Capítulo Veintiuno: El Odio.
Cuando la puerta de tu casa se cierra, sientes la mirada de Linda en tu nuca y sabes que posiblemente ella está pensando que tú intentaste delatar a Rick y ahora ella posiblemente te está odiando, pero no quieres detenerte a pensar. Subes con pesar y lentamente las escaleras, hasta que escuchas como dice tu nombre por lo bajo, ella está tan enojada, y tú solamente tienes tanto miedo y quieres subir esas escaleras y correr a tu habitación, cerrar la puerta y llorar fuerte contra la almohada.
"¿Qué quieres?" Murmuras, porque tu voz a lo bajo aún hace eco en el silencio escalofriante de la casa, te quedas a mitad de la escalera, mientras que ella parece pensar en las cosas que debe decir, aunque posiblemente está buscando los insultos ideales, tu alma está debajo de tus pies mientras que tu corazón se agita con fuerza contra tus costillas, te duele su mirada dura.
¿Qué mierda le costaba a dios enviarte con una familia normal?
"Tú... frank, ¿tú le dijiste algo a los Oficiales? ¿algo que no debías?"
Haces una mueca de disgusto y sigues subiendo las escaleras, tus ojos queman, tu alma está encendida con la flama del infierno, el dolor arde mientras que tu respiración incrementa, ¿qué quieres de mi?
"Frank..."
Ella sube las escaleras detrás de ti, te das la vuelta para encararla y mirarla con todo el odio que puedes sentir en el momento, pero ni siquiera así puedes odiarla realmente, ella dice que es amor, ella dice que él la ama, ¿cuántos crímenes llevan el nombre del amor?
"No les dije nada, ¿bien?"
Tu mandíbula se aprieta mientras que te tambaleas en tus pies, de atrás hacia adelante, tus brazos siguen envolviéndote, una armadura constante.
"Frank, Rick no es un tipo malo, él trabaja y... gracias a él a esta casa no le hace falta nada. Deberías agradecerle, no te hace falta nada gracias a él."
Te ríes, ríes con fuerza mientras que algunas lágrimas se deslizan por tus mejillas, tu ojo azul-morado duele mientras que las risas se vuelven sollozos y ya no lo soportas, debes sostenerte de la pared de al lado porque sientes que tu mundo está cayéndose a pedazos, ella sigue viéndote confundida y vuelves a mirarla, ella no tiene idea. O hace como si no la tuviera.
¿Ella sabe que él te ha asesinado muchas veces bajo el mismo techo que comparten?
"Los odio a ambos..."Murmuraste bajo y con calma, como el viento antes de una tempestad. "...en especial a ti, ¿crees que... ¿crees que todos los moretones que tengo me los hago jugando con mis amigos? ¿no escuchas mis gritos de súplica en las noches? Te odio tanto, deseo con toda mi alma que ambos estuvieran muertos."
Y tu alma se desliza y muere mientras te das la vuelta y entras a tu habitación.