Capítulo 8

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Me acaba de sonar la alarma, la cual apago rápidamente para no despertar a Marco que está a mi lado junto a mi hermano, son más monos los dos juntos.
Según doy al botón de apagar la alarma me giro y veo los ojos de Marco abiertos, no me ha servido de nada.

- Buenos días feo, ¿te he despertado?
- Buenos días fea, te diría que no pero si que me has despertado.
- Joe, lo siento - digo dándole un abrazo.
- Na, no pasa nada. Me vuelvo a dormir y ya.
- ¿Bajas a desayunar conmigo y luego te vuelves a dormir? Así duermes mejor luego, vas a tener el estómago lleno.
- Con una condición.
- ¿Cuál?
- Que me des un beso antes de bajar - dice a lo que yo voy a darle un beso.
- Venga, que al final llego tarde y me mata mi jefe.
- Ah pues vamos, porque no queremos que tu jefe te mate ¿no? Eso no lo queremos - dice gracioso.
- Que gracioso eres eh. No lo queremos.
- Ais ven aquí, dame otro beso. Me has  vuelto adicto a tus besos que lo sepas.
- Que te voy a decir si yo estoy igual que tú.
- Marco, me voy - digo ya que hemos terminado de desayunar y yo de arreglarme - Me das un beso.
- Claro - dice acercándose y me da un bueno morreo. Madre mía niño.
- Madre mía si nos viese Alberto - digo riendo.
- Oye, pues tenemos que hablar de esto.
- Tu estás con Alberto pero yo quiero estar contigo.
- Yo también quiero estar contigo, sino no estaría haciendo esto. Sabes que quiero dejar a Alberto pero hasta el martes por lo menos nada.
- ¿Y no puedes quedar antes con él?
- Poder puedo, pero es que estoy súper agusto así, contigo. Si se lo digo antes del martes me va a dar la matraca antes.
- Bueno, venga, el martes. Luego voy a verte, bueno, vamos que me tengo que comprar unos pantalones.
- Vale, adiós - digo saliendo por la puerta con una sonrisa.

Estoy hablando con una mujer sobre una duda que tiene de una prenda cuando siento una rosita y como se abrazan a mis piernas.

- Si, cógete mejor la L porque la M te va a quedar pequeña, dan poca talla - digo cogiendo a mi hermano.
- Gracias - dice la mujer.
- Nada - digo sonriendo la - Ey, ¡mi amor! Pero que guapo te ha vestido Marco ¿no? - digo mirando a mi hermano y después a Marco que me mira sonriendo.
- Si, me ha dicho que le pusiese guapo y como te trajistes medio armario suyo a mi casa pues le he puesto lo que yo quería.
- Pues muy guapo que esta mi niño - digo mirando a mi hermano.
- ¿Vamos a por los pantalones? - me dice Marco.
- ¿Yo también tengo que ir?
- Claro, tú la primera que me tienes que decir si me quedan bien o no.
- Pues vamos - digo bajando a mi hermano para que vaya andando.
- Marco, ¿cuánto tardas en cambiarte de pantalones?
- Ya estoy impaciente, asómate - dice a lo que yo meto la cabeza en el probador.
- Perfectos Marco, encima te hacen un culo flipante. Llevatelos, si quieres te lo regalo yo, pero llevátelos.
- No, no me los compro yo. Entonces estos me los llevo.
- Si, si es que no sabes lo bien que te quedan.
- Pues venga, me cambio y vamos a pagarlos. ¿Cuando salgamos del entrenamiento vamos a tomarnos algo a Gran Vía?
- ¿Estas seguro se ir a Gran Vía? Hay mucha gente.
- Si, ahora en verano y no hay tanta gente, hace calor para estar ahí, están de vacaciones o en las piscinas.
- También es verdad, pues vamos.
- ¿Me cobras?
- Si, vamos.

Ya ha acabado el entrenamiento, no se quien estaba más contento de estar ahí si mi hermano o yo pero a pesar de ser fanática del Real Madrid me he mostrado como una persona coherente. Ahora mismo Marco se está duchando y me ha dicho de esperarle en la puerta del vestuario.

- Marco, te estoy viendo, deja de sacarme fotos - digo ya que le he visto sacarme varias y posando con la coca cola.
- Solo te he hecho dos y en una salías mal y esa no la he subido.
- Ah y la otra ¿si?
- Si, la he subido a las historias sales bien.

@marcoasensio10 (storie)

(fotos de arriba, no se carga aquí)

- ¿Ya te has quedado agusto subiéndolo? - le digo cuando he visto la historia.
- Mucho, que te parece si nos vamos, que tu hermano se ha dormido - dice mirando a mi hermano que está encima suya abrazado a él.
- Si venga, vámonos.
- ¿Os venís a dormir a casa?
- ¿Otra vez a tu casa Marco?
- Si, otra vez.
- Siempre estamos en tu casa, vente tu a la mía.
- La mía es más grande, la piscina no se tiene que compartir con más vecinos, no nos ve nadie, solo tu hermano, veniros a la mía.
- Venga, anda, vamos a la tuya.

Ya hemos llegado a casa y nos hemos metido en la piscina, si de noche, se está súper agusto y encima mi hermano ya está dormido, osea estamos solos.

- Marco, como sigas así se me va salir una teta - digo porque me ha cogido de los pies y me está moviendo para todos lados.
- Ah pues entonces sigo.
- Capullo - digo riendo ya que se me había salido ya porque se ha puesto a hacerlo más rápido.
- ¿Me das un beso?
- No, se me ha salido la teta por tu culpa - digo riéndome.
- Bueno pues te lo doy yo - dice y me da un beso de los que te deja sin respiración. Y poco a poco los bañadores formaron parte de la piscina y ya os imaginais que pasó.

Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora