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En las cierras y montañas, en ríos o pantanos, en frío o calor, los bosques aguardan silentes por alguien o tal vez por algo.

Y en los valles y montañas una niña de tan solo 10 años caminaba al lado de un río que no parecía tener fin ni inicio, tal vez estaba buscando su hogar o tal vez estaba buscando comida, pero cualquiera que fuera su meta, se vio interrumpida por ver algo en el agua, en un tramo del río extrañamente calmado, una figura blanca como el marfil y brillante como las gemas; rápidamente la niña se quitó los zapatos y un gorro que cubría sus cabellos color carmesí y oscurecía sus ojos azules, y se lanzó al río. El agua era cristalina y parecía que el chapuzón de la niña de no más de 11 años, afectará y sin perder el foco en esa figura la tomó con los puestos después con sus manos; el objeto era particularmente pesado, raro debido a su tamaño, al sacarlo del agua de dio cuenta que era un colgante con forma hexagonal que al salir del agua el centro se volvió brillante sin ser cegador y de los bordes de un gris pesado. La niña mientras veía esta rara transformación, no se percató que el nivel del río se elevó llevándosela por la corriente, en principio temió por su vida, una niña pequeña contra la fuerza de un río era una pelea muy injusta, sin embargo, ese lugar en el que estaba se movía lenta pero constantemente con la corriente y ella se encontraba como flotando pero no podía salir simplemente su cuerpo no respondía a sus ordenes. Conforme se movía con la corriente, el panorama se volvió más insólito, árboles que dejaban de extenderse, pastos más verse oscuro, diversidad de vegetación menor hasta que, contrario a lo que se creía posible, la corriente comenzó a ascender una montaña, que a pesar que seguía haciendo frío, ella no lo sentía, incluso cuando el agua en los bordes del río se congelaba, a su pequeño alrededor no lo hacía, y a más altura el paisaje era desértico pero bellísimo, picos llenos de blanca nieve, formaciones rocosas de todo tipo incluso algunos parecían tener cara, la exploración término de repente, cuando llegaron al nacimiento de agua, ella salió nuevamente a la superficie, sintió sus pies helados, quiso entrar de nuevo al agua solo que esta era de hielo extremadamente duro, ella tan solo siguió caminando en la dirección del río pero se cansaba más y más, la nieve virgen era difícil de caminar, no pudo más y se derrumbó en el piso.

Las montañas de pedernal no eran consientes de la existencia de lo demás solo lo que ellos podían sentir, y sintió que ese alguien o algo estaba en peligro.

Estaba en estado seminconciente, si sabía que sucedía pero escuchaba aullidos desde muchos lados pero estos sonaban raro, como un constante raspar. No supo cuánto tiempo paso pero estaba rodeada de lobos, lobos de pedernal, era su fin o más bien hubiera sido, porque solo vio como se desviaron para atacar al rato, nuevamente no supo cuánto había transcurrido, pero estaba en un lugar distinto, una cueva cálida, cuando echó una mirada rápida al cuarto se dio cuenta de una ropa que había en una silla de piedra pero color madera, ella se levantó y tomó la ropa, bastante rígida y fría, pero el interior era de una seda suave pero que de alguna manera conservaba el calor dentro de la misma, cuando se visto salió por una puerta de piedra color madera. La vista no era rara, era rarísima, en un fuego verde estaban cocinando un lobo de pedernal, aunque su padre había cazado uno y se lo enseñó a ella, este no solo era más grande, si no que estaba hecho de rocas, se acercó y paró en seco:
-No te lo comas- dijo un hombre que parecía hecho de acero, no tenía un centímetro sin metal en el cuerpo -han venido demasiados humanos al mundo de los sueños
–¿El mundo de los sueños?
-Es está tierra, tan solo esta semana han venido cuatro
–¿Cómo se llega aquí?
-Depende de a donde llegues
–Por ejemplo ¿Aquí?
-Cuando encuentras el corazón del pantano
–¿Entonces estoy soñando?
-No, esto es la vida real, solo que en este mundo de los sueños no pasa el tiempo como en el tuyo
–¿Pero como es posible?
-Todos los humanos preguntan mucho, eso no importa, lo importante es que ya llegaste
–Entonces ¿quien eres tú?
-No soy alguien soy algo
–¿Por qué?
-¿Le llamarías a una piedra por su nombre?
–Tienes razón pero estás vivo
-Eso no lo sabes con certeza
Ella meditaba de todo lo que ese ser le decía y arrojó una pregunta al aire
–¿Cómo me voy de aquí?
-Té tardaste en preguntar
Eso se sentó en un sillón de roca color madera y comenzó a hablar de nuevo
-En el mundo de los sueños vienes porque hay algo que tienes que hacer, y en mis años de existencia solo han venido un puñado de humanos a donde vas tú
–¿Dónde?
-A El bosque, lo único que está realmente vivo en esta parte del reino
–¿Para qué?
-No lo se, pero el humano que va a El bosque nunca regresa igual
–Entiendo ¿como llegó?
-Camina para hacer caminos
El hombre de acero se levantó y le dio algo que parecía pan rojo y le dijo
-Aprovéchalo bien, viene de muy lejos.
Acto y seguido ella partió hacia algún lado, la nieve determinaría su destino.

El bosque vociferó tan fuerte como puede vociferar un bosque, finalmente su salvadora se acercaba, si es que nadie la distraía, la cordillera del fuego no era un lugar sencillo de explorar.

Silent wordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora