"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)

Capítulo 39

Desperté a la mañana siguiente y Sol ya no estaba conmigo en la cama, me dolía mucho la cabeza y las horas de sueño no habían sido para nada reconfortantes.

Me pregunté a dónde había ido mi amiga, aún era muy temprano para ir a clases.

Me levanté y fui directamente al baño para ducharme, ni siquiera quise mirarme al espejo, sabía que no me gustaría lo que me iba a encontrar.
Al salir del baño me encontré con una bandeja en mi cama, habían unas tostadas con mantequilla y un café.
Sol apareció por la puerta con una sonrisa en la cara.

—Oh, ya despertaste. Creí que te gustaría un desayuno especial, considerando que anoche no comiste nada antes de dormir.

Mi estomago rugió alegre cuando el olor de las tostadas llegó a mi nariz.
—Vaya Sol, muchas gracias. No tenías que molestarte.
—No es molestia, somos amigas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y por primera vez en dos días no fue por Thomas. Sino porque me sentía feliz y agradecida de tener una amiga como Sol.

Me acerqué a Sol y la abracé con fuerzas.
—Gracias, en serio muchas gracias.

Mi amiga me correspondió el abrazo y estuvimos unos segundos en silencio.
—Ya, comete el desayuno. No me levanté temprano para que te lo comas frío.

Me senté en la cama aún con la bata de baño puesta y comí una tostada. Tal vez fue la emoción del momento o que llevaba más de 20 horas sin comer pero me pareció la tostada más rica del universo.

—¿Iras a la universidad hoy?
—Debo ir, no debo dejar que esta situación me supere. Yo vine aquí a estudiar y creo que es lo que menos he hecho, mi mamá tiene razón, ella y papá se esforzaron un montón para que pudiera venir. No puedo fallarles con esto.
—Me parece muy bien que pienses así _____.
—¿Te molesta si tomo una ducha aquí? Traje mis cosas, así no debo ir a mi apartamento.
—Claro, no deberías ni siquiera preguntar. Me vestiré mientras tanto.

Sol entró al baño y yo fui al closet, el día anterior había tomado lo primero que encontré pero hoy iba a vestir bien e iría a la universidad con la cara en alto.

Me puse un jeans claro con unis botines negros y un chaleco color beige. Me puse un pañuelo de un tono similar y me maquille para disimular las horas de llanto en insomnio.

Sol salió del baño ya vestida.
—Vaya, te ves hermosa.
—Gracias Sol, si van a haber miles de cámaras esperándome afuera al menos debo salir bien en las fotografías.
—Me gusta tu actitud.
—¿Nos vamos?
—Así es amiga.

Al llegar a la recepción pudimos notar que aún estaba lleno de paparazzis afuera del hotel. Mire a Carlos el bedel y me hizo una seña para que saliera por el mismo lugar del día anterior.

Guié a Sol conmigo y nos apresuramos a tomar un taxi. Al llegar a la universidad también nos encontramos con más cámaras, al parecer estaban ubicados en todos los puntos en los que pudiesen encontrarme.

Baje del auto con la cara en alto y caminé hacía la entrada tomada del brazo de Sol. Neutralicé la mente para ignorar todas las preguntas que me hacían así que solo podía notar la luz de las cámaras que nos fotografiaban.

Una vez dentro nos topamos con la rectora. Nunca la había visto en persona, pero la reconocía de los folletos.

—¿Señorita Smith?
—Sí, soy yo...
—Acompáñeme por favor.

El tono de la mujer hizo que me preocupara y mi seguridad se desvaneció.
—Sol, ve a clases. Te veo allá

Mi amiga me miro tal vez con la misma cara de preocupación que yo tenía pero me soltó del brazo y caminó en dirección opuesta a la mía.

Caminé junto a la rectora y Llegamos hasta una gran puerta. Al entrar me encontré con la oficina más ordenada que había visto en la vida. Parecía que nadie la utilizara debido a que no había nada que no fuese exactamente en su lugar.

—Siéntese por favor, Señorita Smith
— ______, esta bien. Gracias
—De acuerdo ______, siéntese por favor.

Obedecí a la mujer y guardé silencio hasta que ella me dijera por qué estaba ahí.
—Bueno Señorita _____, debo decirle que estuve viendo su expediente esta mañana y la verdad es impecable. En la universidad de su país natal tiene excelentes notas y reconocimientos y aquí no se ha quedado atrás.

Asentí, ya que no estaba segura si debía darle las gracias.

—No me cabe duda que es una excelente estudiante, sin embargo nuestro establecimiento es un lugar de prestigio. Y tenerla aquí ha provocado bastantes alborotos, tanto dentro de la Universidad como fuera de ella. Tener a una estudiante involucrada en los chismes de la televisión nos deja muy mal, además muchos padres de los estudiantes se han quejado por la poca privacidad que tienen sus hijos al ser expuestos a las cámaras y a preguntas sobre usted.
—Yo, lo siento mucho. Jamás quise que esto pasara.
—Lo sé señorita. Le creo. Pero debo tomar medidas para mantener el orden.

Mi corazón se detuvo. ¿No iba a hacerlo o sí?

—¿Va a expulsarme?
—Señorita, espero que entienda mi situación, así como yo trato de entender la suya.
—Estudiar aquí siempre ha sido mi sueño, por favor no me arrebate eso. No es cierto lo que dicen de mi, yo vine aquí para estudiar. No me importa nada más, me equivoqué y lo acepto, pero no quiero perder esta oportunidad por un error.

La mujer me miro con lástima.
—Sé que ningún chico vale tanto como para esforzarse durante años para conseguir una beca aquí. Ni siquiera ese chico famoso. Sé que vino a este país por más que eso, por eso me da mucha tristeza hacerle esto.
Pero no quiero que se preocupe, las calificaciones que obtuvo aquí serán enviadas en su expendiente para Chile. Sin embargo no terminará el curso en esta Universidad.
>>Usted queda expulsada.