🏁C A P I T U L O 26🏁

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17 de junio de 2010



No tengo que aclarar que ayer me fui de NASCAR. No tenía fuerzas, ni la cabeza para estar allá. Busqué a Brooke y los dos nos fuimos. Estábamos cansados mental y físicamente. No era bueno quedarnos ahí.



Cuando llegué a casa mi padre no estaba. Así que me libré del interrogatorio. Aunque él sabía que yo me había quedado en casa de Brooke, en eso no iba a tener problemas. La cuestión era que mi padre me conocía muy bien y se iba a dar cuenta que algo malo estaba pasando. No tengo ningún inconveniente en decirle a mi padre la discusión que tuve con Amahia, nunca le he ocultado nada y no voy a empezar ahora. Solo necesito tiempo para aceptar todo lo que ha pasado en estos últimos dos días.



Cuando me levanté esta mañana me sentía un poco mejor. Claro, porque no tenía resaca y había podido descansar mucho mejor. Cuando baje a la cocina mi padre ya estaba en la mesa desayunando y leyendo el periódico. No le dije nada, solo me acerqué a la nevara para tomar una botella de agua y una manzana.



—Holden estuvo llamando toda la tarde. Dejó un montón de recados y hasta me suplico que te pasara la llamada, pero le dije que estabas durmiendo—. Asiento como respuesta mientras me siento a su lado. —Está claro que sucede algo grave para que se matara llamándote, pero no pienso presionarte para que me lo digas. Confío en que tú mismo me lo dirás cuando te sientas listo.



Vuelvo asentir, aunque esta vez no puedo evitar que una lágrima recorra mi mejilla. Me la limpio con furia cuando la siento y veo como mi padre me mira sorprendido.





—¿Por qué soy tan ingenuo, padre? Yo pensé que ser bueno, educado, inteligente era lo que ella buscaba. Al parecer no me esforcé lo suficiente o tal vez no soy lo que busca. ¿Sabes qué? A la mierda ser el chico bueno. Parece ser que a las chicas no les gusta eso. Les gusta que las traten mal, que le ponga la dignidad por el suelo, que no se preocupen ni siquiera en llamarlas por una semana entera; eso es lo que le gusta a las chicas. Lástima que yo no sea ese tipo de chico, ¿Verdad?



Mi padre no dice nada. De hecho, me mira algo conmocionado.



—No hace falta que conteste padre. Estoy bien, solo fue un rechazo, lo superaré con el tiempo. Lo de Holden no es tan grave tampoco, solo tenemos que hablar y se resolverá.



Y sin más me levanto de la mesa y salgo de la cocina. Necesito salir de aquí antes de que me consuma.

***

Decidí ir al gimnasio. Se supone que hoy debía ir a NASCAR, pero me tome la libertad de venir primero a este lugar.



No esperaba encontrarme con Loan cuando llegué aquí, aunque no me molesta en lo absoluto. Tal vez me haga bien hablar y estar en compañía de alguien para no pensar en Amahia.



—¡Asher! No esperaba verte aquí—. Me acerco y lo saludo con un abrazo.



—Yo tampoco esperaba verte. Siempre estás cuidando a la pequeña Libia.



—Si lo sé, pero hoy Landon se quedó con ella. Estaba algo triste y me pidió cuidar a Libia para que lo devolviera a la vida.



—Está así por lo de Brooke, ¿Verdad?



—Sí. No ha querido hablar del tema y lo entiendo. No debe ser fácil para él ver como la persona, que siempre ha amado, se va por tres años.



—Yo le dije a Brooke que intentaran la relación a larga distancia, pero ella solo dijo que las odiaba—. Me pongo las cintas en los nudillos y alrededor de las manos para poder golpear el saco de boxeo.



Life in reverse✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora