Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~

Capítulo 33

- ¡Marco! ¡Te dejas el neceser! - le grito desde el baño al ver que se dejaba el neceser.

Ya estamos recogiendo las cosas de la habitación del hotel. Ya se nos han acabado las mini vacaciones de un fin de semana que hemos cogido. Bueno, más bien, ha cogido Marco porque yo al estar embaraza ya estoy de baja.
Como siempre tengo que ir detrás de Marco a ver si se deja algo, y ahí está, se dejaba el neceser.
Ya se dejó un vez el neceser también en Asturias, menos mal que era en Asturias y no en otro país. Esa cabecita tiene el niño.

- Toma cabeza loca - le digo saliendo del baño y yendo hacia él.
- Gracias cariño, no sé qué haría sin ti.
- Yo tampoco lo sé porque tienes la cabeza en otro lado.
- Me despistas con tu belleza.
- Si, será sobretodo eso.
- Bueno, una cuarta parte, el resto ya venía así.
- Y me querías echar las culpas a mi machote. ¿No vamos? Vamos a llegar tarde.
- ¡Hostias! Si, corre, venga.
- Mm, cariño, con esta pedazo tripa no puedo correr mucho.

Veis como tiene la cabeza loca. Me dice que corra, con dos maletas y embarazada. Esta loco este tío. Ya solo le falta salir un día que nieva en calzoncillos a la calle.

- ¿Quieres que vayamos a casa de mi hermano?
- ¿A qué? ¿Tienes que hacer algo?
- Si, le tengo que decir lo que es. Que todavía no se lo he dicho.
- Marco, que lo sabemos desde hace 2 meses.
- Se me olvida siempre que le veo.
- Vaya cabecita. Pues venga, vamos a decirle a tu hermano que vamos a tener una niña.
- Una niña igual de bonita que su madre.
- O una niña igual que su padre - digo cogiéndole la cara y girando un poco la mía al mirarle - Que empalagosos somos tío.
- Shh, somos perfectos.
- Pero eso ya lo sabía.
- El ego Claudia, que luego dices que yo.
- ¡Me lo has pegado! Yo antes no era tan egocéntrica.
- Si, si, échame la culpa.
- Ey, Luís Fonsi - digo haciendo que se ría.
- Venga, vamos a coger el coche que se te estaba subiendo la tontería a la cabeza.
- ¡Oye! Si tu eres igual o peor.
- ¿Me estás llamando tonto?
- Mm, no, cariño, claro que no.
- Ah, pensaba.
- Te quiero cosa bonita - digo dándole un beso en la mejilla y otro en los labios.
- Yo si que te quiero y tu eres más bonita.
- Ya lo sabía - digo con superioridad.
- Claudia...
- No me digas nada, que para un día que estoy yo así me tienes que aguantar. Yo te aguanto todos los días a ti así.
- Venga, vale, hoy te aguanto. Dame un abrazo.
- Ten cuidado con Adara.
- Tengo cuidado con Adara.
- Madre mía Marco, es que tenemos nombre y todo para la niña y tu no le has dicho nada a tu hermano todavía. Y sabe que estoy embarazada porque se lo dije yo en al cena familiar que hicimos sino podría tener una sobrina de 3 años y el pobre no enterarse.
- ¡Oye niña! No lo digas en alto. Que cualquiera que te escuche va a pesar que vivo en otro mundo.
- Es que vives en otro mundo mi amor. Pero te quiero igual o más.
- Yo si que te quiero - dice abrazándome fuerte y dándome un beso en la frente.