Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~

Capítulo 35

Son las 4:00 de la mañana y no se donde coño esta Marco, me dijo que cuando terminase de cenar se iba a tomar algo y volvía rápido. Y a las 00:30 o así me dijo que ya estaban con el postre. Si se ha quedado de fiesta me parece perfecto pero que me avise antes de que se va a quedar más porque estoy en vilo.
Llevo ya como 20 llamadas y no me coge ni una.
Estoy en el intento de 21 cuando aparece una llamada en mi móvil y la cojo rápido sin mirar quien es.

- ¿Marco? ¿Por qué no me cogías el teléfono?
- Eh, Claudia, soy Isco, no Marco - dice Isco haciendo que separe mi móvil de la oreja y comprobar que si era Isco.
- Ah, ¿Donde está Marco? Dile que se ponga. Por lo menos saber que está bien.
- Eh, esto...
- Isco, ¿que pasa? ¿Le ha pasado algo?
- Si. Estamos en el hospital. Ha tenido un pequeño percance con el coche cuando volvíamos a casa.
- ¿Cómo que un pequeño percance? ¿Como de pequeño?
- Iba él el primero con el coche ya dirección para casa y un coche se ha saltado el semaforo y se han chocado.
- ¡¿Qué?! ¡¿Dónde estáis?!
- Tranquilizate Claudia.
- ¡No puedo tranquilizarme Isco!
- Pues tranquilizate un poco que no le ha pasado nada.
- ¡¿Como que no?! ¡Estáis en el hospital!
- Pero no le ha pasado nada grave. He llamado a Sara para que vaya a por ti porque no puedes coger el coche con esa pedazo de barriga y menos con lo nerviosa que estás. Sabía que te ibas a poner muy nerviosa.
- ¡Como no me voy a poner nerviosa!
- Bueno, intenta tranquilizarte un poco ¿vale? Ya va Sara a por ti.
- Vale, voy a vestirme. Adiós. Si no he llegado y os dicen algo avísame.
- Yo te aviso.
- Pero avísame. Que me has llamado a las 4:00 de la mañana desde las 00:30 que me dijo Marco que ibais por el postre.
- Que sii, que yo te aviso. Tu tranquila.
- Adiós - digo colgando y yendo al armario a por un chándal.

Joder Sara, cuanto tarda. Me estoy poniendo más nerviosa de lo que estaba.
Llevo como 10 minutos ya vestida y eso que he tardado ya que con este barrigón muy deprisa no me puedo vestir. Y las deportivas... Las deportivas me cuesta un riñón ponérmelas y aún así todavía no ha venido.
Al final acabo los minutos en llamadas, y eso que tengo las llamadas ilimitadas, de tanto llamar.
Estaba ya con el móvil preparado para llamar a Sara por quinta vez cuando suena el timbre.

- ¡Voy! - digo levantándome costosamente del sofá.
- ¡Venga! - dice Sara metiéndome prisa.
- Ahora no me vengas con prisas Sara. Que desde que me dijo Isco que venías de camino... Vives en la calle de detrás y has tardado como media hora o así. ¿Qué coño hacías? - digo abriendo la puerta.
- Vestirme.
- ¡He tardado menos que tú en vestirme! Y la embarazada soy yo.
- No sabía que ponerme.
- Pues cualquier cosa. Para ir a un hospital no necesitas ir de Gucci o Chanel.
- Ya. Por eso he acabado con un chándal.
- Tanto para un chándal. Venga. Vámonos ya - digo cerrando la puerta de casa.
- Como estamos con las hormonas eh. Estas de mala hostia.
- ¡Normal! No he dormido todavía nada porque a las 00:30 Marco me dijo que ya iban por el postre y dije pues no me duermo porque para lo que queda para que llegue, ¡y son las 5:00 de la mañana! Tu queridimo novio no me ha llamado hasta hace un rato y yo súper nerviosa llamando a Marco y nadie me contestaba, no se ni como no me ha dado un chungo de los nervios.
- Bueno, pues tranquilizate que ya le vas a ver. No le ha pasado nada grave.
- Nada grave, pero algo le habrá pasado.
- Isco me ha dicho que le dolia la espalda del golpe y se ha dado con la cabeza en la ventana de la hostia que le ha dado el otro.
- Ay, madre, mía. Y yo como se lo digo ahora a Gilberto e Igor.
- No le ha pasado nada Claudia, no llores.
- ¡Como no voy a llorar! Mi novio, el padre de mi hija que puede nacer el cualquier momento ha tenido un accidente. Ya verás el coche.
- El coche es lo de menos. Tenéis más coches y el club supongo que le dará otro. Venga baja, yo voy a aparcar tu vete entrando - dice paradome en la puerta del hospital.
- Espérate a qué pueda bajarme del coche. Que no puedo - digo como puedo.
- ¿Te ayudo?
- No, yo puedo. Ya está. Joder con Adara. La madre que la parió.
- No, todavía no la has parido.
- ¡Vete ya!