🏁S I N O P S I S🏁

319 23 8
                                        

Asher

17 de mayo de 1995

5 años de edad.

—¡PAPÁ!

—¿¡Qué sucede!? ¿Te caíste? ¿Te hiciste daño? ¿Estás bien Asher? — Mi papá toma mi rostro en sus manos y me evalúa para ver si tengo algún daño. Mi ceño se frunce y saco mi cara de sus manos.

—Estoy bien papá. Deja de tocarme la cara. Te llamaba por esto—. Señaló el televisor y mi padre lo mira con confusión.

—¿Asher... me hiciste correr asustado solo por la carrera de NASCAR? — Sonrío abiertamente y comienzo asentir mientras brinco de alegría. Mi padre se pasa una mano por su cara cansado y se arrodilla al frente mío. —Hijo me alegro de que te gusten estas carreras, pero no vuelvas a gritar así. Me asusté mucho. Si sigues haciendo eso algún día a tu padre le dará un paro cardíaco.

—Pero es que Gio Richarson, llegó a la final. Ganó la competencia—. Vuelvo a brincar haciendo que mi padre sonría.

—¿Admiras mucho a ese muchacho de 23 años, Hiddleston?

—Si papá. Cuando sea grande quiero ser como él. Un corredor de NASCAR —. Pongo mis brazos en forma de jarra y mi padre ríe antes de dejar un beso en mi frente y se levanta del suelo.

—Vas a ser mejor que él.

—¿De verdad lo crees papá?

—No lo creo, lo sé. Ahora vamos a comer—. Toma mi mano y yo lo sigo feliz haciéndole preguntas de carros. Se, por la cara de mi padre, que ya está cansado de mis preguntas, pero como quiera continúa respondiendo. —Lo entiendo Asher te encanta los carros, pero crees que podemos cerrar ese tema por hoy. Prometo llevarte a un auto show para que veas los diferentes autos qué hay. ¿Hecho?

—Hecho—. Doy un bocado a mi hamburguesa animado. —Papá

—Si Asher.

—Te amo—. Los ojos de mi papá se humedecen y me sonríe felizmente.

—Yo también te amo Asher. Ahora come para ir a ver la carrera de ese tipo que tanto admiras.

—¡Si!

25 de diciembre 1995

6 años de edad

Miro la carrera de NASCAR mientras bebo un chocolate caliente. Papá está en la cocina haciendo el desayuno. Miro de nuevo el árbol de navidad y suelto un suspiro al ver que no hay ningún regalo para mí.

—¡Asher ven a comer! — Miro de nuevo la televisión viendo que esta vez Gio no ganó la competencia. El locutor sigue hablando sobre las causas de por qué no ganó, pero no prestó atención. Camino con desgano a la mesa y mi padre me mira con una ceja enarcada. —¿Qué sucede Asher? ¿Gio no ganó?

—No, al parecer no estaba tan concentrado en la carrera—. Juego con la comida y siento mis ojos humedecerse.

—No estés triste Asher. Perder es algo que todas las personas pasan. Hay veces qué hay que perder para ganar. No todo puede ser ganancia, las pérdidas también son ganancias que nos enseñan a valorar lo que tenemos y somos. Tal vez Gio no ganó esta carrera, pero tal vez la próxima si lo hará—. Una lágrima resbala por mi mejilla y mi padre se acerca a mi preocupado.

—¿Soy un niño malo papá?

—Pero, ¿qué dices Asher? Eres un niño increíble, el mejor hijo que pude haber tenido.

—Entonces, ¿por qué santa no me dejó un regalo? ¿Me he portado mal? —. Mi papá niega con rapidez y sé que me iba a contestar, pero vuelvo a interrumpirlo. —Ni siquiera mi madre me quiso. Al parecer lo único que hago es decepcionar a las personas—. Papá me mira sin parpadear y creo que se pone pálido antes de sacudir su cabeza y con sus dedos limpiar mis lágrimas.

Life in reverse✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora