"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)

Capítulo 52

¿De verdad acaba de pedirme eso?
Me quedo muda durante varios segundos y creo que es porque mi cerebro ha dejado de funcionar y ya no sabe como formular palabras coherentes. ¿Estoy preparada para vivir con alguien? ¿Estoy preparada para vivir con Thomas Brodie Sangster? Vivir en el hotel fue diferente, tenía servicio a la habitación y cuando me tocaba cocinar preparaba cosas muy fáciles. También tenía lavandería, creo que ni siquiera sé cómo encender una lavadora y cuando hago mi cama por las noches  se me salen las sábanas de abajo. Soy realmente inútil en lo que refiere a los quehaceres del hogar. Quiero ir y gritarle a mamá por consentirme y nunca exigirme que aprendiera a hacer esas cosas.

Veo que Thomas mueve los labios pero en realidad no escucho lo que me está diciendo.
Intento volver a la realidad y me concentro en escuchar lo que trata de decirme
—¿_______?
—Lo siento, ¿Qué decías?
—¿Me oíste?
—¿Qué cosa?
—Primero te pregunté si vivirías conmigo y luego me disculpé por ir demasiado rápido, cuando pasaron los primeros 5 minutos sin oír una respuesta me preocupe y te pregunté si debía ir por tus padres por si estabas sufriendo un derrame o algo así.
—Lo siento.
—Eso significa que no quieres vivir conmigo. ¿Verdad?
—No es eso. Solo que creo que no estoy preparada. Es decir mírame, aún vivo con mis padres. Jamás he vivido con otra persona y creo que no habría sobrevivido en Londres si no fuera por los servicios del hotel.
—¿Y eso qué?
—Temo que puedas decepcionarte y que te des cuenta que aún soy una niña a la que se le va a quemar el agua si no recuerda que puso la tetera.
—________. Eres muchas cosas pero definitivamente no eres una niña. No tiene nada de malo que aún vivas con tus padres, es decir, estás a la mitad de tus estudios y que no sepas hacer las cosas del hogar no te hace inferior o algo así. Estoy seguro que sabes miles de cosas que yo no.

Agradezco mentalmente que intente hacerme sentir bien aunque aún estoy nerviosa. Quiero decir que sí, pero tengo miedo.
—¿Cuánto te quedarás?
—Lo que tú quieras que me quede.
—¿Sabías que la próxima semana es mi cumpleaños?

Thomas parece afligirse.
—Soy un novio terrible, debería saber tu fecha de cumpleaños hace mucho.
—Nunca tocamos el tema.
—¿Te das cuenta lo horrible que hubiera sido que llegara el día y que no tuviera idea?
—Bueno, si hubiera sido incómodo, pero la verdad es que nunca hubiera esperado que Thomas Sangster asistiera a mi cumpleaños y mucho menos que fuera mi novio.
—¿Tú sabes el mío?
—Sé que es en Mayo. Jesse lo llamaba el mes de Thomas. ¡Oh mierda Jesse!
—Tranquila, ya sabrás que hacer con eso.—Thomas me besa en los labios y me tranquilizó.
—Bueno, déjame pensarlo hasta mi cumpleaños. Tal vez cuando tenga 20 sepa que hacer.

Thomas ríe y asiente.
—De acuerdo. Como quieras, pero quiero que sepas que lo que decidas no cambia en nada lo nuestro. Tal vez sea más complicado de lo que ya es, pero encontraremos la manera de estar juntos.
—¿Puedes quedarte toda una semana? ¿No van a extrañarte en Europa?
—No debo estar en ningún lugar más importante que aquí. Aunque debo ir por mi maleta a la casa de May y debo buscar un hotel, no sé me sentiré cómodo molestando durante toda una semana, ademas quiero darte tiempo y espacio para que pienses.
—De acuerdo. Ven, te llevo a mi habitación, pero no te hagas ilusiones no es tan grande como la tuya o como la del hotel.
—Eso no es un problema, estaré contigo. No necesito nada más.

Ambos subimos por las escaleras hasta mi habitación, Thomas entra y mira las fotos que tengo colgadas en la pared. La mayoría son de mi época en la escuela junto a mis amigos, en muchas de ellas salen May y Chris, también hay algunas fotos de mi y mi familia en vacaciones y otras de mi en fiestas con otras de mis amigas.

—¿Qué tanto ves?
—Tus fotos, veo que siempre has sido igual de hermosa.
—mm, no estoy de acuerdo contigo, ya que creo que la adolescencia me ayudo bastante, pero aceptaré el cumplido.
—Tienes muchos amigos.
—En realidad, no tantos. Guardo las fotos por los recuerdos, pero en realidad hay muchos de la escuela con los que ya casi ni hablo.
—Qué triste.
—Siempre he creído que quienes siguen en tu vida a pesar de la distancia y las adversidades son las personas que valen la pena.
—Tengo una pregunta, espero que esto no arruine nada pero debo preguntar. ¿Qué ocurrió con Sam?
—Hablamos cuando volví aquí. Él dijo que no tenía caso que estuviéramos juntos ya que él era muy consciente de que estaba enamorada de ti y no era justo para él la verdad. Aunque creo que podríamos ser amigos, no es una mala persona.
—Nunca me lo pareció. Pero tampoco me agradaba el hecho de que estuviera enamorado de la misma chica que yo.
—¿Quieres seguir hablando de mi ex o te vendrás a acostar conmigo?

Thomas se quita la capucha y los pantalones y se mete en la cama. Se ve tan sexy sin siquiera intentarlo que dudo si ponerme el pijama de oso que tengo en el closet. Así que me quito el suéter y los jeans me quedo con la camiseta de abajo. Sé que esta noche no haremos nada, no me siento cómoda teniendo a Addi a solo unos metros y con mis padres en la misma casa, pero si quiero estar a su lado y poder sentir su piel sobre la mía.

Me acuesto y él me abraza por la espalda.
—No tienes idea de cuánto te extrañe.
—Puedo hacerme una idea si se parece a la manera en la que yo te extrañé a ti.

Me volteo para quedar frente a frente y lo beso en los labios. Él pasa su mano por mi espalda y me siento rígida. Casi había olvidado las sensaciones que Thomas provoca en mí y que además la última noche que estuvimos juntos fue cuando tuvimos sexo por primera vez y última antes de que se nos viniera el mundo encima.
—_______.
—¿qué sucede?
—Creo que deberíamos hablar sobre esa noche.

Me sorprende que esté pensando lo mismo que yo aunque en realidad tiene mucho sentido.
—¿Qué quieres decir?
—Esa noche fue.. espectacular. Al día siguiente desperté tan feliz que sentía que no me cabía el corazón en el pecho. Todo lo que pasó después parecía tan estúpido en comparación a lo que habíamos vivido hace solo unas horas.
—Lo sé, creo que fue la peor parte de todas, es decir. Estaba demasiado feliz y todo se arruinó de repente.
—No permitiré que eso vuelva a ocurrir.
—No solo depende de ti Thomas, lo importante es que siempre hablemos las cosas y no dejemos espacio para dudas.

Él me acaricia la mejilla y la imagen es demasiado perfecta. Nunca había dormido con un chico en mi casa, de hecho me sorprende que mamá haya sugerido la idea. Sé que dejé de ser una niña hace mucho, pero aún estando comprometida mi mamá me ponía reglas y límites, me pregunto si verá algo diferente en mi ahora. ¿Debería contarle sobre la propuesta de Thomas o debería decidir por mi misma y darle la noticia luego?

Por primera vez no quiero que nadie interfiera, aunque sea con buenas intenciones es una decisión muy importante y no quiero culpar a nadie si es que llegara a equivocarme.

—¿En que piensas?
—En nada, solo apreciaba tu belleza.
—Eres pésima mentirosa.
—¿Por qué?
—Sé que piensas en mi propuesta.

Vaya, Thomas sí que asusta a veces.
—Tal vez un poco.
—No quiero presionarte, mucho menos después de cómo resultaron las cosas la última vez. Pero quiero tenerte cerca y quiero que tengamos un noviazgo de la manera correcta.
—¿Acaso has vivido con otras de tus novias?

Thomas no me responde y me siento un poco incómoda. Es una respuesta obvia, tiene 29 años y ha tenido otras novias antes de mi. No me molesta, pero si me hace sentir esas pequeñas grandes diferencias que tenemos.

—Pues la verdad...
—No me contestes, no debí preguntar. Arruina el momento. Lo que pasó antes de mi no es mi problema.

Thomas se acerca y me besa.
—Te aseguro que antes de ti nada había sido tan fantástico.

Sonrió pero no le respondo, me acurruco entre sus brazos y me siento feliz y protegida, me fascina sentir su olor en mi nariz y tenerlo tan cerca. No habría imaginado esto ni en un millón de años.

Lo beso de regreso y le doy las buenas noches.
Él me abraza y comienza a acariciarme el cabello y no tardo ni un minuto en caer dormida.