El vacío de este mundo ha consumido a nuestros hermanos y hermanas, los hemos olvidado a través del tiempo, no me da miedo decir que estoy mirando un precipicio lleno de gente preguntándose cosas que en mis 100 años de soledad nunca pensé, destinados a ese infierno, al bate de sombras en el que se encuentran atrapados entre sus recuerdos, escuchando voces que se fueron, viendo gente que no está, fueron ¿condenados o bendecidos? Mañana seremos olvidados, ayer fuimos venerados, hoy solo componemos un fango, sin cara y nombre, sin voz ni sentimientos, que ha olvidado su identidad, buscando la repuesta de su propia mente se encerró en buscar la de otros. Condenados a ver como el mundo avanza, mientras ellos olvidan su memoria, olvidan que en algún momento ellos era la sociedad que los olvidó, ¿Estas condenado a ello? Bienvenido al valle de la sombras, olvida tu nombre y tu memoria, porque hoy eres esclavo de tu propia mente.
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Silent words
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