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Llegaron a la bellísima isla después de unas cuantas horas de viaje en metro. Jackson le había colocado la venda en los ojos de vuelta antes de bajarse del metro.

El mayor lo llevaba tomándolo de la mano para poder guiarlo, mientras que con su otra mano llevaba jalando la maleta.

Se subieron en un taxi, Jackson le dijo al conductor la ubicación a donde se hospedarían. Llegaron después de varios minutos de tráfico. Bajaron del automóvil no sin antes pagar por el viaje, Jackson bajó el equipaje y después volvió a tomar la mano del tailandés comenzando a caminar hacia la entrada del enorme hotel frente a ellos.

Al estar ya en la recepción Jackson pidió su reservación, le dieron la tarjeta que sería la llave de la habitación y se dirigieron dentro del ascensor para ir hacia su cuarto.

Iban en silencio aún tomados de la mano, el estómago de Bambam rugió fuertemente logrando llamar la atención del mayor que lo volteó a ver al instante riendo bajo. —¿Tienes hambre? -le preguntó acariciando suavemente su cabeza.

El menor se sonrojó por la vergüenza encogiéndose. Negó varias veces.

—Cuando nos instalemos en la habitación iremos enseguida al restaurante en la planta baja, he escuchado que es riquísimo allí -le apretó suavemente su mejilla y después con su brazo rodeó la cintura del menor.

El ascensor se abrió después de unos cuantos segundos y llegaron a su piso. Había gente allí fuera esperando para tomar el ascensor, se quedaron allí mismo esperando a que los chicos salieran, algunos de ellos bajaron su mirada hasta lograr ver sus dedos entrelazados. Se veían como una pareja de recién casados directamente a su luna de miel.

Ya frente a su habitación Jackson soltó por un momento la mano de él tailandés para poder pasar la tarjeta por la rendija y abrir la puerta. Entraron segundos después, Jackson lo encaminó hasta pararlo frente a la inmensa ventana que daba al balcón. Abrió las persianas dejando entrar toda la luz del sol y después abrió las puertas de allí dejando entrar un poco de aire cálido allí.

—¿Estas listo para ver tu sorpresa? -le preguntó colocándose detrás de él mientras lo tomaba de la cintura y lo apegaba a su cuerpo.

Bambam tragó saliva algo nervioso pero asintió al instante.

—Bien -Jackson comenzó a deshacerse del nudo de la venda en sus ojos y después de quitársela por completo el resplandor fuerte de la luz lo cegó por unos segundos, peor cuando se familiarizó abrió los ojos de par en par con sorpresa al ver la hermosa vista del mar azul frente a él, las olas meciéndose en un vaivén igual y la arena blanca de la playa.

Giró su mirada y sonrió de oreja a oreja para abalanzarse a abrazar al mayor con fuerza. Jackson lo cargó en sus brazos alzándolo un poco del suelo y lo giró por unos segundos. —¿Que te parece tu sorpresa? -le preguntó acariciando su cabeza suavemente.

Bambam suspiró aún en los brazos del mayor, no sabía ni el porqué pero sus ojos se habían llenado de lágrimas por completo. —Me encantó -admitió alejándose un poco de los brazos de su mayor para tomarlo por los hombros mientras el mayor lo tomaba por la cintura.

—Me alegra que fuera así -sonrió tiernamente el mayor. Se veían a los ojos, notando el hermoso brillo en los ojos del contrario, ese momento era tan especial con el simple hecho de estar ahí juntos viviéndolo. Su silencio decía más que mil palabras, hasta que el estómago hambriento del menor volvió a gruñir. Bambam volvió a sonrojarse como un completo tomate cubriendo su rostro con sus manos.

Jackson lo tomó por las muñecas y las alejó de su rostro. —Eres simplemente hermoso -soltó el mayor y después le depositó un suave y corto beso en los labios. Lo cargó en su regazo y se sentó con él en la cama. Bambam lo empujó por los hombros para que se recostara por completo en la cama.

𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚 𝙒𝙖𝙩𝙘𝙝; 𝙅𝙖𝙘𝙠𝙗𝙖𝙢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora