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Bambam dudó en ir al despachó del hongkonés. No porque no quisiera verlo, sino que aseguraba que este lo regañaría y estaría enfadado con el.

Se encontraba frente a la puerta de la oficina del mayor, estaba por tocar hasta que su compañero YoungJae chocó su hombro con él y logró tumbarlo. —Disculpa -reverenció mientras le brindaba su mano para ayudarlo a levantarse.
Bambam escuchó pasos acercarse a ellos, tomó la mano del mayor rápidamente y lo jaló con el para comenzar a correr lejos de allí.

Jackson salió de su despacho, abrió la puerta esperando a encontrarse con el tailandés allí afuera, ya que creyó escuchar su voz fuera de allí. Pero en vez de eso se encontró con el pasillo vacío. Bufó y se regresó adentro viendo la hora en su Apple Watch. Ya era hora de que el menor estuviera allí, pero este aún no llegaba. Normalmente Bambam no lo desobedecía en cosas mínimas como esas.

Los chicos se detuvieron mientras apoyaban sus manos en sus rodillas para recobrar el aliento. Habían corrido muy lejos de allí. —¿Por qué saliste corriendo? -preguntó el mayor cuando su respiración se tranquilizó.

—¿Tu por que corrías hyung? -preguntó el tailandés con curiosidad.

—No tienes porque saberlo -respondió sin más.

—Opinó lo mismo -rió Bambam.

Se sentaron en las escaleras del segundo piso sin más. Allí en silencio, sin decir ninguna palabra. Escucharon pasos acercarse, al parecer los dos se preocuparon al instante que se levantaron al mismo tiempo y chocaron de nuevo, logrando caerse uno encima de otro. —Auch -se quejó el menor debajo de YoungJae.

—Esto es extraño -comentó el mayor que los veía parado desde arriba, mientras ellos alzaban la mirada. YoungJae se tensó al instante, Bambam notó como se ponía nervioso. —Vamos los ayudo a levantarse -sugirió el mayor agachándose junto a ellos, tomando a YoungJae por la espalda y ayudando a levantarlo. Así sucesivamente también ayudó a Bambam brindándole la mano.

—Gracias -reverenció un poco el menor de todos.

—No hay de que. -sonrió levemente. —Ahora díganme, ¿que hacen aquí? ¿No deberían estar disfrutando su receso? -preguntó el mayor con curiosidad cruzándose de brazos. Viendo fijamente al mayor de los dos, se veía tierno estando tan nervioso, era gracioso saber que era gracias a él.

—Le pedí ayuda a YoungJae hyung con un trabajo que no entendía -mintió el menor.

—Entiendo -rió el mayor. Obviamente sabía que mentía, y lo confirmó con la reacción de su tierno chico abriendo los ojos de par en par.

Se escucharon pasos detrás de ellos acercándose, todos voltearon la vista hasta donde provenían y se encontraron con el profesor Wang, siempre deslumbrando todo a su paso. El tailandés notó la sonrisa pícara del médico al ver a su novio, notó como se acercó a este y pasó su brazo por los hombros de este, mientras el contrario lo abrazaba por la cintura.

—¿Que están haciendo aquí? -preguntó con su grave voz de normalmente. Los menores se tensaron al instante.

—Ya nos íbamos -dijo YoungJae tomando la mano de Bambam para alejarse de allí a paso rápido.

Antes de que pudieran irse de allí sanos y salvos, el hongkonés tomó a Bambam por el brazo para detenerlo. Mientras que Jaebum hizo lo mismo con YoungJae.

Los dos menores cruzaron sus miradas mutuamente, sabiendo el porqué era de que corrían hace rato para alejarse del segundo piso. Suspiraron y luego intercambiaron miradas con sus mayores y sonrieron tiernamente.

...

—No había terminado de tratarse -le informó Jaebeom mientras lo sostenía colocando sus manos en sus piernas juntas. Mientras el menor estaba más nervioso a más no poder, mucho más al sentir el tacto del mayor en sus piernas. El mayor acercó su cuerpo al menor que se encontraba sentado en la alta camilla, colocó su rostro en el cuello del menor respirando allí cerca rozando su cuello con su nariz. Logrando que la piel del menor se erizara. Sin previo aviso lamió suavemente su cuello y después lo besó. Dejándole una marca notable. Haciendo que el menor soltara suaves gemidos, excitándolo a más no poder. Se separó suavemente de allí.

—Eres hermoso YoungJae -acarició suavemente su mejilla. —No sabes cuanto esperé para hacer esto -le admitió y después separó los pocos centímetros de espacio personal que les quedaban uniendo sus labios con los del contrario en un suave beso lento.

...

—¿No dirás nada? -preguntó Jackson cruzado de brazos sentado en su silla detrás del escritorio.

Bambam que se encontraba parado frente al escritorio, algo nervioso suspiró cabizbajo.

—Bien. -soltó sin más el mayor. Bambam notó de reojo que se levantaba de su asiento para acercarse a él, tomarlo por el brazo y jalarlo hasta su para sentarse nuevamente en su silla, haciendo que él se sentara en sus piernas. —No sabía que te gustaba ser un niño malo -el mayor acariciaba suavemente su cuello, logrando que la piel del menor se erizara al instante. —Si es así, tendré que castigarte -suspiró el mayor bajando sus manos hasta las nalgas del menor aprestándolas con fuerza para después nalguearlas fuertemente con su mano. Bambam jadeó por el ardor que causó, pero sin saber porque sentía un calor inmenso en su miembro. Notando como comenzaba a endurecerse. —¿Te gusta que te golpee cariño? -le preguntó susurrando en su cuello, lamió suavemente debajo de su oreja y después mordió su lóbulo. Arrancándole un agudo gemido por parte del menor. Jackson sonrió por inercia.

—Llegue tarde porque no escuché mi alarma -pudo formular el menor rodeando con sus manos el cuello del mayor. Tenía los ojos cerrados, por lo bien que se sentían las caricias del mayor.

—¿Hiciste mis trabajos? -preguntó acariciandolo por debajo de su camisa de escuela después de haberla desabotonado. Bambam gimio cuando sintió los dedos del mayor pellizcar sus pezones. El mayor cubrió su boca con su mano por unos segundos, para ahogar los gemidos del menor cuando comenzó a lamer y mordisquear sus pezones.

—Aagh profesor -gimió cuando el mayor alejó su mano. Jackson alzó su mirada y se acercó al menor y lo besó salvajemente, metiendo su lengua en la cavidad bucal del menor.

—Mmmgh pequeño, no sabes lo mucho que me pones cuando dices profesor. -tomó la mano del menor y la llevó hasta el enorme bulto que se notaba por encima de sus pantalones de vestir. —¿Podrías complacerme? -pidió haciendo un puchero corto. Bambam entendió al instante. Se bajó del regazo del mayor. Se colocó en medio de las piernas del mayor, acarició el bulto con suavidad y después desabrochó su cinturón, bajando rápidamente los pantalones con todo y ropa interior. Jackson disfrutaba la vista desde donde estaba, viendo la mirada deseosa del menor al ver su miembro erecto hasta su abdomen.

—Vamos precioso -pidió el mayor.

El menor asintió. —De acuerdo daddy -soltó el menor sonriéndole picaramente al mayor antes de lamer el glande del mayor como si se tratara de una paleta. Logrando que este arqueara su espalda al sentir la boca caliente de su novio. El menor sin previo aviso se metió el miembro por completo, subiendo y bajando. Jackson que mantenía una de sus manos en su boca para callar sus fuertes gemidos y con la otra en la cabeza del menor empujándola para que penetrarlo con más acertividad. Así continuó los movimientos, sintiendo sus ojos llorosos cuando sentía el miembro del mayor hasta la garganta.

—Aaagh voy a correrme Kunpimook -le avisó. Sin más que esperar el mayor se corrio en la boca del menor, este se tragó todo el líquido caliente del mayor para terminar lamiéndose los labios. Se volvió a subir en el regazo del mayor notando que corría un poco de sudor por su frente, y su respiración agitada continuaba. No le dio tiempo de incorporarse y unió sus labios con los del contrario, mordiendo y lamiéndolos suavemente. El momento era increíble, las hormonas de los dos iban a rebosar.

Hasta que escucharon como la puerta se abrió de golpe. Se detuvieron al instante, Jackson empujó a Bambam y este se cayó al suelo quejándose. Los habían cachado, y era lo primero que la madre del tailandés les había advertido.

𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚 𝙒𝙖𝙩𝙘𝙝; 𝙅𝙖𝙘𝙠𝙗𝙖𝙢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora