Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISH

El princeso y el costurero (Primera parte)

NOTA: ¿Alguien ha visto la película de Barbie "La princesa y la costurera"? Sí la viste pues decirte que de eso trata este capítulo y si no la viste, disfruta.
NOTA2: He cambiado un poco la historia

Hace mucho, mucho, pero mucho, muchísimo tiempo... No, así no era.

En un lugar lejano, muy lejano, pero muy lejano, lejanísimo, existió un reino dónde una reina tenía dos maravillosos hijos, pero un día el menor fue raptado y jamás se le encontró.

Fin

Naaaah, mentira la historia sigue.

-¿Simón? ¿Dónde estás? - Preguntó Juan Pablo Villamil buscando al príncipe pues se supone que debía estar tomándose las medidas para el traje para la próxima gala.

Caminó de arriba a bajo por el palacio hasta que le encontró en la biblioteca.

-Qué estúpido, claro que estaría aquí ¿Cómo no lo pensé antes? - Se regañaba en susurros Villamil mientras se acercaba al joven.

-Alteza. - Lo llamó y Simón levantó la mirada del libro que estaba leyendo.

-Hola Villa, ¿Qué ocurre? - Preguntó el de gafas.

¿Cómo que "Qué ocurre"? Se supone que debería estar arriba para tomarse las medidas. - Dijo Villamil y el príncipe rodó los ojos.

-Me cae feo la modista y Pedro cuando quiere es un poco pesado. - Se quejó Simón con un puchero y Villa sonrió de costado.

-Pero debe hacerlo . -Recordó el de ojos verdes consiguiendo que el otro soltara un suspiro abatido.

-Bien. - Aceptó.

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-¡MARTÍN! ¿DÓNDE ESTÁ LO QUE TE ENCARGUÉ HACE UNA HORA? - Gritó Martha Debayle.

-¡PUES HACIÉNDOSE! ¡¿USTED CREE QUE UN TRAJE SE HACE EN MEDIA HORA?! - Gritó Martín devuelta.

-¿¡QUE DIJISTE?! - Preguntó en un grito.

-¡LO QUÉ ESCUCHÓ! - Dijo Martín.

-¡PUES TE QUEDAS SIN PAGA! - Aseguró Martha.

-Mierda. - Susurró Martín.

Como estaba un poco enojado Martín salió a dar una vuelta por las calles y se quedó pensando que narices haría para cobrar está semana.

Andando andando decidió que se ganaría el sueldo cantando.

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Simón adoraba pasear por las calles de su pueblo, pensando en como podría ayudar a aquellos que habían sido afectados por la pobreza ya que las minas agotaron todos los minerales y quedaron cerradas.

Pero para ello primero debía casarse con un príncipe desconocido que en unos días vendría para poder conocerse y oficializar el compromiso.

De repente una voz llamó su atención, así que la siguió hasta encontrarse con un chico de cabello castaño recogido en un moño. Estaba cantando en mitad de la plaza central y un corro de gente le aplaudió cuando la canción terminó.

Cuándo el público se dispersó el joven se agachó a recoger algo y después cayó en la presencia de Simón.

-¿Puedo ayudarle? - Preguntó el chico al ver que Simón le observaba atentamente.