Capítulo 17

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Estaba arreglando mi bolso para ir a entrenar cuando Kate entró rápidamente a mi habitación. Estaba algo agitada, quizá había corrido.

La miré confusa.— ¿Qué pasa?

— Tu mamá llamó a Caden para que te llevara.— me informó de inmediato.

Ya íbamos a llevar cuatro días sin hablarnos, ya que nos ignorábamos en la universidad. Creía que podíamos durar al menos una semana, pero al parecer mamá se esforzaba mucho para que pasáramos casi todos los días juntos. Si supiera que lo único que hacíamos era discutir, ni siquiera la pasamos bien.

— ¿Por qué lo llamó?— pregunté cerrando mi bolso.— Doy por hecho que me va a ignorar todo el camino, hasta que yo le hable.

— Por eso no le hablarás, aunque él lo haga.— dijo Kate con una sonrisa.— Caden es de los chicos que le gusta la atención y en especial de una chica. Solo ignóralo y verás que pasa.

¿Que le gustaba la atención? Le encantaba

Kate me estaba ayudando demasiado con Caden, pero no entendía a qué quería llegar con sus consejos.

— Ok.— asentí con la cabeza.— ¿Y si se enoja?

— Ignóralo.— dijo con simpleza.— Ese es el punto, que se enoje.

¿Por qué? 

Dicho eso se fue dejándome sola en mi habitación, nuevamente con mil dudas en mi cabeza. Me puse el short deportivo junto con el sujetador y un chaleco abierto.

— Sophie.— escuché a mamá.

Tomé mi bolso y bajé las escaleras rápidamente, entré a la sala y vi a Caden junto a mamá. Caden me miró de pies a cabeza muy serio, como lo imaginaba. En su rostro no había expresión, estaba neutro.

— Mamá, puedo ir sola.— dije intentando sonar amable.

— No, Caden se ofreció a llevarte.— dijo mamá.

¿Por qué tenía que mentir?

Giré los ojos y salí de la casa sin decir nada, Caden abrió las puertas y subí al jeep. Y como lo predije, me ignoró todo el camino al polideportivo, ni siquiera nos miramos una maldita vez. Se estacionó y bajé sin despedirme. Entré y saludé a cada una de las chicas, las cuales me preguntaban por Caden.

No sé que parte de: Caden es mi novio, no entendían.

El entrenador no tardó en llegar a mi lado. Tenía un ojo un poco morado y una bendita en la mejilla. Caden le había dado la paliza de su vida y siguía acercándose a mi.

— Hola, Sophie.— sonrió.— ¿Puedo hablar contigo?

No teníamos nada de qué hablar y si lo hacíamos sería incómodo.

Negué con la cabeza.— No, no creo que sea posible.

— Por favor, solo quiero hablar.— pidió.

— Ya dijo que no.— habló Caden atrás de mi mientras ponía sus manos en mi cintura y pegaba su pecho a mi espalda.— Vete antes de que te deje el otro ojo morado.

El ambiente se volvió tenso. Pensaba que Caden se iría, pero estaba claro que se encontraba aquí por Brent. El entrenador me miró y se dio la vuelta sin decir nada. Las chicas se acercaron a Caden y lo saludaron todas con un beso en la mejilla muy emocionadas, como si fuera la gran cosa, claramente Caden lo disfrutó. Mientras ellas hablaban con él, fui a amarrar mi cabello y mis zapatillas. Solo quería admitirle a todo el mundo que me sentía algo molesta al ver a las chicas tan cerca de él, pero no le podía reclamar nada.

Prácticamente Vendida ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora