Me despierto y me doy una ducha, me cambio, me pongo una pollera cuadrille negra, un top negro y me pongo borcegos altos.
Me llaman y corro a la cocina.
—¿Hola?
—¡Feliz cumpleaños hermosa!
—Gracias Bastian.
—¿Nos vemos hoy en tu fiesta?, ¿dónde la vas a hacer?
—En mi casa vieja, te paso la dirección. Va a ir Nils.
—Si, lo sé.
—Bueno.
—Nos vemos en un rato.
Cuando terminamos de hablar, voy a mi casa vieja y mientras llamo a Nils.
—Nils, ¿venís ahora para ayudarme?
—Estoy yendo, tranquila.
—Dale, gracias.
Cuando llego está Nils esperándome.
—Hola, estás hermosa Mía.
—Gracias— le digo tímida.
—En media hora llegan todos.
—Si, ¿me ayudas con las compras?
—Si, vamos, igual les dije que el que viene traiga algo.
—Genial.
Terminamos de comprar y volvemos a la casa. Empieza a llegar gente y traen botellas de alcohol, lo que necesito esta noche.
—Hola Mía, ¿te acordás de nosotros?
—Hola, mmm... fueron los que estaban con Nils el día que me desmayé.
—Si, exacto, ¿y cómo andas ahora?
—Bien, genial, comiendo saludable —miento.
—Me alegro, gracias por invitarnos a tu cumpleaños.
—No, por nada, disfruten.
—Hola—dice una voz masculina atrás mío.
Me doy vuelta y tengo a Bastian atrás mío.
—Estás... preciosa, sos preciosa.
—Gracias.
De repente viene Nils.
—¿Lo invitaste?
—Si, es un amigo y es mi cumpleaños.
—Está bien.
Miro como se miran mal, y decido irme a buscar una copa de Campari con jugo de naranja.
Tomo bastante y termino bailando entre la gente. A la distancia logro ver la silueta de Bastian acercándose.
—Si él supiera que nos besamos—me dice gritándome al oído.
—No lo va a saber, porque no se lo vas a decir—le grito.
No se escucha nada por la música.
—Para que seas mía sería capaz de cualquier cosa.
—No quiero ser tuya, me gusta Nils.
—No te gusta, yo sigo gustándote, admitilo, también me besaste.
—Porque me dejé llevar, y estuve mal.
Me suelto de su agarre y me voy a buscar otra copa. Quiero tomar hasta no poder más. Hasta poder olvidarme de todo.
Me cruzo a Nils y me da un beso, se la sigo y terminamos besándonos en medio de todos.
Llega Bastian y nos, separa.
—No está enamorada de ti, ni va a estarlo, solo me ignora sentimentalmente— le dice Bastian a Nils.
—Tú qué carajo sabes, ella está saliendo conmigo, no con vos.
—Dije que iba a pensarlo Nils, no peleen por favor.
—No vamos a pelear Mía, solo quería decírselo— dice Bastian— ya vas a darte cuenta de quién gustás, tomate tu tiempo, me voy.
—No te vayas, yo te invité, no quiero que esto termine así.
—No puedo verte con él, yo te quiero, y no puedo verte con otro.
Se acerca a mi y me dice al oído.
—Nos vemos más tarde.
A lo que no respondo. Nils se queda mirando y yo lo esquivo para ir a buscar la copa que iba a buscar antes.
Llega la hora de la torta y me piden que pida tres deseos.
Pido los tres deseos y soplo la vela. Todos aplauden y siguen bailando.
Son las 4 am y no doy más, no soy de salir así, me canso rápido, asi que decido dejarle las llaves a Nils, e irme a casa.
—Nils, te dejo las llaves, me voy a casa, estoy muy cansada y borracha para seguir.
—Yo te llevo.
Tengo miedo de que se aproveche de mi estando borracha.
—Acompañame pero volvé.
—Okey.
Cuando llegamos a la puerta de mi casa, abro y le pido que se vaya.
—No quiero irme, quiero quedarme con vos.
—Me voy a acostar a dormir, no podés quedarte.
—Por favor.
—No Bastian, digo, no Nils.
Estoy pensando en Bastian no sé por qué. Ignoró que lo llamé así y se da media vuelta.
—Está bien, me voy, dame las llaves.
Se fue ofendido. Pero bueno, no es mi culpa, no confio del todo en él.
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El viaje de Mía
RomanceMía Price es una joven que vive sola en su casa, un día decide salir al mundo, luego de estar encerrada por mucho tiempo bajo la depresión que le causó la muerte de sus padres, y conoce a ese chico especial para ella, pero nadie sabe qué oculta el j...