Ya estamos en mayo, se está acabando la liga y este año la verdad que no ha ido muy bien, ha ido fatal.
Ahora mismo nos estamos vistiendo porque han venido los amigos de Marco. Si, nos estamos vistiendo juntos, yo tengo ropa en su casa y él en la mía. Vivimos prácticamente juntos solo que nos vamos turnando la casa, suele ser la de Marco.- Marco, ¿qué tal me queda? - le pregunto ya que me he puesto el look.
- Ya sabes mi opinión.
- ¿Si?
- Si, todo te queda bien, cariño.
- A ti si que te queda bien todo.
- Es lo que tiene ser un Dios griego.
- El ego, Marquito.
- Anda, vamos, termina ya.
- Ya estoy, me echo crema en la cara y estoy.
- Voy sacando el coche - dice viniendo a darme un beso.
- Oye, cariño - me llama Marco cuando llegamos a la puerta de mi edificio, donde hemos quedado con los demás.
- Dime - digo sacando las llaves para abrir.
- Que estas muy fea hoy.
- Gracias, yo también te quiero, mi amor.
- Denada, te quiero.
- Ya enserio Marco, ¿esta mal?
- Que no, tonta. Estas perfecta.
- Seguro, ya sabes lo indecisa que soy y vas tu y me dices que voy fea.
- Es que vas feisima.
- Joder Marco.
- Que no, que vas guapísima.
- Deja de vacilarme, por favor - digo andando hacia la piscina sin esperarle.
- ¿Te has enfadado? - me dice al oído cuando me para agarrandome por la cintura.
- No.
- Eso es que si.
- Te he dicho que no.
- Pero yo se que si. No te enfades mi amor, que era una broma.
- Ya te lo he dicho antes, sabes que soy indecisa y si me dices ya que estamos aquí que estoy fea pues no Marco.
- Estas guapísima, fuera coña ya, y en el caso de que estuvieses fea estas en tu casa.
- Hoy, que ha coincidido que hemos quedado aquí pero imaginate que es en otro sitio.
- Bueno, Claudia, que no te rayes y ya está. A la mínima te rayas eh.
- Marco.
- Vale, vale, ya paro - dice soltando una risita - Vamos anda, que quiero ver a mis peligrosos ya.
- Vamos.
- Oye, cariño - me llama Marco según cierro la puerta de casa.
- Dime.
- Hace mucho que no salimos por ahí a cenar.
- Ya hemos cenado Marco, ¿quieres comer más?
- No, tonta digo otro día. Mañana por ejemplo.
- Ah, vale, cuando quieras.
- Pues venga mañana. Acuérdate, que luego se te olvida.
- Pero serás mamón, si es a ti al que se le olvida - digo y reímos los dos.
- Mentira - dice riendo.
- Pero si te estás riendo porque sabes que es verdad.
- Bueno, que te acuerdes porque como mañana te vas por ahí con Paola y Asun seguro que se te olvida.
- Y tu te vas con Bertto, Brandon y Poblete y se te puede olvidar también, seguro que se te olvida. Les voy a decir a Poblete o a Bertto que se acuerden.
- ¿Y a Brandon porque no?
- Porque también se le olvida.
- La verdad es que si - dice riendo.
- ¿Vamos a la cama?
- Si.Abro los ojos un par de veces hasta que me acostumbro a la poca luz que entra de fuera y veo que la puerta de la habitación de Marco está entornada y siento ruidos en la habitación de al lado.
- ¡¿Marco?!
- ¡Voy! - le escucho en la habitación de al lado.
- ¿Qué hacías?
- Ah, nada, estaba ordenando los cajones de la ropa del Madrid.
- Ah vale, ¿me das un beso?
- Y todos lo que quieras, no los pidas.
- Pues si no llego a pedir el beso no me le das - digo cuando nos separamos.
- Si que te lo doy. Buenos días mi amor, que no te los he dado.
- Buenos días cosa bonita.
- Luego me dices que tengo el ego por las nubes pero eres tu la culpable de mi ego.
- Te tendré que alabar ¿no?
- Si, si, si yo estoy encantado. Ya lo sabes. Tu también estás muy buena y eres muy guapa cariño.
- Gracias, ya lo sabía.
- Ahora quien es la del ego, bonita.
- Si me lo dices tú pues me sale.
-Lo mismo me pasa a mi. Vamos a desayunar, te estaba esperando.
- ¿Llevas mucho despierto?
- Un poco.
- Un poco cuanto.
- Pues una hora o así.
- ¿Y por qué no has desayunado?
- Porque te quería esperar, quería desayunar contigo así que te he estado mirando un rato y cuando ya te he desgastado lo suficiente me he ido a ordenar el armario del Madrid.
- Pues ahora desayunar. ¿Me miras?
- Siempre que me levanto antes que tu si, que suele ser casi todos los días.
- Ay, no me digas eso, me da vergüenza.
- Pues que no te dé vergüenza guapa, si total te voy a mirar igualmente.
- Bueno, come - digo haciendo que Marco ría porque sabe que me da muchísima vergüenza que me miren tanto.
- Ay, mi niña - dice dándome un abrazo y un beso en la cabeza.
- Si, ay tu niña pero no me lo tenías que haber contado. Ahora me voy a despertar antes que tú.
- No tienes tu fe ni na. Si duermes más que un perezoso.
- Es que tengo sueño atrasado.
- Atrasado ¿de qué?
- De las fiestas y de madrugar.
- Ay madre mía, entonces yo también tendría que tener sueño atrasado ¿no?
- Pues si. Podrías tenerlo - digo y se ríe, que cabrón - Ya te estás riendo de mi.
- No cariño, no me rio de ti.
- Uy que no, te ríes mucho de mi. ¿Te parece bonito reírte de tu pobre novia?
- Si - dice con una sonrisa.
- ¡Eh! Tendrías que haber dicho que no.
- ¿Te vienes a tomarte algo? - dice pasando de mi.
- Y ahora pasas de mi - digo poniendo los ojos en blanco.
- Pero vienes o ¿no?
- ¿Con quien vas?
- Con los peligrosos.
- Entonces si.
- Como que entonces si, ¿si fuese con otra persona no vendrías?
- Depende de la persona.
- Que persona no te cae bien.
- La cuñada de Isco.
- Si solo se ha venido con nosotros un par de veces.
- Ya, pero me cae mal, fatal. Encima intenta ligar contigo estando con el hermano de Isco.
- Entonces es eso lo que te pasa.
- Me cae mal por las dos cosas.
- Mi amor, por mi no te preocupes.
- Por ti no me preocupo la verdad, tengo confíanza en ti.
- Yo también confío en ti, mi amor. Te quiero - digo dándole un beso.
- Yo si que te quiero preciosa - dice dándome otro beso - ¿Uno mañanero?
![](https://img.wattpad.com/cover/194031146-288-k475232.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~
Fiksi PenggemarEsta es la historia de Marco y de Claudia. Dad muchos me gustas y comentad mucho.