Cati me tiene exclavizada y pasa esto

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Gracias a: AndreaSofía09, Lauva21, aqyercnnfkda, EsperanzaPelayoC y Cati tenemos tercera parte. Y como siempre, si esta historia no te gusta no estás obligado/a a leerla.

¿Para que despertar con la molesta alarma cuando puedes despertar por el maravilloso ruido extraño en la cocina seguramente provocado por Simón?

-¿Que pasó acá? - preguntó Isaza al ver todas las cacerolas, que no utilizaban, por el suelo.

-Alguien puso mal una y las demás se cayeron - respondió Pedro sentado en una de las sillas sin despegar la vista del móvil.

-Una manera hermosa de despertar - comentó Martín sarcásticamente.

-¿Esa es mi sudadera? - preguntó de repente Isaza.

-No sé que te hace pensar tal cosa - respondió Martín.

-Nada tiene que ver lo larga que queda la sudadera - comentó Simón.

-El vicio ese de robar ropa no se va ¿eh? - bromeó Villa.

-Pues sí - respondió Martín continuando la broma al de ojos avellana.

-Oye Martín, ¿que piensa hacer? - preguntó Pedro.

-¿Sobre qué? - preguntó el nombrado.

-Sobre lo que estuvimos hablando el otro día - dijo Malaver.

-Pues realmente no quiero seguir retrasándolo, pero tampoco es cuestión de que justo caiga en un día que ya tenemos ocupado - comentó Martín.

-Tampoco es cuestión de que tú te sientas mal - argumentó Pedro.

-Veremos lo que pasa al final - dijo Martín

Finalmente el menor de los Vargas había a acertado con su suposición, pero gracias a los dioses el bueno de Aleho se ofreció sin problemas a cubrir al menor. También Martín tuvo que insistir mucho a Juan Pablo Isaza para que este no fuera con él por la simple razón de que no quería entorpecer nada, a demás ya sería suficiente si preguntan por uno.

✴️✳️✴️✳️✴️

-Hola - saludó Isaza a su novio mientras esté lo miraba confundido.

-¿Que hace acá? - preguntó Martín sorprendido.

-Quisimos venir a verte - respondió Juan Pablo sentándose en un lado de la cama.

-Pero... - intentó hablar, pero el mayor lo interrumpió con un beso.

-Nada de peros, precioso - dijo Isaza -. Ellos preguntron igual y la mayoría entendió que quisiéramos verte, aunque no les contamos el porque ya que eso es decisión tuya - añadió mientras Martín agarraba una de las manos del mayor.

A pesar de que el menor ya había vuelto a casa debía hacer reposo para que las cicatrices no se abrieran y se acabaran de curar.

-¿Cómo vas? - preguntó Juan Pablo.

-Un poco extraño, pero feliz. Ya no necesito el binder ese del demonio - respondió el menor con una sonrisa que contagió a su pareja.

La mano que Isaza tenía libre tanteó ligeramente el abdomen desnudo del menor y al no recibir negativas dejó la mano ahí.

Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora