resto de las clases pasaron más rápido, seguramente porque ya estaba más despierta. Cuando llegó la hora de salida me volvieron a temblar las piernas. Sol se acercó adivinando que era lo que me sucedia
—Hey ________ tranquila.
—Oh sí, es fácil decirlo.
—La verdad es que sí, yo sería un manojo de nervios.
—Uf, gracias amiga por el apoyo moral.

Sol soltó una carcajada y caminamos al hotel.
—¿Qué te pondrás?
—Vaya, no había pensado en eso.
—Déjame ayudarte a escojer, por favor —Dudo que en mi armario exista algo que diga "Para una cita con Thomas Brodie Sangster"
—Tranquila, encontraremos algo.

Me prometí a mi misma nunca más dejar que Sol se metiera con mi ropa, ya que la arrojó toda sobre la cama y la revolvió hasta que encontró un conjunto que nos gustó a ambas. Era un Pantalón negro con un chaleco rosa y una bufanda del mismo color. Hacía frío asi que renuncie a mis zapatillas para ponerme unas botas negras.

—Te ves fe-no-me-nal.
—Al menos estoy calentita, es lo más importante.
—Por supuesto. ¿A qué hora debes estar ahí?
—A las 19:00
—Pues deberías irte corriendo, son las 18:20.
—Oh mierda, pediré un Taxi.
—Tu baja tranquila, yo me quedo aquí ordenando.
—No Sol, no puedo dejarte.
—Claro que puedes, algún día me devuelves el favor.
—De acuerdo.

Tomé mi teleéfono y me despedí de Sol. Baje corriendo las escaleras y tomé el primer taxi que encontré. Le di la dirección al conductor y comenzó a andar .

"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora