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Una madre sollozaba con su pequeña de cinco años en brazos, los gritos de aquellos que viven en el pueblo se escuchaban como si de eco se tratase. Le cantaba una melodía a su pequeña quien se encontraba escondida en su pecho por miedo. Su dulce voz le transmitia una calma increible que ninguna otra persona podia darle... ese, era su don.

Un don que se cree fue otorgado por una bendición de la Diosa Luna hace muchos años... un don el cual fue llamado por los habitantes como La Voz de la Luna por algunos... y La Voz de la Muerte por otros. Un don caracteristico por dos cosas...

Por su cabello a veces como la ceniza, o como la fina nieve... y por la manera de condenar a las personas con su voz.

Con solo entonar una melodía y darle un significado en su mente... podían enamorar a dos personas, podian llevar a una persona al suicidio, provocar el caos en pueblos enteros, muertes en masa... felicidad y tristeza. Solo aquellos que eran de la misma familia, o su pareja eterna... no se verían afectados por dicho canto, ademas de aquellas personas a quien no quiera lastimar. Pero es un don tan maravilloso como peligroso.

Las llamas se veian desde aquella choza apartada. Los techos de paja arden sin control, solo dejando las bases de madera robusta. La aldea de la tribu ardía sin control alguno... habían llegado en aquellas carrozas de metal, con armas que disparaban esferas de metal... y ellos solo tenían flechas y lanzas bañadas en veneno letal.

Un grupo de hombres se dirigió a la choca mas apartada y entraron a la fuerza solo para encontrar a quienes estaban buscando desde hace una hora... dos personas de piel porcelana y cabello gris debido a la oscuridad...

-SUELTENME! Suelten a mi hija!.- forzejeo en vano. Fueron llevados al centro del asentamiento.

La niña fue arrebatada de sus brazos y ahora yacía dormida en los brazos de uno de los soldados. Quien poco a poco fue despertando, y al ver que no estaba en brazos de su madre...

-¡MAMA!.- grito como si no hubiese un mañana. Causando una onda expansiva sonora que lanzo por los aires a todos los malos que les hacían daño.

Los hombres estaban aterrados y la pequeña niña lloraba desconsoladamente.

Alguien se abrió paso, causando temor en los soldados... su alfa, un hombre peligroso y con sed de sangre se aproximo hasta ellos, caminando hasta la pequeña que aun lloraba.

-Pero miren que tenemos aquí...- se arrodillo frente a la niña.- Pense que el don no existía.

Su voz era profunda y algo rasposa, con cabello negro y ojos cafés.

-P-por favor, no le haga nada a mi hija.- sollozaba la mujer de cabellos blancos.- Llévame a m-mi, no a ella.

-Entonces tu eres su madre... y posees también el don. Tu no me sirves de nada.- se acerca y la toma del cabello agresivamente.- No servirias ni de esclava.

La suelta de golpe y se acerca a la niña. Quien le mira curiosa con grandes ojos tintados... ojos totalmente extraños que reflejaban las llamas de las chozas. El hombre carga a la niña en brazos y esta se duerme por el llanto.

-¡NO! MI NIÑA!... NO!.- corre hacia ellos pero es retenida.

-Matenla, y no dejen vivo a nadie.- le ordena a sus hombres, estos asienten.

-No, no, no, no... NO! HIJA! HIJA! NAOMI! NAOMI! NA-...- no pudo terminar su suplica.

Su cuello fue cortado con lentitud por el filo del cuchillo, la sangre empezó a brotar rapidamente para deslizarse por sus ropas y empaparlas por completo.


























-Silencio... pequeña, te dare un buen uso.



































¡NUEVA HISTORIA!
AHAHAHAH
Esta es una historia que he estado planeando desde hace ya un mes y aquí esta para ustedes.
Esta historia sera narrada en tercera persona y no por la protagonista.
Espero la apoyen para no mandarla a borradores como muchas de mis historias.

Disfruten💜








Publicado el: 6/Septiembre/2019

Silencio (pausada/cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora