Capítulo 22

4.9K 372 2
                                    

Tengo calor, ¿por qué hace tanto calor?, no recuerdo que hiciera tanto calor al acostarme, me remuevo un poco intentando buscar una zona fresquita en la cama, pero en lugar de eso, algo me aprieta, o mejor debería decir alguien. Abro los ojos parpadeando para acostumbrarme a la luz del sol, giro la cabeza, ya que no puedo girar mi cuerpo al tenerlo aprisionado.

Sí, justo lo que pensaba, Amón es el culpable de que me esté muriendo de calor y no pueda mover mi cuerpo. No sé en qué momento llegó o se metió en la cama, pero aquí se encuentra, aprisionándome contra su cuerpo, el acto en sí no me molesta mucho, pero el calor que desprende su cuerpo me sofoca.

-Amón, despierta - le digo suavemente al oído, él se remueve sin dejar de agarrarme.

-No, un ratito más - suelto una risita por el tono de niño pequeño que ha usado.

-Amón, por favor, me estoy muriendo de calor - digo un poco más fuerte para intentar convencerlo.

-Si te estás muriendo, significa que vivirás por un rato más, así que no - será asqueroso, ¿cómo puede decir eso?, a mí, su agne, ahora verá de lo que soy capaz.

-DESPIERTA - le grito al oído.

Amón se despierta de golpe, consigo liberarme de sus brazos, y como consecuencia, él se va para atrás y se cae de la cama. Y yo solo puedo hacer lo que cualquier persona normal haría, me empiezo a reír a carcajadas como foca acatarrada mientras Amón se queja y se soba el trasero.

-No tiene gracia - se queja desde el suelo.

-Sí, sí la tiene - digo riendo, pero me pongo seria y lo miro - tenemos que hablar - Amón me mira serio, asiente y se sienta en la cama a mi lado.

-¿Es de lo que querías hablar ayer? - me pregunta y yo asiento - ¿pasa algo?

-Como ya sabes, ayer me entretuve fuera de la manada - él asiente - lo que hice fue ir al pueblo que hay cerca, necesitaba pensar y aclarar mis ideas.

-¿Y en qué has pensado? - me pregunta angustiado, supongo que por la idea de que quiera dejarlo.

-He pensado un poco en todo, mi vida, mi condición, pero sobretodo, he pensado en lo nuestro, en que somos agnes.

-¿Y? - me pregunta entre emocionado y asustado.

-Creo que merecemos una oportunidad de ser felices, ambos hemos sufrido, pero eso no significa que tengamos que seguir haciéndolo - digo nerviosa.

-¿Quieres decir que...?

-Sí, acepto ser tu luna y tener una relación contigo - digo algo nerviosa.

Amón me mira con un brillo en los ojos, me mira con amor, y creo que yo muestro lo mismo. Amón me acaricia la mejilla con una mano, y con la otra acerca nuestras cabezas, me besa, me besa con dulzura y con amor, yo le sigo el beso reflejando lo mismo, nos separamos y nos miramos a los ojos.

No decimos nada, solo nos miramos a los ojos, no hace falta emitir ninguna palabra, nuestras miradas lo dicen todo. Aunque me gustaría congelar el tiempo y quedarnos así para siempre, desgraciadamente, mi estómago no opina lo mismo y se queja de la falta de alimento.

-Parece que tienes hambre - me dice Amón con gracia.

-Sí - digo avergonzada y con las mejillas ardiendo.

-Me voy a dar una ducha, tú vístete y nos vemos en el comedor.

Asiento con la cabeza, él se separa de mí y se mete al baño, yo hago lo que me ha dicho y me visto, la ropa interior, una camiseta sencilla de manga larga de color rosa fucsia, unos calcetines negros, unos leggins negros, y unos bonites, ¿adivináis de qué color?, sí, negros también, me encanta el negro.

Me hago una coleta alta, salgo del cuarto y voy al comedor, lo increíble es que no me perdí por el camino, punto para mí. Al llegar veo que no hay nadie, parece que he llegado pronto, me siento en mi sitio de siempre y espero a que llegue alguien que conozca y me caiga bien, por suerte no tuve que esperar mucho antes de que Tony y Carson se hicieran presentes.

-Hola Tony, hola Carson - digo animada.

-¿En serio?, el segundo, yo creía que era tu mejor amigo - dice Carson fingiendo estar ofendido, Tony y yo nos reímos.

-Hola Amalia - me saluda Tony - ¿qué tal anoche? - me pregunta con una sonrisa pícara.

-Muy bien - digo con una sonrisa pícara, y la Tony se hace más grande - dormí como un tronco, habría dormido más si no fuera porque Amón desprende mucho calor - Tony me mira confundido y Carson se ríe a carcajadas.

-Muy buena Amalia - me dice Carson.

-¿Qué me he perdido? - pregunta Amón entrando al comedor.

-Nada importante - le digo y él me mira dudoso, pero no dice nada, solo asiente.

Una vez los cuatro estamos sentados, las sirvientas trajeron el desayuno, lo cual me sorprendió, ¿acaso no va a venir nadie más al desayuno?, al parecer no, ya que el desayuno pasó y nadie más vino al comedor, por lo que el desayuno transcurrió en completo silencio.

-¿Y el resto? - pregunto extrañada nada más acabar el desayuno.

-Han vuelto a sus manadas - me informa Amón.

-¿Y eso?

-Estaban aquí para buscar una solución contra los envenenamientos, pero ya se ha encontrado, y has aceptado a ayudarnos, ya no hace falta que estemos todos reunidos.

-¿Tú también te tienes que ir? - le pregunto triste a Carson.

-Ni creas que te vas a librar de mí, le he pedido a mi tío poder quedarme y me ha dicho que sí, por lo que tendrás que aguantarme por un largo tiempo - me dice con una sonrisa, yo chillo y lo abrazo.

-¡Genial! - Carson me devuelve el abrazo y alguien gruñe detrás mío - tranquilo celosín, también hay abrazo para ti.

Me separo de Carson y voy donde Amón, lo abrazo y él me engancha de la cintura para apegarme más a su cuerpo, no me quejo y solo lo abrazo con más fuerza, puedo jurar que Amón está sonriendo en mi hombro, lo cual me provoca una sonrisa, a veces es tan tierno, pero eso no quita que es un celoso de primera.

-¿No hay abrazo para mí? - pregunta Tony burlón ganándose una mirada fulminante de parte de Amón y una carcajada de Carson y mía.

-No, mantén tus manos lejos de mi luna - le dice Amón medio gruñendo.

-¿Ya lo has aceptado? - me pregunta Tony, yo asiento.

-Así es - digo con una sonrisa.

-Ya la has oído, te mantienes alejado - me río a más no poder.

-Es tu beta, ¿no puedes estar celoso de él? - Amón gruñe y me vuelve a apegar a él.

-Puedo y lo estoy, lo estoy de todo hombre que te robe la atención, solo puedo tenerla yo - dice en mi oído causandome un escalofrío.

-Tranquilo lobito, no hay ningún hombre que me atraiga - digo divertida.

-Querrás decir que no hay ningún hombre que te atraiga salvo yo - dice egocéntrico, yo ruedo los ojos.

-No sé yo, no sé yo, no me gustan los tipos egocéntricos - digo divertida y Carson y Tony se ríen.

-Entonces Amón no te gusta - dice entre risas Carson.

-Eso mismo - dice Tony entre risas.

Amón gruñe y los empieza a amenazar para que dejen de burlarse y reírse de él, pero ni con esas consigue que paren de reír, yo tampoco podía parar, la escena era muy cómica, pero al final conseguí calmar a Amón, nada que unos besitos no pudieran arreglar.

Una vez más calmado, él y Tony se fueron al despacho a hacer no sé qué, yo por mi parte fui con Carson a ver a Max, su mate y su hija; los tres me recibieron encantados, y la pequeña Mara se divirtió mucho con las payasadas de Carson, fue una mañana y una tarde muy divertidas.

Amalia *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora