Take a break

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// Ship: Posamil // Tipo: Fluff // Palabras: 500 aprox. //

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Alejandro Posada llevaba mucho tiempo frente a su portátil trabajando, sería imposible decir por cuantas horas porque no lo sé, pero indudablemente eras más de las que se considerarían sanas y eso a Villamil no le hacía gracia ya que se preocupaba por la salud de Aleho y también porque Villa no había recibido atención ni mimos por parte de su pareja debido a estar mucho tiempo trabajando.

Villamil se levantó de su cama y caminó descalzo hasta la silla en la que estaba sentado su novio, al estar detrás de él apoyó sus manos en los hombros contrarios y empezó a darle un masaje, logrando así que el otro se relajara un poco.

-Aleho... – lo llamó y para su sorpresa este se giró un poco para mirarlo.

-¿Que ocurre, mi vida? – le preguntó.

Su voz era baja y arrastraba algunas palabras, se notaba a leguas el cansancio y la necesidad de un buen sueño.

-Lleva mucho tiempo trabajando, debería tomarse un descanso – propuso Villamil.

-Pero... – intentó excusarse, pero Villa lo besó, impidiéndole continuar continuar con la evasiva.

-Por favor, Aleho – insistió el de ojos avellana cuando se separó levemente de los labios del contrario.

El de ojos avellana empezó a repartir besos por el rostro del contrario consiguiendo así que Posada cerrara los ojos dejándose mimar por su pareja.

-Juan Pablo – susurró el nombre de su novio cuando este lo tomó de las manos para levantarle de la silla.

-Toma un descanso, está muy estresado – volvió a pedir el menor.

Alejandro abrió los ojos y abrazó por la cintura a Villamil apoyando su cabeza en el hombro contrario.

-Necesito terminar mi plan – afirmó Posada besando la mejilla derecha de Juan Pablo.

-Por favor, me preocupo por ti – continuó insistiendo el de ojos avellana separándose del abrazo aunque volvió a tomar la mano contraria y lo arrastró hasta estar más cerca de la cama -. Apenas puede mantener los ojos abiertos y tiene ojeras – añadió para argumentar su punto.

Alejandro suspiró profundamente y se dejó sentar en la cama mientras Villamil se sentaba en su regazo, abrazándolo.

-Mi amor – susurro Aleho posando una mano en la mejilla de su novio y este le besó la palma de la mano -. Tan bueno, tan amable, tan atento... No te merezco – añadió.

-Claro que lo haces, eres la mejor persona que conozco, mi querido chico – aseguró Villamil mientras se ponía de pie y lo tumbaba en la cama.

Llegados a este punto Alejandro no se resistía a las acciones de Villamil quien entendió esto como que el mayor se rendía y aceptaba lo que le pedía.

- ¿Puedes quedarte conmigo? – pidió Aleho tapándose con la sábana -. Si no tienes nada que hacer, claro – añadió rápidamente.

-Por supuesto, puedo quedarme tanto como hoy como siempre que me lo pidas – afirmó Juan Pablo.

El de ojos avellana se tumbó al lado de su novio y este rápidamente lo envolvió en un abrazo el cual Villamil no tardó nada en devolver.

-Ahora descansa, mi querido chico – susurró Villa para después besar la frente del mayor.

Lo último que Alejandro vio antes de caer dormido fue la amorosa mirada y la sonrisa amable de Villamil.

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¿Cómo va la cuarentena?

Sí sé que no he escrito mucho, pero no tengo mucha inspiración últimamente, pero no me he olvidado de mis historias

~Diana

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Sobre shipps de Morat y sus efectos secundarios y unas cuantas cosas más./FINISHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora