CAPÍTULO 5 - Aplicación

35 1 0
                                    

Llego a casa enfadada y me acuesto en el sillón, agarro mi celular y tengo mensajes de Bastian, Nils, Keyla, y no sé quién más, no me importa, no quiero que nadie me joda.

Me pongo a pensar en Keyla y en como conoció a su novio, y me descargo la app.

Comienza a hablarme gente anónima, está buena esta app, hay gente sin cerebro pero gente con la que puedo hablar bien de mis problemas, y me leen.

Me pongo a estudiar, y me llaman.

—¿Hola?

—Hola, ¿habla Mía de la casa en venta?

—Sisi.

—Queremos comprarla.

—¿En serio?, genial.

—Si, ¿nos encontramos en la casa y hablamos?

—Si, obvio, allá los veo.

—Dale, a las seis estoy allí.

Que emoción, voy a vender la casa, al fin, pasó un tiempo y no conseguíamos gente que la comprara.

Me cambio y mientras sigo contestando los mensajes que me llegan de la app.

Salgo de casa y voy a la casa vieja, llego justo.

—Hola señores.

—Hola Mía.

—Nos gustaría ver la casa.

—Si, obviamente.

—La vimos por foto y nos encantó, tenemos una familia muy grande, con cuatro hijos.

—Oh, les vendría bien una casa grande.

—Si, nos gustó mucho esta.

Abro la puerta y prendo las luces. Recorremos la casa y terminamos acordando que la compran.

—Gracias— les digo.

—Gracias a vos, nos vemos.

—Nos vemos.

Con esta plata puedo comprarme una PC, para trabajar.

Voy a casa y me acuesto en mi cama, sigo respondiendo los mensajes que me llegan de los anónimos, y hay uno que destaco, me preguntó cómo se llamaba la frase que puse en mi estado, "neol guhareo on geoya, neol mangchireo on geoya", y le respondí que era coreano, "estoy aquí para salvarte, estoy aquí para arruinarte" de BTS, Pied Piper, a lo que empezamos a hablar más seguido, me preguntaba como estaba y esas cosas.

De repente me quedo dormida, y me despierto devuelta, busco mi celular que está en el piso y le contesto a ese chico, dice que se llama Naoki y que tiene 23 años, le digo que me voy a dormir, que tuve un día largo y le digo, "sayonara", que significa adiós, y me dice "ay no, esa es una despedida para siempre", y le contesto que no, que mejor le digo "matta ne" que significa "hasta luego" en japonés.

Dejo el celular y me duermo.

El viaje de MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora