El hermano menor de mi amigo

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- ¿Podemos hablar?

-Claro, pero vayamos a otro lugar, no quiero interrumpirlos sin querer - respondió Martín.

Con sigilo los dos se marcharon del lugar, dejando así a Posamil a lo suyo.

Cuando llegaron a la zona central del parque se detuvieron y Martín se apoyó en un árbol mientras Juan Pablo se quedaba de pie a su lado.

- ¿De que necesitaba hablar? - preguntó Martín mirando a su amigo.

- ¿Está bien? - le preguntó Juan Pablo.

Martín se sorprendió ante aquella pregunta, pero igualmente respondió.

-Pues sí, ¿por? - contestó.

-Lo digo porque últimamente has dejado de venir a los ensayos y casi no le veo - comentó Isaza.

-Oh, no se preocupe, últimamente he tenido muchas cosas que hacer y me se descolocó mi horario - afirmó.

- ¿Entonces no tiene nada que ver con lo que le dije? - preguntó el más alto.

-No, yo ya sabía que me dirías que no, pero quería intentar deshacerme del sentimiento lo antes posible - respondió y Juan Pablo le miró fijamente logrando que empezara a sentirse incómodo.

- ¿Y lo lograste? - continuó interrogándolo.

Martín se puso nervioso pues la respuesta era 'no', pero no quería sentirse más humillado ante Isaza.

-Más o menos, he conocido a una chica y bueno... - empezó decir hasta que el brazo de Juan Pablo pasó cerca de su rostro para que este se apoyara en el árbol, quedando demasiado cerca.

Antes de que el menor pudiera protestar contra la intromisión del mayor en su espacio personal los labios contrarios apresaron los suyos en un beso rápido y un poco brusco que no duró mucho debido a que Martín apartó al otro de un empujón.

- ¿¡Pero ¿¡qué le pasa!? - le gritó molesto.

-Comprobado, no solo lucen bien - dijo Juan Pablo con una sonrisa, mirando los labios del menor.

- ¡Párate! ¡No puede hacer eso! - gritó Martín, pero aun así Isaza rodeó su cintura con sus brazos.

- ¿Qué pasa, pequeño? - preguntó con una sonrisita.

- ¡Se aleja o le daré un golpe! ¡Usted no puede ir predicando que ama a su novia y luego besarme como si nada! - lo amenazó.

- ¿Y si le digo que me gusta? - preguntó Isaza en un susurro a la oreja del menor logrando que este se estremeciera.

-Entonces eres como una moneda, con dos caras. - respondió Martín antes de darle un golpe.

En vez de molestarse Isaza continuó sonriendo, conociendo el carácter del hermano menor de su amigo y para que engañarnos, pareciéndole extremadamente atractivo.

-Iba a decírselo, pero con su tontería casi se me olvida - comentó Martín mientras empezaba a caminar de espaldas al mayor -. Mañana me iré de intercambio - le informó.

La sonrisa de Juan Pablo decayó y rápidamente se acercó al menor, agarrándolo del brazo y obligándolo a mirarle.

- ¿Cómo que se marcha? - preguntó Isaza frunciendo el ceño.

-Sí, es una buena oportunidad y me apetece, además no debería ni estar dándole explicaciones a usted - aseguró el menor.

Antes de que Juan Pablo reaccionara Martín se escapó de su agarre y se marchó de allí.

Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora