Capítulo 37

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Me equivoqué por completo, Mazikeen sí que quería que me probara todos los vestidos que me compró, por suerte conseguí evitarlo, ya que bastantes vestidos eran de diario o vestidos de usar por el día, y no sirven para una fiesta formal por la noche, por lo que de los, seguramente, más de 200 vestidos, solo tuve que probarme 79, ya lo sé, un montón, pero que se le puede hacer si no se le puede negar nada a Mazikeen.

Al final elegimos un vestido negro, largo, de manga corta, ajustado y con una abertura en la pierna, según Mazikeen así iré elegante y sexi, yo no estaba de acuerdo con que el vestido tuviera abertura, ya que no quería escándalo con Amón, pero adivinen qué, sí, perdí; además de que ha encontrado unos guantes negros largos que combinan con el vestido, a mí me parecía un poco exagerado lo de los guantes, pero al final cedí, igual que con el vestido, tengo que dejar de aceptar todos los pedidos de Mazikeen.

-Bien, ya tenemos tu vestido, solo falta el mío - dice Mazikeen emocionada y guardando el vestido elegido en una parte del armario poco visible para que Amón no lo vea.

-¿Te importa si lo buscamos mañana?, ya es muy tarde y tengo mucha hambre - le digo y mi estómago ruge de acuerdo conmigo.

-Claro - dice riéndose - vamos al comedor, ya debe estar la cena.

-Genial, me muero de hambre, además de que tenemos que decir a Amón el color de su traje, aunque como voy de negro, él puede ir de cualquier color, el negro combina con todo.

-Mejor que vaya de negro, así los dos van del mismo color.

-Entonces parecerá que vamos de funeral - digo rodando los ojos.

-Te recuerdo que somos demonios, nosotros siempre vestimos de colores oscuros, especialmente el negro.

-¿Y entonces qué color utilizáis para los funerales?

-Rojo - me dice con el ceño fruncido - pensaba que lo sabías.

-No, tú nunca me contaste gran cosa sobre las costumbres de la especie, y yo tampoco pregunté - digo y me encojo de hombros.

-Pues vaya, eso tiene que cambiar, mañana mismo mientras buscamos mi vestido te empiezo a contar - me dice seria.

-Sinceramente, tampoco es que me interese mucho - por no decir que no me interesa nada.

-Aún así, ésto no está dispuesto a discusión, eres la hermana de la reina, y como tal tienes que saber al menos lo básico - resoplo derrotada.

-De acuerdo - acepto a regañadientes.

Llegamos al comedor poco después, donde Amón ya nos estaba esperando, le dijimos el color del traje y enseguida nos sirvieron la cena, esta vez Mazikeen comió un poco, sé que la apena no poder comer igual que nosotros, pero yo aprecio mucho que coma siempre que pueda, ya que su sistema no está diseñado para alimentarse de comida, sino de sangre, por eso yo me alegro de poder hacer ambas cosas.

La cena fue bastante silenciosa, el único que habló fue Amón, y tampoco contó mucho, aunque sí comentó que los sirvientes se encontraron con Luke tirado en el suelo lleno de golpes y con el pulso débil. Cuando lo dijo tuve que girar la cabeza para que no se notara mi sonrisa de satisfacción, aunque eso no evitó que Mazikeen se diera cuenta y me echara una mirada de tú y yo hablaremos de ésto.

-Buenas noches - nos despedimos de Mazikeen.

-Buenas noches, mañana quedamos para después de desayunar, así que no tendrás oportunidad de escaquearte.

-No iba a hacerlo - bueno, tal vez sí.

-Ya, claro, haré que te creo - a veces es fastidioso que me conozca tan bien a pesar del tiempo separadas.

Amalia *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora