Mientras conduzco no dejo de pensar en todo lo que paso en el hospital. En los pocos días que llevo conociendo a Amahia nunca la había visto tan inestable como hoy. Richarson es una pieza clave en su pasado, un pasado que no la deja ir. El dolor fue bastante claro en su mirada, el resentimiento y el odio también. Sin contar que Gio también estaba muy nervioso. Siempre que se encuentra encerrado en una situación dice comentarios hirientes para aplacar su propio dolor.
Sé que no debo meterme, que por más curiosidad que tenga debo aguantarme hasta que ella me diga, a que ella confíe en mí. Aunque eso no significa que no me esté muriendo de curiosidad. Suelto un suspiro abrumado y de reojo miro a Amahia que solo mira por el cristal. Está pensando a toda velocidad y no sé si eso es bueno o malo.
¿Debería preguntarle qué fue lo que paso en el hospital?
¿Qué pasa si arruino todo por mi curiosidad? Bien dicen que de la curiosidad murió el gato. Es mejor esperar, yo sé que ella me lo dirá cuando esté preparada.
—Tenía catorce años cuando conocí a Shlieman—. Amahia rompe el silencio haciendo que la mire sorprendido. Cuando dije que iba a esperar a que ella me lo dijera, no pensé que sería ahora. — ¿Cómo lo conocí? Me temo que todavía no estoy lista para contártelo, lo siento.
—Tampoco tienes que contármelo ahora pequeña pilar. Nunca te exigiría decirme algo que te duele, que te lastima—. La miro directo a los ojos cuando me detengo ya que el semáforo está en rojo. Puedo ver la gratitud en sus ojos húmedos por sus lágrimas retenidas. Ella suelta un suspiro y asiente como si se estuviera convenciendo de que hablarlo es lo correcto.
En ningún momento la presiono, ni le exijo que me diga; eso tiene que salir de ella. Cuando el semáforo se pone en verde pongo mi vista en la carretera dejando el tema atrás. Tal vez ella ya se arrepintió de decirme su secreto. No la culpo, cuando uno está vulnerable hace y dice cosas que después se dan de cuenta que no debían hacerlo.
—Es obvio que a esa misma edad conocí a Gio Richarson y tuvimos muchas diferencias, o, mejor dicho, demasiadas peleas. Estúpido, no. Un hombre de veintiocho años discutiendo con una niña de catorce años, para que veas lo inmaduro que era, es y seguirá siendo el idiota de Richarson—. No contesto porque quiero que siga. Es la primera vez que me cuenta algo tan personal de ella y yo no pienso interrumpirla. Le doy una mirada rápida y noto que está dudando si decirme lo otro o no. Al final parece que decide contarme porque suelta un suspiro bastante gracioso que me hace sonreír divertido.
>>Una persona que yo conocía empezó a salir con él. Créeme, mi desagrado hacia a él aumento a niveles que ya ni siquiera podía verlo porque quería matarlo. Odiaba ver como esa chica caía siempre en sus mentiras una y otra vez. La chica misteriosa era la hermana de esa chica y de lejos se notaba que no se llevaba con él también. Richarson siempre tuvo una rivalidad con la chica misteriosa. Llego hasta decir que solo estaba con su hermana por venganza.
—¿Conociste a la chica misteriosa? —Me estaciono al frente de la panadería que siempre vengo y me acomodo para prestarle más atención a lo que me está contando. Amahia me mira a la cara y asiente débilmente.
—Yo —Amahia niega la cabeza y mira por el cristal esquivando mi mirada. —Hay cosas que simplemente es mejor no decirlas y esta es una de ellas. Siento haberte molestado con mis dramas innecesarios.
Corta cualquier contacto y se baja del auto rápidamente. Me quedo mirando confuso el asiento donde ella estaba sentada.
¿Dije algo que la obligara a cerrarse de esa manera? Solo le hice una inocente pregunta sobre la chica misteriosa. ¿O no? Paso una de mis manos por mi cabello y suelto un suspiro agotado antes de tomar dos gorras de la guantera y bajarme del auto.
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Life in reverse✅
Genç KurguAsher Hiddleston es un fanatico de las carreras de Nascar. Desde pequeño supo que correr estaba en su sangre. Que la adrenalina era su vida. Ahora, él nunca pensó que con una carrera clandestina iba a cambiar su vida. Con apenas 16 ganó su primera c...