Ya no había marcha atrás, no podía arrepentirme, ya lo había echo una vez y no puedo dejar pasarlo otra vez.Andrea me demostró que esta más dispuesta que nadie.
Regina mi esposa me aseguró que llegaría el día de mañana, pues su madre estaba muy grave.
Se llevo al pequeño, así que tenía casa sola.
En el auto sentía la tensión que había entre ambos, de algún modo tenía que bajarla.
La invito a pasar, ella no muy segura asiente.
Que no se arrepienta es lo único que puedo implorar, que no me deje en este estado.
La lanzo al sofá, ella chilla, me tumbo sobre ella, devoro sus labios, ella intenta seguirlo.
Sus manos recorren mi espalda, sus manos son tan delicadas y suaves.
Ella con rapidez, desabotona mi camisa, con la misma agilidad desabrocho la de ella.
La hago quedar en ropa interior,me deja en el mismo estado, verla así solo en ropa interior, hace que casi explote.
Su sostén negro, junto a sus bragas de encaje, le quedan bien pero sin pensarlo arranco su braga de un jalón, ella me mira sorprendida.
Se muerde el labio inferior, eso me motiva más.
Dos de mis dedos entran en ella, esta tan mojada, que entran y salen fácilmente.
Se arquea contra mi, sus labios ligeramente abiertos, sus ojos cerrados, los gemidos que salen de su boca me hacen bombear más fuerte, se aferra a mis hombros.
Necesito que se vega ya, lo necesito.
Y mi otra mano juega con su pezón derecho, mi boca va al izquierdo, chupo y muerdo.
Sus gemidos son más fuertes, me temo que los vecinos escuchen.
Se me olvida que tengo vecinos al solo ver a la hermosa chica que se retuerce en mi sofá.
Ella llega al esperado orgasmo, su cabello esta desordenado y su frente ligeramente sudada.
Cambiamos de lugar, mi espalda esta sobre el sofá, ella esta de rodillas.
Algo me dice que lo que viene va estar más bueno.
Sus labios recorren mi cuello, hasta bajar lentamente a mi abdomen.
Creí que llegaría hasta que mal estaba, besa mi v.
Me quiero sentar para ver que sigue, sus brazos me empujan para caer de nuevos costado.
Ni mi esposa cree que tiene tanto poder sobre mi, pero le permito hacer lo que ella quiera.
Sin verla con un brazo sobre mis ojos, no se que planea, no hasta que siento un beso en la cabeza de mi pene.
Me quito el brazo de los ojos, ella me mira, con su sonrisa traviesa.
Sin desaparecer la sorpresa de mi, ella toca descaradamente mi hinchada polla, sin volver a esperarlo la adentra en su boca, gruño al sentir su lengua recorrer mi longitud.
Me obligo a levantarme, ella sigue de rodillas me mira sin entender.
Mis manos van a su cabello, ella vuelve a lo suyo, lo que no entra en su boca lo acaricia.
Gruño, esa sensación hacia mucho que no la sentía.
Le follo la boca, ella no se queja.
Mi orgasmo llega, junto con gruñido grutal.
Ella sonríe satisfecha, pero que creyó? que había terminado con ella? Pues no.
La levanto cargándola, envuelve sus piernas al rededor de mi cadera.
La llevó a mi habitación, la tiro sobre la cama.
Me tomo mi tiempo acariciando su lindo cuerpo, y si es virgen?
Me sentiría honrado de ser el primero, pero eso estaba mal.Ella espero que hiciera algo, pero no podía, sentía la necesidad de saber si de verdad ella quería perder su virginidad. Aunque a ser sincero parecía muy decidida a hacerlo.
—Es tu primera vez?— duda en responder.
—No, no lo soy.
No sabía si sentirme aliviado o molesto.
Muerdo el lóbulo de su oído derecho.
—Perfecto, entonces podemos hacerlo a mi manera.
Si ella había dicho que no era su primera vez entonces podría hacer con ella lo que quisiera.
Sus piernas, se remueven por la cama al sentir mi manos en sus pechos.
No tengo preservativos ya me encargare yo de que no quede embarazada.
La beso, ella sigue enredando sus manos en mi cabello.
Entro en ella, sin más ella gime, yo gruño al hacerlo.
Amortiguó sus gemidos con mis labios, no quería arriesgarme, entro y salgo de ella, se siente tan bien.
Sus manos van a mi trasero, empujando más.
Se que quiere más, la cama golpetea con la pared, necesito más de ella.
Ella dice palabras que no entiendo, igual no es que le ponga atención a lo que dice.
De nuevo transpira, y sus labios ligeramente abiertos con su cuerpo pegado al mio, mi cuerpo pide la liberación, no lo concedo, no hasta que ella ruegue por el de ella.
Mis movimientos son bruscos, ella pide por más.
—P-profesor... Me vengo.
— Vamos hermosa, vente para mi— mi índice y medio pellizcan su clítoris, eso ocurre ella llega.
Golpeó más fuerte, necesito venirme pero ya.
La veo intentando aferrarse a las sabanas tomando estas en sus puños, gimiendo y suspirando solo por mi.
Es lo que necesito para llegar, gruño, salgo de ella, cayendo a su lado.
Los dos intentamos regularizar nuestras respiraciones.
Se cubre con la manta, la siento levantarse y yo hago lo mismo.
—Puedo usar el baño?— asiento, su rostro esta rojo.
—Adelante— le señalo la puerta donde es, ella se encamina hacia ahí.
Camino a hacia ella acorralandola en la ducha, ella sonríe de lado.
Se pone de puntas besando mis lunares, los dos en medio de la ducha nos repartimos caricias y uno que otro beso.
Al terminar se pone una toalla sobre su cuerpo, busca en la habitación toda su ropa.
—Pasa algo?— le pregunto al ver como mira su celular.
—Puede encaminarme a casa?
—Dijimos que nada de formalidades.
—Quien lo entiende? Primero nada de formalidades y luego profesor alumna y otra vez dice que nada de formalidades... Ya no entendí.
—Bueno ya hicimos de todo no creo que sea necesario que me hables de usted.
—No hemos echo de todo, aun falta profesor.
Me gustaba su actitud a pesar de lo que acababa de pasar no se sintió incomoda incluso sus palabras las tome muy enserio, y aun falta por todo lo que le quiero hacer.
La llevo a casa, se despide y la veo entrar. Sin mas me voy a casa a dormir.
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Teacher S.M
RandomDonde Andy se propone llevarse a su lindo profesor a la cama, llevándose varias negativas y varias consecuencias Esta historia es mía.