Capítulo 7

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Eso no me lo esperaba, me imaginaba que me pediría ayuda con alguna información, ya que al ser medio demonio sé cosas sobre mi especie, o bueno, sobre ambas especies, aunque lo interesante es la demonio claro, ya sé que me estoy liando, y no os estoy diciendo nada relevante, lo siento, pero estoy muy nerviosa.

-¿Lo has pensado bien? - le pregunto muy, pero que muy nerviosa.

-Sí - me dice serio.

-¿Te das cuenta que soy una híbrida humana-demonio y me estás pidiendo que vaya a una manada de licántropos?

-Lo sé, pero te necesitamos.

-¿Necesitamos? - pregunto confundida.

-Sí, los demonios están usando su veneno para matarnos, y las brujas no están pudiendo hacer nada, seguro tú sabes alguna forma de contrarrestar el veneno.

-Cierto, pero no sabes lo que me estás pidiendo - digo seria.

-Por favor, al menos dime algo con lo que salvar a los envenenados.

-Ese es el problema, no es algo que se pueda preparar - él me mira confundido.

-¿Entonces qué es?

-Mira, lo único capaz de acabar con el veneno de un demonio, es el veneno de otro demonio de igual o mayor rango, y este tiene que tener cuidado, ya que una vez el veneno del otro haya sido destruido, la persona que inyectó el veneno tiene que destruirlo, si no, no sirve de nada - le explico lo más calmada posible.

-¿Un medio demonio no sirve?

-Sí, que solo sea medio demonio no influye en mi veneno, si a eso te refieres.

-Entonces, es lo que te pedí antes, ven conmigo a la manada - me pide con ojos suplicantes.

-Me estás pidiendo algo que no he hecho nunca, no sé si podré hacerlo.

-Nunca sabrás si puedes hasta que lo intentes, por favor - Amón me mira suplicante, yo suspiro apartando la mirada.

-De acuerdo, dame unos minutos para que prepare la maleta y avise a mi jefa.

-Está bien, yo te espero aquí.

Asiento y voy a mi cuarto a preparar la maleta, meto en ella todo lo que creo poder necesitar, ropa, calzado, utensilios de aseo, también meto un par de amuletos, bueno, realmente no son amuletos, pero para mí lo son. Después cojo el móvil, primero pienso en llamar a Constanza, pero me da mucha pena fastidiarle su cita romántica, así que llamo a Nacho.

-Hola, ¿quién es?

-Hola Nacho, soy Amalia.

-Hola Amalia, ¿qué pasa?, ¿echas de menos a la pequeña?

-No es eso, tengo que irme fuera de la ciudad por un asunto familiar, y no sé cuándo volveré, podrías avisar a Constanza, pero no ahora, no quiero fastidiarle la cita.

-No hay problema, adiós y buena suerte.

-Gracias y adiós Nacho.

Cuelgo la llamada y voy a la ducha, me ducho a toda prisa y me cambio con el repuesto que he puesto encima de la cama, y cuando ya estoy preparada, salgo de la habitación y voy a la salita, donde Amón me espera, él estaba hablando con alguien por el móvil, pero al verme se despide de él y cuelga.

-¿Pasa algo? - pregunto preocupada.

-No, solo avisaba de que íbamos para allá - asiento y voy hacia la puerta - espera - me detiene Amón.

-¿Qué ocurre? - pregunto confundida.

-Gracias por ayudarnos - le sonrío.

-Es un placer, me alegra poder ayudar.

Amalia *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora