"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)

Capítulo 7

Sol y yo nos quedamos paradas en la entrada del bar esperando a que Mark lograra su cometido, sin embargo cuando logro abrirse paso entre las chicas que acosaban a Thomas este se disculpo con todas y comenzó a caminar en nuestra dirección.
—Mierda — Pensé.

—Vaya, que sorpresa, te me apareces en todos los lados.
—No sabía que estarías aquí
—Claro que no ¿Cómo podrías?

Me sonroje Al darme cuenta que estaba demasiado a la defensiva.
Al ver que no contestaba Thomas se dirigio a Sol
—¿Cómo te encuentras hoy?
Miré a sol y estaba roja como un tomate.
—Bi .. bien. Yo, siento mucho lo de anoche. Me muero de vergüenza.
—Tranquila, nada de lo que pasó fue tu culpa. Da igual si tomas de más, nadie debe intentar aprovecharse de ti.

Miré a Thomas con admiración, realmente era un caballero y hablar con él no se parecía en nada a mis pensamientos sobre hablar con un actor.

—¿Qué te parece ________?
—Disculpa, ¿qué?
—He dicho a Sol que entremos a conversar dentro.
—Oh sí, claro.

Thomas se adelantó mientras Sol y yo nos mirabamos anodadas.

—No puedo creer que conozcan a Thomas Sangster y ninguna me lo haya dicho.

—No lo conocemos más que tú la verdad.

—¿Bromeas? el acaba de invitarlas a entrar con él para conversar.

—Solo ha sido gentil, por favor no te alborotes.

—Prometo no seguir comportándome como un fans loco si entramos y nos sentamos junto a el a "conversar"

No sabía que hacer.
Sol me miraba con ojos de "Vamonos por favor, me muero de vergüenza" y Mark me miraba como "Oh por favor, entremos es la oportunidad de mi vida"
Estaba dividida en dos, bueno... en dos y medio, la verdad una parte de mi deseaba entrar y estar con Thomas. No sabía por qué, pero la otra no quería parecer una fans lunática.
—Okey, para que ambos queden felices, entraremos solo por un momento y luego nos iremos.

—Un momento es suficiente para mi.—Mark entró a la discoteca buscando a Thomas por todas partes.

Lo seguí y Sol me siguió de mala gana.
Vi a Thomas a lo lejos rodeado de amigos, seguramente ya se había olvidado de nosotros.
Mark volvió decepcionado.

—Creo que nos demoramos demasiado,no quiero ir a interrumpirle.

También sentí un poco de decepción, sin embargo no quería demostrarlo.
—Bueno, ya estamos aquí. Bebamos algo, bailemos y nos iremos temprano.

Mis dos amigos aceptaron y nos acercamos a la barra. Esta vez pedí un vaso de Ron con un poco de Coca-Cola, el sabor de la cerveza me recordaba la horrible noche anterior.
Comenzamos a conversar y a conocernos mejor.
Al parecer Mark y Sol tenían mucho en común, no sé si fue la oscuridad, pero me pareció ver chispas entre ambos.
Se levantaron para ir a bailar y dije que aún me quedaba de mi bebida,que los acompañaría en unos minutos, pero la verdad quería darles un tiempo para conocerse más.
Me quede viendo mi vaso vacio pensando si pedir otro o no.
—"Tal vez Sol hace otro de sus numeritos y debía cuidarla otra vez."

Me sentí mal por pensar así de mi nueva amiga y para entregarle un poco de confianza pedí otro trago.

Un chico se sentó a mi lado y me tensé recordando a George y a su amigo.
Sin embargo se trataba de Thomas. No me miraba, solo le pedía un trago al chico de la barra.
Por alguna razón me puse nerviosa e intenté no hacer contacto visual.
Pero nada parecía lo suficientemente interesante como para ignorar al chico rubio.
—¿Estás bien?
Me sobresalté al escuchar su voz.
—Oh sí, claro, estoy bien.
—¿Estás segura? Parece que esos tragos ya se te subieron, estás un poco roja.

Era verdad, podía sentir el calor de las mejillas, pero no era por el alcohol.
—Sí, estoy segura. Debió ser el cambio de temperatura.
—Yo le apostaría más a esos dos vasos de Ron.
—¿Cómo sabes que llevo dos vasos?
Esta vez Thomas pareció enrojecerse.
—Oh.. solo lo adiviné.

Sonreí por inercia, me sentía cómoda hablando con él. Solo parecía un chico, no una estrella de cine.

—Te creeré, por esta vez.
Thomas sonrió. Y el chico le entregó su vaso.
Lo empinó y se lo tomó de un sorbo.
—Wow, estabas sediento.
—Es el primero, no pasa nada. ¿y tus amigos?
—Por allí.

Incliné la cabeza hacia Sol y Mark que bailaban en la pista.
—Vaya, parece que se llevan muy bien.
—Supongo que sí
—¿Tú no bailas?
—Oh no, no quiero hacer un mal trío.
—No vas a quedarte ahí sentada. Ven, bailemos.

En ese momento las palabras de Thomas no coincidían con mi realidad. 
Tal vez estaba durmiendo luego de ver películas con mi prima Jess y nada de esto estaba ocurriendo.
Eso explicaría lo que estaba pasando.

Coloqué la mano en mi muslo y me enterré las uñas, pero en lugar de despertar emití un pequeño grito.
Estaba despierta.

—Hey, ______ ¿Estás bien?
—Sí, sí. Creo que me picó algo.
—¿Entonces?
—¿Qué?
—Bailarás conmigo o seguirás ignorando mi pregunta.

Como si una fuerza natural se metiera dentro de mi cuerpo me levanté, aún cuando mi cerebro me gritaba que saliera huyendo.

Thomas me tendió la mano y yo la tome. Fuimos a la pista de Baile junto a Sol y Mark que me miraron con los ojos como platos.
Creí que se arrojarían sobre él a pedirle fotos, pero siguieron bailando a pesar de que me miraban todo el tiempo como si tuviera algo en la cara y nadie me lo dijera.

Intenté bailar pero solo me movía de un lado a otro como si mis neuronas no pudieran trasmitir un impulso nervioso y bailar de manera normal.

—Y cuéntame, ¿Por qué vienes a Londres?
—Bueno, es una especie de intercambio. Un curso en donde puedes mejorar el idioma y aprender más de tu carrera en otro país.
—Vaya, que interesante. ¿Tú escogiste Venir aquí?
—La verdad sí, siempre fue mi sueño. Y esta oportunidad me cayó del cielo.

Thomas sonrió.
—¿Qué?
—Nada, solo me gusta tu manera de expresarte.

Me sonrojé(aún más)
—Gracias, supongo.
—¿Cuál es la Universidad de intercambio?
—University College.
—Interesante.
—¿Qué te hubiera gustado estudiar de no haber sido actor?
—Música
—¿Tocas algún instrumento?
—El bajo.
—Guau.
—¿Y tú?
—La verdad, soy bastante inútil con los instrumentos, jamás pude aprender a tocar alguno.
—Si quieres podría enseñarte.

Okey, esto era demasiado. No era la clase de persona a las cuales les pasaban este tipo de cosas. Si no estaba soñando, seguramente estaba en coma.
O muerta, sí. Cualquier cosa era más real que esto.

—Lo siento, no quería incomodarte.
—Oh no, para nada. Solo pensaba en la hora, es tarde y mañana empieza el curso. No quisiera llegar tarde.
—Entiendo.—La voz de Thomas sonaba extraña.—También debo irme, Adiós.

Se despidió de mi y se alejó por entremedio de la gente.

Me quedé de pie pensando en lo que acababa de ocurrir.