Había sido una malísima idea, ¿por qué le hacía caso a Simón?
La última clase que tenía era justo educación física y él no tendría problema alguno si no fuera por los malditos vestuarios.
¿Donde debía entrar? Al de chicas no, él no era una, pero al de chicos tampoco pues a pesar de que él sí se sintiera como uno, los demás no.
Decidió que la mejor opción era dejar la mochila en los baños (a pesar de que le volvía a ocurrir lo mismo), pero sabía que a última hora estaban cerrados y nadie podía entrar. Claro que él hacía algo ilegalísimo, con una orquilla y un clip ya tenía vía libre.
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-¡Simón, déjame! No quiero ir - se quejó Martín.
-No puedes llevar siempre mi ropa, tenemos que comprarte para ti - dijo Simón.
-¿Me está retando? - preguntó Martín.
-No, lo estoy afirmando - aseguró Simón.
-¿Están listos para irnos? - preguntó la mamá de los Vargas.
-¿Realmente es necesario ir? - cuestionó Martín.
-Claro que sí, ¿por qué no quieres ir? - preguntó la mujer.
-Me da pena - confesó Martín.
-No tiene nada de lo que estar apenado - afirmó Simón abrazando a su hermano.
Más pronto de lo que a Martín le hubiese gustado ya llegaron a la tienda de ropa, gracias al señor pasaron olímpicamente de la sección de chica y fueron directamente a la de chico.
-Mira a ver si encuentras algo que te guste - le dijo su madre.
Al principio miraba las prendas un poco inseguro, pero poco a poco fue eligiendo alguna cosa gracias a la ayuda de su hermano.
Todo iba bien, se compró unas cuantas cosas y después los tres fueron a por un helado, pero de repente pasó algo que no estaba realmente preparado para enfrentar.
De repente se encontraron con Villamil, Isaza y Aleho, los cuales los vieron y se acercaron para hablar con ellos.
-Hola Monchito, ¿que haces por acá? - preguntó Villa como siempre siendo un metiche mientras los otros dos saludaban a la madre de los Vargas.
Pero los tres se quedaron un poco confundidos con la persona de enmedio. A pesar de haber empezado con los tratamientos hormonales en un mes habían cambios, pero no exagerados y si te fijabas atentamente podías todavía ver rastros de Marina.
-¿Marina? - preguntó Isaza confundido.
-No soy Marina, me llamo Martín - afirmó.
-No, tú eres Marina Vargas Morales - insistió Villamil.
-¡No! - negó Martín.
-¡Villamil! - lo regañó Simón.
-Esto es muy confuso para mí - dijo Isaza.
Pero Aleho únicamente abrazó a Martín.
-Yo te apoyo, Martín - aseguró Alejandro.
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Aleho era normalmente apodado como "el papá del grupo" y no era solo por ser el más mayor o el que sabía cocinar, si no por lo mucho que se preocupaba por sus amigos y eso quedó demostrado para todo el mundo.
Habían quedado a y media, era menos cuarto y Martín todavía no había llegado. Aleho empezó a entrar en modo "papá protector" e insistió junto con Simón ir a buscar al menor.
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Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISH
FanfictionHabrán one-shots o historias cortas sobre lo que pone el título y otra cosas random, también se aceptarán pedidos. Somos dos escritoras las cuales firmaremos como: ~Diana ❧Cati Quiero aclarar que en su mayoría serían Isargas debido que es lo que me...