Piano

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Me lavo la cara y me preparo para ir a piano. Agarro mi cuaderno con partituras mías.

Salgo y cuando llego, me encuentro a la profe en la calle.

—Hola, ¿vos sos la nueva alumna?

—Hola, si.

—Entremos.

Cuando entramos, hay muchas puertas, entramos en una y hay un piano negro re lindo.

—Que lindo.

—¿Tenés uno?

—Un piano digital Yamaha.

—Ese es bueno, ¿principiante, medio o avanzado?

—Medio.

—Okey, sentate que hay traigo partituras.

Me siento y  se siente re bien estar en es te piano gigante con cola.

Me trae las partituras y me va anotando en mi cuaderno las notas y cómo leerlas.

Practicamos hasta que se hace la hora.

—Tienes oído Mía.

—Si, es lo que me decía mi profe de chiquita.

—Tenés que aprovecharlo al máximo.

—Por eso estoy aquí.

—Me alegra saberlo, yo te ayudaré.

—Gracias.

Me levanto, la saludo y me voy a casa, ya son las 19hs, tengo sueño.

De repente me llaman al celular. Atiendo y es Bastian.

—Hola Mía, ¿cómo estás?

—Hola Bastian, estoy bien ¿y vos?

—Bien, ¿te siguió jodiendo Nils?

—No, hoy ni apareció.

—Eso es bueno.

—No lo sé. Me preocupa a veces.

—Tranquila, ¿querés que nos veamos ahora?

—Estoy cansada, recién salgo de piano, mañana en la universidad nos vemos.

—No sabía que empezaste piano, ¡que bueno!

—Si, y también voy a la psicóloga.

—Eso es bueno Mía, me alegro.

—Gracias, bueno, ya es tarde, voy camino a casa, hablamos mañana.

—Dale, nos vemos mañana, besos.

—Besos.

Termino de hablar con él y se me viene todo a la mente, me estoy volviendo loca, ahora soy amiguita del chico que me gustaba y me lastimó. Encima cada vez que lo veo no dejo de pensar en cuando nos besamos, fue mi primer beso, y dios, no puedo olvidarlo.


El viaje de MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora