La noche

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BASTIAN BAKER 

Después de que Mía se durmiera, me quedé en un sillón que tiene en la esquina, no dejo de pensar las cosas que estoy haciendo por ella, recurro a ella como si fuese mi prioridad, y para mi solo debería ser una mujer, pero es otro tipo de mujer, lo noto.

Me quedo dormido y me despierto con una caricia en la cara, era ella.

—¿Te quedaste dormido toda la noche?— me pregunta sonriendo.

—Si, para cuidarte— le respondo.

—No hacia falta, quieres desayunar algo?— me pregunta ansiosa.

—Dale, tengo hambre_ le respondo, no comí nada todavía.

Mía me agarra la mano y me baja con ella las escaleras, llegamos a la mesa y nos sentamos.

—¿Te gusta la chocolatada o preferís leche sola?— me pregunta mostrándome la leche.

—Chocolatada por favor— le respondo.

Mientras pienso en ese chico que se llamaba Nils, tiene su numero, ¿y si la llama?

Mía me sirve la chocolatada y desayunamos. Cuando terminamos se va a cambiar y deseo ir con ella, pero me aguanto.

Cuando baja, la veo con un vestido veraniego, le queda re lindo, deseo tocarla y me contengo. 

—¿Me acompañas a comprar la comida del mes?— me pregunta.

—Si, creo que no tengo nada que hacer más que pasar el tiempo contigo— le respondo.

Pero no, esta noche tengo que salir, no salí anoche, le prometí a mi amigo que íbamos a salir.

De repente suena su celular.

—¿Hola?, ¿quién habla?— contesta.

No me digas que es...

—¡Nils!, ¿cómo estás?, sisi, cuando quieras nos vemos, vos avisame, saludos —le responde.

No me jodas, la llamó, y ahora van a verse, no me gusta, no quiero que se vean.

Mientras salimos de la casa de Mía a comprar se me escapa una pregunta.

—¿Te gusta Nils?— le pregunto.

—No, no, es solo un amigo por así decir, que me ayudó, nada más, ¿por qué?—me pregunta y me quedo mudo.



El viaje de MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora