Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISH

Las crónicas de "Gimnasio La Montaña"

1)Los Vargas

Los Vargas eran las pesadillas de los profesores. Ignoraban sus lecciones, no se estaban quietos durante las clases y eran casi siempre, por no decir siempre, los líderes de las "revoluciones".

Por ejemplo, había ciertas reglas cómo el uniforme, no llevar piercings o los chicos debían tener el cabello corto. Pues ellos no, al ver como sacaron a una chica del aula por llevar otro pendiente en la oreja al día siguiente Martín llegó con un piercing en la ceja.

-Ya sabe que eso no se puede llevar. - Le regañó el profesor.

-Eso es injusto, no estoy ofendiendo a nadie. - Aseguró Martín.

Pero en vez de retirarlo el lunes llegó con uno nuevo, en el labio inferior y Simón se unió a su causa al ponerse un pendiente. Al final ambos fueron suspendidos aquella semana.

¿Y acababa ahí? Ojalá, Simón se dejó el cabello largo y escribió un villancico, no muy religioso la verdad, que tuvieron que quitarle. O no olvidar mencionar sobre el invierno siguiente, pues resulta que las chicas debían llevar falda y se morían de frío por lo cual fueron a reclamar el poder llevar pantalón largo cuándo hacía frío, pero les dijeron que no.

¿Qué cómo se enteraron los Vargas? Fácil, gracias a Susana Isaza hermana de Juan Pablo Isaza, así que ambos decidieron conseguirse unas faldas y llevarlas hasta que les hicieran caso.

- ¿Podrían dejar de liarla cada dos meses? - Les preguntó el director cansado de verles casi siempre en su oficina.

-No la estamos "liando", solo estamos mostrando que hay cosas las cuales no deberían prohibirse debido a que nadie está haciendo nada malo. - Aseguró Simón con tanta seguridad que incluso el hombre empezó a plantearse lo que le dijo.

- ¿Y por ellos las maestras de religión les echaron de sus clases? - Preguntó el adulto.

-No, a mí me echaron por qué puse havy metal cuándo la maestra nos dejó poner una canción a cada uno. - Respondió Simón y el director miró a Martín esperando su respuesta.

-Yo por asegurar que una persona puede llevar la ropa que quiera sin importar el género y que pueden gustarle ambos géneros o el mismo cuándo teníamos debate. - Contestó el menor.

Al salir del despacho se encontraron a Aleho y a los Juan Pablo esperándoles.

- ¿Os expulsaron? - Preguntó Isaza pasando su brazo por los hombros de Martín.

-Que va, solo más advertencias. - Aseguró Simón.

-No entiendo como todavía no les expulsaron. - Comentó Aleho divertido.

-No les faltará mucho. - Dijo Villamil y ambos hermanos rodaron los ojos.

2)El musical

Decir que amaban la música era poco, vivían por ella, así que se apuntaban a cualquier cosa relacionada con ella. Participaban en el coro, en la banda del colegio, tenían distintas bandas entre ellos, a veces componían y por lo menos un día a la semana se juntaban a practicar por la tarde.

Una de sus actividades favoritas era colarse en el aula de música, a la hora del patio cuándo no había nadie, para así montarse sus "conciertos". Isaza tocando el piano o la guitarra, Villamil la guitarra, Simón el bajo, Aleho la batería y Martín el cajón peruano, aunque estos dos últimos se intercambiaban los instrumentos cada vez que venían, también sabían tocar otros instrumentos como la trompeta o el chelo.

En aquel momento no estaban haciendo nada serio, solo cantaban y tocaban la canción "Mátalas" de Alejandro Fernández la cual era muy popular en las fiestas del pueblo y al acabar unos aplausos les sobresaltaron.

- ¿Nos aplaude por colarnos o por qué lo hicimos bien? - Preguntó Villamil a la profesora de música.

-Ambas. - Respondió la mujer.

-Ya valimos. - Dijo Aleho.

-Pero podría perdonarles el colarse en el aula si actúan en el musical de final de curso. - Propuso la profesora.

Y así es como Isaza acabó siendo un árbol, Villamil como niño pasto, Aleho como un matorral del campo, Simón como una estatua y Martín como un pájaro. No aportaron nada a la obra, pero fue la venganza de los profesores hacía los alumnos ellos por siempre estar dándoles problemas, aunque no pensaron que aquello tendría consecuencias y decidieran guardarse eso para más tarde desatar su venganza.

¿Y cómo lo hicieron? ¿Qué fue aquello tan grande para cambiar "Gimnasio La Montaña para siempre? Esta vez no estaban solos, si no apoyados por todos aquellos alumnos que habían sido castigados o suspendidos por cosas que no tenían justificación alguna y excusas pobres por parte de los profesores.

- ¿Están preparados? - Preguntó Simón frente a la tribuna del salón donde se practicaban los debates.

- ¡Sí! - Gritaron a coro unos cuántos alumnos allí reunidos.

- ¡Viene el director! - Avisó Isaza y en menos de lo que canta un gallo allí ya no había ningún alumno.

El primer paso estaba completo, solo quedaba esparcir con cuidado la idea entre los demás alumnos sin que los maestros se enteraran.

Esta idea se me ocurrió al ver estas imágenes:

No sé qué estaba pasando, pero yo no pude evitar tener que crear algo relacionado con ellas y canción que se menciona está arriba.

~Diana.