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Bambam despertó con un dolor tremendo de cabeza y el resplandor del sol que entraba por la ventana lo tenía molesto. Cuando se incorporó mejor en la cama y se dio cuenta que no estaba en su casa, comenzó a preocuparse al pensar con quien abría dormido anoche. Se removió en la cama, mientras se estiraba y bostezaba al mismo tiempo. Después se levantó lentamente de la cama para dirigirse al baño o si no su vejiga explotaría en cualquier momento.

Salió del baño a paso lento después de haberse dado un baño con agua demasiado fría para poder despertarse y poder sentirse mejor, pero el dolor de cabeza no se iba. Checó la hora y casi era hora de que fuera a clase, había olvidado que hoy era viernes. Se puso lo primero que encontró en el armario de la persona que se supone que vive ahí. Le quedaba muy holgado el pantalón y hasta la camiseta. Bajó las escaleras a paso rápido y cuando estaba por abrir la puerta de entrada para irse se paró en seco cuando escucho esa voz conocida en sus espaldas.

—¿A donde crees que vas? -preguntó el mayor.

Bambam se giró en sus talones lentamente y se encontró con el dueño de sus sueños y pesadillas podría decirse, hasta de sus pensamientos.

—A la escuela -respondió sin más. No quería saber la razón por la cual había llegado hasta su casa, así que no preguntaría. Lo único que recordaba de la noche anterior era que había ido a una fiesta con su mejor amigo.

—Desayunemos primero y después nos vamos -sugiere el mayor guiándolo hasta la mesa que ya estaba preparada.

—Está bien -sonrío nerviosamente el menor.

Comieron rápidamente porque dentro de poco sería hora de estar en la escuela, y aún seguían allí haciendo el tonto.

—¿Acaso no me preguntarás cómo rayos llegaste aquí? -preguntó el mayor levantándose de la mesa para levantar su plato y vaso ahora completamente vacíos.

—No, no quiero saberlo -admitió el menor y se levantó también para seguirlo y dejar lo antes utilizado en el lavavajillas.

—Tenemos que hablar muy seriamente Bhuwakul, así que no te salvarás de quedarte en detención también hoy -me guiña el ojo y después se aleja de mi para dirigirse al living.

Toma su maletín y se lo cuelga en el hombro. —¿Estás esperando una invitación o que? Ven. -lo llama el mayor para que salgan de la enorme casa para dirigirse a la escuela.

Entraron al automóvil del chino y comenzó a conducir hacia allá.

—No iré a clases hoy, llévame a mi casa -suelta Bambam.

—¿Por que no irás? -preguntó Jackson confundido.

—Me siento muy mal, como si un camión me hubiera pasado por encima -admite el menor.

—Ese no es el problema de la escuela, es tu problema por ir a una fiesta de ese tipo y no cuidarte a ti mismo -suelta Jackson.

—No puedo ir profesor Wang, no tengo ni el uniforme ni mi mochila -le recuerda el menor.

—Está bien, te dejaré en tu casa, pero si o si tienes que llegar a tiempo para tu detención -le avisa Jackson. —Y si llegas a faltar, no querrás faltar por tu propio bien -le guiña el ojo el mayor y el menor se sonroja a más no poder imaginando que castigo le daría su mayor si no asistía. Pero no le daría motivos para castigarlo.

Llegaron a casa del menor, este se bajó del auto después de despedirse y agradecer al mayor por haberlo traído.

Entró a su casa con una sonrisa de oreja a oreja, pero no quería tenerla para no sentir tantos animales en su estómago que lo hacían estar ansioso y emocionado por dentro.

Pasó casi toda la mañana durmiendo, y soñando con el profesor de su corazón. Su alarma sonó justo 10 minutos antes de que las clases acabaran, así que eso significaba que debía llegar a la escuela ya si o si para tomar su detención o si no estaría en problemas con el profesor Wang. Y el obviamente no quería eso, o puede que si, solo para ver cuál sería el tipo de castigo que recibiría.

...

Llegó corriendo y con la respiración agitada y su pecho bajando y subiendo a la puerta del salón donde tomaría detención, estaba por tocar la puerta para pedir permiso de pasar cuando de pronto el profesor Wang allá abrió y lo hizo pasar. El aún con su respiración agitada entró al salón y notó cómo no había nadie allí más que el., era de esperarse ya que ese profesor no es común que mande a alumnos a detención. Volteó a ver a Wang y notó cómo este cerró con seguro la puerta del salón.

Se sentó en uno de los bancos de la última fila hasta atrás, pero no duró mucho tiempo allí ya que Wang lo mandó a que se levantara de allí y acercara una silla a su escritorio. Bambam obedeció al pie de la letra y cuando se encontró sentado frente a Wang y cruzaron miradas este tragósaliva ya que estaba completamente nervioso.

—Bhuwakul, ¿por que fuiste a ese tipo de fiestas? -preguntó Wang acomodándose mejor en su escritorio para poder tener una mejor vista del menor.

—Tenía ganas -se alzó de hombros mintiendo.

—¿Sabes que eres la peor persona mintiendo? -soltó una corta risita el mayor.

—No estoy mintiendo -se cruzó de brazos el menor.

—Ayer me preguntaste qué cuánto me medía -suelta Wang y el menor se sonroja al instante y se queda esperando a que la tierra se lo trague. —¿A que te referías?

—No invente, claro que usted sabe a lo que me refería -respondió el menor esperando aún que fuera tragado por la tierra. O estar en otro mundo paralelo fuera de ahí.

—¿Cuanto crees que me mida? -le pregunta con una sonrisa de medio lado viéndolo pícaramente.

—No lo sé -se rascó la nuca nerviosamente Bambam mientras sentía un ardor inmenso en sus mejillas.

—Me dijiste también que todos me traían ganas y que no te podrías preguntar porque será que me traen tantas ganas si con solo ver lo bueno que estoy uno se da cuenta -suelta Jackson alzando las cejas. Bambam volvió a ponerse aun más rojo que antes y estaba orando mentalmente a Dios para que lo matara de una vez por todas.

—¿Yo dije eso? No lo creo -río nerviosamente.

—Después te encontré caminando en la calle, estabas completamente ebrio y drogado, te llevé a mi casa por que en el camino te quedaste dormido y después me besaste y me hiciste una mamada increíble -cuenta Jackson, aunque la última parte fue inventada.

Bambam estaba por desaparecer por si solo se la tierra por la inmensa vergüenza que estaba sintiendo.

—¿Es enserio que hice todo eso? Cuanto lo siento enserio, una disculpa, cuando estoy ebrio no se ni lo que hago, lo siento mucho profesor -se agacha para reverenciar frente a su mayor.

—Yo no -suelta sin más Jackson y después toma a Bambam por el cuello y lo acerca a su rostro y comienza a besarlo desesperadamente.

Comenten aquí si quieren que les haga un 50 cosas sobre mi:)))
-Holaaa, disculpen por haber demorado mucho en actualizar. Sucede que regresé a clases ya que mis vacaciones terminaron y el colegio me trae muy ocupada con tareas, proyectos y esta semana empiezan exámenes, cuanto lo siento enserio, espero que me perdonen. Pero prometo tratar de seguir actualizando seguido para que puedan pronto leer el hermoso desenlace y final de este lindo fanfic que creo con todo mi corazón para que ustedes lo disfruten. Gracias por su apoyo y por leer los quiero mucho😌 -

𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚 𝙒𝙖𝙩𝙘𝙝; 𝙅𝙖𝙘𝙠𝙗𝙖𝙢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora