Prólogo

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Banner hecho por la editorial MariposaEditorial como premio por quedar en segundo lugar en el concurso Mariposas awards 2020 en la categoría fantasía.

Hola, me llamo Amalia Sánchez, y soy una híbrida mitad humana y mitad demonio, de seguro cuando alguien os dice demonio, vosotros lo asocias a la biblia, yo antes lo hacía, ángeles y demonios, la lucha entre el bien y el mal, que equivocada estaba. Los demonios no son ángeles caídos, son sencillamente demonios, seres fríos y despiadados que según su rango tienen una alimentación, esta puede ser: tristeza, miedo, sufrimiento, ira o sangre, por lo general lo sacan de humanos, pero no es imprescindible, por ejemplo, yo me alimento de sangre, pero no humana, sangre animal.

A parte de demonios, hay otros seres sobrenaturales, hay: licántropos, brujas y vampiros. Estas tres especies solo pueden crear otros de su misma especie teniendo hijos, los demonios no, ellos pueden convertir a un humano en demonio, o como en mi caso, híbrido de mitad y mitad, que quede claro, los híbridos medio demonios también podemos convertir a los humanos en demonios, no solo en medio demonios, el veneno de demonio es el mismo para un demonio que para un medio demonio.

Yo todo esto antes no lo sabía, yo era una humana “normal”, para que negarlo, mi vida era una mierda, mis padres no me querían, me consideraban un error de calculo, y mis compañeros, ja, unos capullos integrales, siempre fui un poco nerd, no sacaba las mejores notas, pero sí las sacaba buenas, además de que adoraba y adoro leer, no tuve ningún amigo en el instituto, y no pude ir a la universidad ya que mis padres no querían pagarme los estudios, y mi sueldo de camarera no me hubiera dado para estudiar, ya que en cuanto cumple los 18, mis padres me echaron alegando que ya era mayor de edad.

Con 21 años conocí a Mazikeen, al principio no sabía que era demonio, y si no lo hubiera visto con mis propios ojos, jamás me lo hubiera imaginado. Al parecer su madre desapareció y probablemente murió cuando tenía 17 años, ella era una demonio de bajo rango, y de su padre lo único que ella sabía era que violó a su madre y que era un demonio de alto rango, por eso ella se alimentaba e imagino que se alimenta de sangre. Yo descubrí que era demonio un día que la encontré muy mal herida saliendo del bosque, la dije de ir al hospital y dijo que no, sin darme cuenta me mordió y bebió mi sangre, así se recuperó, y me pidió disculpas.

Desde ese día lo supe, tengo que reconocer que al principio la tuve mucho miedo, pero al poco me di cuenta que demonio o no, ella seguía siendo la misma, la única diferencia es que lo sabía. El tiempo pasó y aunque mi aspecto prácticamente no cambiaba, ambas sabíamos que yo envejecía y algún día moriría, algo que a mí no me importaba, me parecía de lo más natural, pero a Mazikeen no le agradaba nada.

Después de mucho tiempo de insistencia por parte de Mazikeen, accedí a semi convertirme, ya que adoraba y adoro demasiado la comida como para renunciar a ella, pero al ser medio demonio, no envejecería, además de que según las leyes de los demonios, si un demonio convierte a un humano en demonio, se convierte en el padre o madre de ese convertido, y si solo lo semi convierte, es su hermano o hermana, así pues yo me convertí en una híbrida medio demonio y hermana pequeña de Mazikeen, todo eso pasó con 27 años, y entre el hecho de aparentar menos de mi edad, y la conversión que te quita años de apariencia, a día de hoy, porque los demonios o híbridos convertidos no envejecen después de la conversión, yo aparento de 19 o 20 años, bien joven.

Pasaron años después de que Mazikeen me semi convirtiera, ella y yo vivíamos en una cabaña en el bosque que había hecho la madre de Mazikeen para ella, no era muy pequeña, pero tampoco muy grande, perfecta para Mazikeen y para mí. Todo era maravilloso, ambas trabajábamos de camareras en una cafetería del pueblo más cercano, y nos alimentabamos de sangre animal, bueno, yo además de sangre comía y bebía, Mazikeen muy pocas veces podía hacerlo, y el hecho de que pudiera hacerlo sin provocarla la muerte era anormal, no sabía cómo era eso posible, por lo que se sustentaba en lo que ya pensaba, que su padre era un demonio de muy alto rango.

Pero nuestras vidas felices y en paz acabaron de un día para otro, unos demonios llegaron a nuestra casa y por la fuerza nos llevaron al castillo del rey de los demonios, allí la verdad salió a la luz. En un ataque de licántropos, el rey, la reina, el padre de Mazikeen y un par de hermanos del rey, es decir, tíos de Mazikeen, habían muerto en ese ataque, el rey y la reina nunca tuvieron hijos, y Mazikeen era la única hija de su padre, el segundo hermano mayor, por lo que el trono de los demonios era de Mazikeen.

Al parecer la desaparición de la madre de Mazikeen no fue porque sí, el padre de Mazikeen al enterarse que ella había tenido una hija suya exigió saber dónde estaba, y al ella negarse, la mataron por alta traición. Pero a pesar de eso la encontraron, pero el ataque de licántropos los mató antes de poder ir a por ella, aún así, al ser ella la siguiente en la línea de sucesión al trono, pues fueron a por ella, y me llevaron a mí por...no sé muy bien porqué.

Poco después de llegar al castillo coronaron a Mazikeen, desde ese punto todo empezó a cambiar, poco a poco ella ya no tenía tanto tiempo para mí, según ella era porque ser reina la ocupaba demasiado tiempo, y por eso no estaba conmigo todo el tiempo que le gustaría, no me convencía del todo, pero como la consideraba verdaderamente mi mejor amiga y hermana, lo dejé pasar.

Antes de darme cuenta ella me ignoraba intencionadamente, y lo poco que hablábamos era de insultos de ella hacia mí, más de una vez se quejó en mi cara que era una vergüenza que siendo ella la reina tuviera una hermana medio humana que parecía más humana que demonio e incapaz de matar. Lo dejé pasar durante un par de meses, pero como todas las personas, mi paciencia tenía un límite.

Un día no aguanté más y le dije todo lo que creía a la cara, ella se cabreó, me repudió como hermana y me desterró, convirtiendome en una demonio renegada, es decir, una demonio que no está bajo el influjo de la corona demoníaca. La esperé, por 5 años la esperé en la casa donde vivíamos ella y yo antes de eso, pero ella nunca apareció, resignada me fui de ahí para vivir mi vida de cero.

Ahora vivo en un apartamento en el centro de una pequeña ciudad, trabajo de fotógrafa en una tienda de fotos, hacemos: fotos de carnet, fotos de cuerpo completo, de bebés, familiares, etc. Me agrada trabajar ahí, mis compañeras son muy simpáticas e igual la dueña. Desde que dejé la cabaña he ocultado mi mitad demonio, para cualquier sobrenatural solo soy una humana más, además, como puedo comer y beber sin problema me es mucho más fácil.

No tengo novio, ni lo he tenido, aunque soy medio demonio, no soy pecadora, o por lo menos lo soy poco, por eso soy virgen a mis 56 casi 57 años, lo sé, una mujer de 56 años que aparenta 20 y es medio demonio no puede ser virgen, pues os equivocáis, porque yo lo soy, os lo creáis o no. Bueno, creo que no me he descrito, tengo el pelo negro y ondulado, ojos castaños y una piel ultra pálida al ser medio demonio, y creo que eso es todo, si queréis saber más sobre mí, tendréis que seguir leyendo.

Amalia *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora