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Mi resignación es mi don, el tiempo que añadiste a mi condena no es mi derrota, porque yo soy una quimera, cuando yo existo tu dejas de existir. Nada te salvara de mi, no me veas aterrado porque si lo haces, yo iré por ti, el que no tiene miedo podrá pasar milenios sin verme, el que recorra los pantanos de la tristeza buscando su muerte se encontrará con que el ya no vale nada, no quiero más tristeza, las aguas de la vida están escondidas y yo nunca podré acceder a ellas, soy preso de tu condena que no merecía, vivo o muerto, no es la cuestión importante, soy aquel vacío del que no puedes escapar, soy el terror del que en la noche no te puedes tapar, soy aquel que ni pobre ni rico, logras huir de mi, ni logras sacarme de tus pensamientos, luchas en vano ante mi, pero cuando llegue, tu desapareces.

Silent wordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora