Epílogo

149 5 0
                                    

Epílogo

Narra Ashley

Acaricié con ternura mi pancita, dejando que una sonrisa iluminara mi rostro al recordar las palabras alentadoras de la doctora. Confirmó que mi bebé estaba en excelente estado y ya pesaba, como mínimo, tres kilos y medio.

La alegría se reflejaba en los rostros de mis hermanos al conocer la noticia, aunque mi mamá, con un interés marcado, no podía ocultar su deseo de conocer el sexo del bebé. Su insistencia rozaba lo cómico, llegando al punto de que bromeaba diciendo que me mataría literalmente por no querer saber ese detalle.

La noche anterior, una sensación extraña me había inquietado, como si algo malo estuviera a punto de ocurrir. Sin embargo, esos pensamientos se disiparon rápidamente al recordar la emocionante reunión que me esperaba: ver a mi mejor amigo después de tantos años.

En el trayecto al aeropuerto, mi novio y yo compartíamos la expectativa del encuentro con Ryan y sus amigos. Su pregunta rompió mi ensimismamiento.

-¿Los demás ya llegaron? -indagó mi novio, dirigiéndose a mi hermano y amigos. Asentí con una sonrisa.

-Sí, ya están allá. -Suspiré- Es una lástima que Paúl se haya ido -murmuré, haciendo una mueca al recordar a mi hermano menor, quien junto con su novia y primos, había decidido embarcarse en un intercambio para enriquecer sus estudios y explorar nuevos horizontes. Su llamada, anunciando la decisión, resonaba aún en mis recuerdos de hace más de unas semana atrás.

No me agradaba la idea de tener a Paúl tan lejos, pero siendo mi hermano y siendo consciente de que él tiene el control de su vida, no puedo pretender dirigir su camino a mi antojo.

A pesar de mis insistencias, advirtiéndole que no conocería a su sobrina, él optó por perseguir sus sueños y yo, por mucho que sea su hermana, no tenía la autoridad para detenerlo.

—Sí, y se llevó a mi hermanita el muy... —Luke se interrumpió. Era consciente de que insultar a Paúl causaría problemas conmigo.

—El muy... ¿Qué? —insistí, sabiendo que no diría lo que pensaba.

—El muy tierno de tu hermano, amor —respondió inocentemente. Rodé los ojos con una sonrisa divertida.

—Imbécil —solté entre risas, propinándole un puñetazo juguetón en el brazo. Luke rió y, sin dejar de sonreír, mencionó:

—Oye amor, me he dado cuenta de que no hemos pensado en nombres para nuestro bebito que viene en camino —dijo, dirigiéndome una rápida mirada antes de volver la vista al camino.

—Es cierto. Ahora que lo mencionas, ¿Qué quieres que sea nuestro bebé? —pregunté nerviosa. Luke sonrió abiertamente.

—No me importa si es niño o niña, solo quiero que nazca sanito y que se parezca a mí —dijo con una risita. Rodé los ojos sonriendo.

Mi novio siempre sería algo arrogante, pero sabía que nadie superaba mi nivel de egocentrismo.

—Mi bebé se parecerá a su mamá. Guapito e irresistible —murmuré mirando mis uñas. Luke mordió su labio mientras negaba con la cabeza.

—Toda la razón, amor. Toda la razón —repitió divertido. Suspiré.

—Yo... quiero que sea una niña —dije, imaginándome a una princesa en mis brazos con ojos del mismo color que los míos y rasgos que reflejaran la mezcla de Luke y yo.

—Bien, si tú quieres una niña, yo quiero un niño. Para que sea igualitario —murmuró con ternura. Me mordí el labio sonriendo y lo miré para lanzarle un beso en su dirección.

Enamorando Al Mujeriego (Libro 2) [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora