Capítulo 4

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Nos subimos a un taxi y Sol le indicó al conductor a dónde ibamos.

Yo solo miraba por la ventana mientras mi nueva amiga conversaba animadamente con el conductor en inglés.

—¿Verdad _______?

—Perdón ¿Qué?

—Le decía a Jimmy que es nuestra primera noche en Londres.

—Ah sí.

—¿Podrías repetirlo en Inglés? Jimmy es nativo.

Me disculpe y le repetí la respuesta en el idioma al conductor, que me sonrió y me dijo que eramos muy afortunadas en poder recorrer esos lugares.

Doblamos por dos calles y el hombre nos indicó que habíamos llegado.

Sol pagó el viaje y me dijo que yo pagara de regreso, al fin y al cabo era lo mismo.

Nos bajamos y vimos que muchas personas estaban reunidas fuera del lugar.

Sol se paró en seco.

—¡Oh por Dios! ¡¿Es ese Zayn Malik?!

—Creo que sí.

—Vamos, pidamosle una foto.

Me sentí incómoda invadiendo el espacio del cantante, sin embargo el chico fue muy agradable y acepto con una sonrisa nuestra foto, primero nos tomamos una los tres juntos y luego se tomó una con Sol.

Le agradecimos y avanzamos en medio de la gente mientras Sol no dejaba de mencionar cuánto amaba a One Direction y cuánto había sufrido cuando Zayn había abandonado el grupo.

LLegamos a la puerta y un guardia nos pidió las identificaciones.
Las reviso y luego nos hizo una seña para que entraramos.

Una vez dentro la música estaba tan fuerte que no podía escuchar ni mis propios pensamientos.

Le hice una seña a sol y caminamos hasta la barra, ahí la música se escuchaba menos y podíamos conversar.

—¿Que vas a pedir?

—Una cerveza está bien

—Estoy de acuerdo.

Un chico en la barra se nos acercó y pedí nuestras bebidas.
Nos bebimos rápidamente nuestros vasos y los dejamos sobre el mesón.

Me levante y tomé a Sol para ir a la pista de baile.

—Tranquila Chica, creo que la bebida ya te afecto.

—Estamos aquí para divertirnos ¿No?

—Sí, solo bromeaba, vamos, me encanta es canción.

Comenzamos a gritar cuando el chico que animaba el evento anunció que tenían a una invitada especial y Adele subió al escenario.

Cantamos a todo pulmón Rolling in the Deep.

Sol no se cansaba de repetirme todo lo que me hubiera perdido si no hubiera aceptado ir a la fiesta con ella.

Al terminar la canción acompañé a Sol al baño, yo no tenía ganas de entrar así que me quede en el pasillo entre el baño de damas y el de varones.

Me sobresalté cuando escuche una voz en un inglés perfecto, no había nadie más así que me estaban hablando a mi.

—Hola ¿Cómo estás?

No podía creer lo que veía Thomas Sangster estaba parado frente a mi y vestía un elegante traje negro.

—Hola, bien gracias...

—Eres la chica del aeropuerto, ¿no?

—Sí, soy yo.

—Siento lo de hoy, creí que eras una fans, no tengo problemas en tomarme una foto con una, pero cuando se reunen muchas personas me siento un poco incómodo.

—Tranquilo, yo también lo siento, no te reconocí hasta que mi prima subió una foto tuya.

—Al menos mi disfraz engaño a una persona.

—El paparazzi tenía mejor vista que yo, eso es seguro.

—¿Qué haces aquí sola?

—Oh.. No estoy sola, mi amiga está dentro del baño ¿y tú?

—Pues, quiero ocupar el baño de hombres

—Claro, ¿Cómo no se me ocurrió?

—¿Cuál es tu nombre?

—_______.

—¿No eres de aquí verdad?

—No, soy Chilena.

—Nunca he viajado ahí.

—Bueno, yo tampoco había viajado nunca a Inglaterra.

—Vaya, tenemos mucho en común.

La puerta del baño se abrió y Sol se quedo boquiabierta cuando vio al chico.

—Sol él es Thomas Sangster, Thomas, ella es Sol.

—Mucho gusto Sol.

—Ho...Hola

Se abrió la puerta del baño de hombres y un chico salió cantando, al parecer estaba un poco ebrio porque nos chocó a los tres mientras caminaba por el pasillo.

—Bueno, fue un placer chicas, nos vemos luego.

Thomas se despidió y entró al baño.

—¿De dónde diablos tú y Thomas Sangster se conocen?

Sol me miraba atenta mientras yo le contaba lo que había ocurrido aquella mañana en el aeropuerto.

—¡Dime por favor que le pediste una foto!

Era la segunda vez en el día que me encontraba con el actor y no se me había pasado por la cabeza pedirle una foto o un autógrafo.

—La verdad... No.. No se me ocurrió.

—¿Estas bromeando?

—No, todo pasó rápido.

—Chica, ya desperdiciaste dos hermosas oportunidades que te dio la vida, dudo que tengas una tercera y si lo esperamos fuera del baño será muy extraño

—Sí, mejor volvamos a la pista de baile.
Al volver todos saltaban y bailaban al ritmo de Martin Garrix. Sol y yo reíamos mientras movíamos nuestro cabello de un lado a otro, estuvimos así durante un buen rato, después nos dirigimos a la barra para tomar otra cerveza.
Esta vez nos sentamos para disfrutarla, en ese momento se acercaron dos chicos, un moreno y un pelirrojo.
—¿Les podemos invitar un trago?

Me negué, dos bebidas eran suficientes para mi, sin embargo Sol aceptó, el moreno se sentó a su lado y comenzaron a conversar. El pelirrojo que fue abandonado por su amigo así como yo se dirigió a mi.
—Soy George, mucho gusto.
—_______—Le estreché la mano.
—¿Son de por aquí?
—No, latinas.
Conversamos un poco y luego fuimos a bailar, Sol y el amigo de George, Oscar, bailaban a nuestro lado, pude notar que mi amiga tenía dificultades para mantenerse de pie, el tercer vaso le había afectado.
No me gusto la manera en que Oscar tocaba a Sol, así que decidí que era hora de irse.
Me disculpe con George y tomé a mi compañera.
—Ya Sol, es hora de irse
—¿De qué hablas? Yo la estoy pasando muy bien, no quiero irme.
—Estas ebria, ven, vamos a casa.
—¿No la escuchaste? Ella quiere quedarse—Oscar interfirió en nuestra conversación.
—No, ella vino conmigo y se irá conmigo.
—Si tu eres aburrida es tu problema, deja que se quede, yo la llevaré a su hotel luego.
—¡Que no! ¡Sol ya vámonos!

La chica estaba pasmada mirando como discutía con Oscar, pero no hacía nada, ni siquiera estaba en este mundo.
—Quiero vomitar.
—Ven Muñeca, te llevaré al baño.
—Yo la llevo, déjala
—Oye aguafiestas, deja que yo y tu amiga nos divirtamos un poco.
—¡Que la sueltes!
Mi grito fue tan fuerte que algunas personas voltearon a verme, pero nadie interfirió.
Pude notar que George estaba detras de mi y me susurraba en el odio mientras sentía algo filoso en mi espalda.

—Esta bien Linda, ahora caminaras con nosotros hasta afuera y nos iremos todos juntos, no intentes nada estúpido.

"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora