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Suspiro al ver a mis padres en el comedor.

—Hola...

—Andy bebé, toma asiento ya van a servir la comida.

—Esto es raro... Se suponía iban a estar en la oficina ¿no?

Tomo mi lugar, papá esta escribiendo algo en el celular.

—Cancelamos hoy comeremos todos.

—Oh que bello, comer en familia— papá es él único que nota mi sarcasmo, mamá sonríe ampliamente.

—Como van las clases?— el tono de papá es algo duro.

—Bien, voy muy bien.— ruedo los ojos sin que me vean, mamá aún sonríe como si estuviese orgullosa.

—Bien?, no es suficiente lo sabes... Debes ser la primera de todo el colegio.

—Aldo deja de presionarla.— por que mamá seguía con este hombre?, es decir toda ella es calma, paz y generosidad, y papá... Es papá.

—Es por su bien y su futuro... Ya le has dicho?— mamá niega avergonzada y yo los miro confundida.

—De que hablan?

—Iras a clases de baile— lo dice sin derecho a replica.

—Q-que?... Pfff no hablan enserio.— reí nerviosa.

—Va muy enserio, tienes que ser la mejor en todo y cuando digo todo es todo.

—No puedes obligarme, ni siquiera tiempo para mi, incluso los deberes.

—Pues tienes que hacer un espacio para todo.

Llegan con la cena, la sirven, pero a mi se me quita el hambre.

Me levantó de mi lugar, llamando la atención de ambos. No digo nada y subo a mi habitación.

Gruño y ahogo gritos, por que no tengo un padre normal? Es claro que yo no se bailar, y tampoco pueden manejarme a su antojo.

Tengo 17 años tengo que valerme por mi.

Mi celular lo tomo de la mesa de noche y llamo a Mariana, cuatro timbres nada, hasta el quinto timbre:— Hola?

—Te desperté?— escucho ruido del otro lado de la línea.

—N-no para nada estaba... Estaba viendo una película ¿que pasa?

—Crees que hoy pueda quedarme contigo?

—Por supuesto claro ¿ Pero Dime cual es la razón para tal cosa?

—Te cuento cuando este allá, en un momento te veo.

—Estaré esperando justo al lado de la cochera.

—Claro gracias. — mis agradecimientos son los mas sinceros.

—Vale, pero andando que ya es tarde.

—Okay te veo en ya.— sin esperar respuesta corto y alisto todo lo necesario para mañana.

Salgo por la entrada de servicio, lo que me obliga hacer mi padre. En algunas hiervas me atoro pero poco me importa.

Salgo corriendo a casa de Mariana, puede que quede algo lejos pero es la única en la que puedo confiar.

La veo a lo lejos, le hago señas como la loca que soy, ella responde igual y la abrazo.

—¡Dios! Andy estas helada, entra de una vez.

—Enserio lamento despertarte, pero  es una urgencia.

Teacher S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora