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Capítulo Veintitrés: El Defensor.

Estás a punto de entrar a clase, el pasillo está desértico ya que la hora de entrada ha sido hace mucho, te sudan las manos y es porque están escondidas dentro de tus bolsillos, miras hacia los lados y sientes que alguien posiblemente está siguiéndote.

Te quedas frente a tu casillero, sólo para esperar que aquél chico de último año cruzara antes de que tú. Quizá solamente estás siendo paranoico.

"Iero..."

Escuchas que dice, te quedas petrificado ante el casillero amarillo, sientes tus latidos fuertes contra tu pecho y respiras lento. Simplemente esperando. Te volteas y ves a Pete Wentz cerca, sonríe ladeado mientras que te ve hecho una bola de nervios.

"¿Qué quieres?"

No quieres sonar malhumorado o como si no quisieras tener una conversación con él en absoluto, simplemente quieres que te deje en paz. Él era una de las principales personas que te hacían la vida imposible en secundaria.

"¿Por qué me hablas de ese modo?"

"Y-yo no..."

Él rueda los ojos y se acerca unos pasos más hacia ti, esperas por el puño o cualquier insulto de su parte, sólo esperas a que sea breve o de lo contrario terminarías desecho.

"Sigues siendo la misma rata de siempre, ¿uh?" Sonríe nuevamente, la sonrisa no llega a sus ojos, simplemente está allí en sus labios y lo hace ver escalofriante. Cualquier persona que mida unos centímetros más que tú te parece escalofriante.

"Déjame en paz, tengo que ir a clases." Caminas unos pasos hacia adelante pero él te detiene desde el hombro, te mira como si sintiera asco y vuelve a soltarte, empujándote brusco hacia atrás, haciendo que tu espalda chocara contra el casillero. Del otro lado del pasillo ves como se acerca Gerard, de repente no quieres que él vea cuán miserable es tu vida y cómo todos parecen quererte de bolsa de boxeo. Te quedas sumamente quieto y ves como el de ojos verdes se acerca, mira a Pete con asco y luego detiene su mirada en ti. Te sientes pequeño.

"Way, ¿qué tal todo, uh?"

Habla Pete. Gerard ni siquiera se molesta en contestarle, sigue estudiándote con la mirada. Tu labio inferior está siendo presionado con tus dientes y tus manos tiemblan en puños.

"¿Estabas molestando a Iero?" Dice él, dirigiéndose a Pete ahora, Wentz sonríe nervioso y hace un gesto con la mano. Como restándole importancia. Como si no tuvieras importancia en lo más mínimo. Ahora Gerard te lo pregunta a ti con la mirada, mientras que se acerca y toma tu brazo, acercándote más a él. "Escucha, negro de mierda, no te metas con Frank si no quieres terminal mal, ¿oíste? Puedo hacer que tu vida se vuelva muy miserable solamente con una llamada."

El rostro de Wentz palidece mientras que asiente efusivamente, lo miras sorprendido, él ni siquiera te mira de vuelta. Camina unos pasos hacia atrás y voltea corriendo hasta llegar al otro lado del pasillo. Gerard sigue tomándote del brazo mientras que miras cómo ha huido Pete.

Luego vuelves a la realidad y recuerdas que estabas molesto con Gerard, así que quitas tu abrazo de su agarre y vuelves a autoabrazarte.

"Podía defenderme solo."

"Sí, Iero, tu rostro de auxilio me decía que tenías totalmente controlada la situación".

"No necesito que seas mi héroe, así que no te sientas uno". Murmuras por lo bajo, pero él solo niega, irónico, y camina unos pasos hacia la salida, luego voltea a verte, como diciendo "¿no vienes?", suspiras y miras hacia el lado contrario del pasillo, la clase del profesor Albert te aburre hasta la muerte.

Y de pronto no sabes por qué estás siguiendo a Gerard nuevamente.

las otras cosas. » frerard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora