Capítulo 1

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Me levante temprano esa mañana, era mi primer día de vacaciones y ese iba a ser el mejor día de mi vida, por primera vez iba a viajar fuera del país.
Era un manojo de nervios, El día anterior había hecho y deshecho la maleta 3 veces para asegurarme de que no olvidaba nada.

Me dirigí directamente al baño para darme una ducha. Al salir, me vestí rápidamente: jeans azules, una blusa manga larga, zapatillas cómodas y un pañuelo en el cuello; Ni siquiera sabía que debía usar, me habían dicho que Londres era muy frío y lluvioso, pero mi ciudad era demasiada calurosa y en el solo transcurso de mi casa al aeropuerto iba a morir de calor.

Bajé a desayunar y me encontré con mi madre en la cocina, aquella mujer estaba mil veces más nerviosa que yo, cualquiera hubiera imaginado que la que se iba era ella.

—Buenos días, ¿Te ayudo en algo?

—No,Come rápido, el taxi estará aquí a las 10:00 para llevarnos al aeropuerto.

—Cálmate, es temprano.

—¿Llevas todo lo necesario? ¿Ropa abrigada? ¿Ropa ligera? ¿Artículos de aseo? ¿Dinero? ¡Date prisa por favor!

—Sí mamá, Si no tuviera claro cuanto me amas creería que solo quieres que me vaya.

Mi madre se sentó en una silla y me miró con una sonrisa.

—Solo estoy emocionada, no sabes lo feliz que me hace que tengas la oportunidad conocer nuevos lugares, solo espero que no te sientas sola allá. ¿Qué tal el idioma? ¿Ya lo manejas bien?

Oui

—Esta bien, no sé mucho de idiomas, pero estoy segura que eso es Francés, no Inglés.

—Tranquila mamá, estoy bien.

Se levantó de su asiento y me dio un fuerte abrazo.

—Te echaré mucho de menos.

Las palabras de mi mamá provocaban un vuelco en mi corazón, muchas veces me daba remordimiento irme y dejarla, pero ella misma me había convencido de perseguir mis sueños, aparte solo serían seis meses, algún día podríamos viajar juntas y yo ya sabría a dónde llevarla para divertirnos.

—Yo también te extrañare.

—¡Ya! Luego podremos despedirnos, ¡come!

Podría mentirles y decir que me senté para desayunar tranquilamente, pero la verdad es que mi mamá me apresuro todo el tiempo así que tuve que tragar el pan y beber el café me ayudo para no morir ahogada.

Subí otra vez a mi habitación y tomé mi maleta, no podía creer como había caído toda mi ropa, objetos personales y algunos libros allí. Definitivamente los campamentos de cuando era niña me habían enseñador a ocupar bien el espacio.

—¡Vámonos _______ ! ¡El taxi acaba de llegar!

Al llegar al auto pude notar que mi hermana ya estaba arriba, ni siquiera la había visto en casa esa mañana, es más, creí que se quedaría durmiendo mientras mamá me iba a despedir.

—¿En que momento te despertaste?

—Voy tres pasos delante de ti hermanita.

Reí ante su comentario y me senté a su lado, mamá tomo el asiento del copiloto y nos fuimos al aeropuerto,al llegar observe la gran pantalla que indicaba el horario de los vuelos y pude notar que el mío salía en 30 minutos.

—Ya,váyanse, no quiero que se queden aquí cuando suba, me dará mucha pena.

—Esta bien, de todas formas le prometí a tu hermana llevarla de compras.

"Ni en mis mejores sueños" (Thomas-Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora