Capítulo 32

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Yo estaba tan tranquila durmiendo hasta que he sentido una mano en mi barriga, que por supuesto es de Marco, ¿de quien iba a ser sino?
Voy abriendo los ojos poco a poco para verle y me le encuentro con la cabeza apoyada en mi pecho y como ya he dicho con la mano en mi barriga acariciandola tranquilamente y mirándola con cara de adoración. Este hombre es súper mono.
Le empiezo a acariciar el pelo y levanta la cabeza para verme.

- Hola, buenos días - dice bajito.
- Hola.
- ¿Qué tal has dormido?
- Muy bien, ¿y tu?
- Espectacular. Te quiero mucho Claudia. Gracias por tener ahí dentro un hijo mío.
- Ha sido gracias a ti en realidad.
-Ya pero la que lo va a parir eres tú. Eres la mujer perfecta.
- Te has levantado honesto hoy.
- Ey, yo siempre me levanto así. Solo que hoy con un toque más de amor que me sale por los poros - dice haciendo que ría.
- Que tonto eres. ¿Vamos a desayunar? Tu hijo y yo queremos comer.
- Si venga. ¿Te ayudo?
- Marco, de momento puedo yo sola.

Esta todo el día diciéndome que si me ayuda y detrás mía por si me pasa algo. Desde que hace 4 meses le dije que estaba embarazada no me deja hacer nada. Todos los días que me levanto para ir a trabajar me dice que me quede en casa, que pida ya la baja y yo puedo y quiero trabaje todavía. Hasta los 6 meses no me dan la baja pero el aun así me lo dice todos los días.
Cuando digo todos los días es todo los días. No exagero.
Y yo por supuesto se lo agradezco que se preocupe por nosotros.

- ¿Hoy que vamos a hacer?
- Hemos quedado con los demás en casa de Isco y Sara. ¿No te acuerdas?
- Ais, es verdad. Hay que ir a comer allí ¿no?
- Si. Tenemos que ir a comprarme ropa. Ya no me entra casi nada.
- Cariño, estas embarazada, que más quieres.
- No engordar tanto.
- No te preocupes, sigues estando buenisima. Incluso ahora que estás embarazada me pones un poco más.
- ¡Marco! - digo riendo - Eres muy tonto.
- Soy realista.

Ya estamos en casa de vuelta, hemos ido a comprarme ropa, a comer a casa de Isco y hemos pasado la tarde con ellos. Ya era hora de volver a casa. Aparte yo estaba reventada, el embarazo me cansa mucho.
He estado pensando que todavía que puedo montar en avión ir Marco y yo por ahí. A desperjarnos de todo.
Se lo voy a decir a ver que me dice, seguro que es que perfecto pero por si acaso.

- Marco, ¿te apetece un viaje?
- ¿Qué si me apetece un viaje?
- Si.
- ¿Y a qué se debe que quieras un viaje?
- No sé, me apetece. Y hay que aprovechar ahora que puedo montar todavía en avión.
- Pues vámonos de viaje. ¿Donde quieres? Te dejo decidirlo a ti.
- Vale, pues... Joe, no sé. Piensa tu también.
- Ten cuidado, a ver qué sitios vas a coger que tendremos que dejar uno espectacular para nuestra luna de miel.
- ¿Quieres casarte conmigo? - pregunto sorprendida ya que no m esperaba que se quisiese casar conmigo tan pronto. Aunque en realidad no lo es. Llevamos ya un año y poco.
- Si. ¿Donde está mi anillo? - dice haciendo el tonto poniendome la mano en posición para que le ponga un anillo.
- Cuidado que eres tonto eh - digo riendo y dándole un golpe culpo en el brazo que el exagera y hace como si le hubiese roto el brazo - Ves como eres muy tonto.
- Dicen que todo un tonto necesita una tonta que lo atonte más y aquí estás.
- ¡Oye! - me quejo haciendo que se ria.

Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora