Estoy ansiosa por ver a Choi, por fin lo llevarán a una habitación. Estoy muy aliviada al saber que no le sucedió algo mayor.
Sentí mi corazón y mente en colapso horas atrás.
La enfermera de Choi me indica que ya puedo entrar a su habitación. Me siento desesperada por verlo. Al igual que Kim Ho, que no se ha despegado de aquí.
Son las cuatro de la mañana y siento que Kim Ho ya está muy cansado.
—Debería descansar, se ve muy cansado.
Me sonríe y niega.
—Al menos quiero que me vea cuando despierte, es algo lamentable que su familia no esté aquí.
Es muy cierto, no imagino mi vida sin mi familia, es lamentable que Choi esté prácticamente solo.
—Nos tiene a nosotros, no está solo, debemos ser su familia por ahora. —Le dedico una sonrisa a Kim Ho.
Él me devuelve la sonrisa.
—Hay que entrar.
Ambos entramos a la habitación. Mi corazón se acelera y mis manos comienzan a sentirse frías. Aún no puedo creer lo que sucedió, me inquieta saber quién quiere dañar a Dae Hyun. Está en un profundo sueño, miro donde está su herida y tengo unas inmensas ganas de llorar. Se vé pálido, su cabello cae en su frente sus labios se ven pálidos.
— Debería ir a descansar Min Shi. —Escucho decir a Kim Ho.
Yo niego.
—Me quedaré con él hasta que despierte. Vaya a descansar, se ve muy agotado. Yo dormí toda la tarde.
Kim Ho suspira y asiente.
—Si algo sucede no dude en llamarme. Volveré en unas horas.
Cuando Kim Ho se va, lo primero que hago es acercarme más a Dae Hyun. Su respiración es calmada, parece estar tranquilo. No puedo evitar llorar, me duele verlo así.
Me duele aceptar que siento algo por mi jefe, por Choi y sobretodo me duele quererlo a tal punto de no poder dejarlo ni un instante.
Con un poco de miedo toco su rostro, mis manos tiemblan, acaricio su mejilla, tan suave y cálida, siento mi corazón acelerado. Siento que se mueve un poco, por lo que dejó de acariciar su mejilla.
Son las siete de la mañana, hace frío y estoy en el sofá a lado de Choi, las enfermeras vienen y checan que todo esté bien, además hay dos guardias en la puerta, supongo que aún hay peligro de que le suceda algo. Mis ojos ya se sienten pesados, demasiado... Pero quiero ver qué despierte. No sé si sea normal que duerme tanto.
Por un momento cierro los ojos para descansar mi vista, la verdad me duelen mucho mis ojos por llorar.
—Min... —Escucho mi nombre en un susurro.
Abro los ojos rápidamente y me levanto del sofá. Choi está despierto, parece desorientado y yo siento la gloria al verlo despierto.
—Señor Choi... —me acerco a él y le dedico una sonrisa.
Me mira aún adormilado y hace una mueca.
—No se vaya... Prométame que no se va ir de mi lado... Nunca.
Me sorprende su petición, mi corazón se acelera y seguramente estoy hecha un tomate.
—Se lo prometo... Descanse no gaste sus energías. Le hablaré al médico.
Él niega.
—No... Sólo tome mi mano y no la suelte... Quiero comprobar que no es otra alucinación. —Dice cerrando los ojos.
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No Te Enamores De Un Choi
RomancePark Min Shi es una estudiante del último año de la universidad para mujeres de Corea de Sur, como requisito debe presentar sus pasantías en el gran Corporativo Choi. Gracias a su gran promedio se le asigna ser la asistente personal del odioso Choi...