Capítulo Veinticinco: Contacto.
"Cuando le dijiste negro de mierda a Pete, parecías un nazi." Dijiste, reíste.
"Es porque sé que eso le molesta, Frank, sé cuáles son las debilidades de todos. Ese es el truco, así es como te conviertes en alguien temible."
"¿Temible o respetable?"
"Temible, ellos no me respetan, solamente tienen miedo de que pueda usar todo lo que sé en su contra." Te volteaste y dejaste tu cabeza recostada en su pecho, escuchando los latidos de su corazón ir demasiado rápidos a, luego, demasiado lentos.
"¿Usarías todo lo que sabes de mí, en mi contra?" Preguntaste, débil, escuchaste su respiración pasar por su pecho y luego sentiste su aliento llegando hasta mover alguno de tus cabellos.
"No, porque... no dañaste a nadie, ni... lo que sé de ti, es algo que no usaría en tu contra, porque no es algo que merezcas, Frank, ni siquiera si llegas a lastimarme, nunca lo haría."
Acarició tu cabello y cerraste los ojos, sentiste que podías confiar en él, aunque fuera de ese modo, aunque casi no lo conocieras.
"¿Por qué le dijiste a Pete que podías acabarlo solamente con una llamada?"
"Porque conozco a alguien que... porque tengo mis contactos."
"¿Quién?"
"Alguien que iba en la prepa antes, fue expulsado, es-es algo así como mi amigo. Es mayor. Estaba en primer año cuando él iba en su último año y luego, simplemente lo expulsaron, era muy problemático." Mordiste con fuerza el interior de tu mejilla antes de apartarte de él y preguntar con la mirada, con tu voz nerviosa.
"Sé de quién hablas." Dijiste, con algo de miedo.