Prácticamente Vendida ✔

Capítulo 22

Toda la universidad estaba emocionada y feliz a la espera del gran juego. Habían esperado mucho para que comenzara el campeonato de fútbol y todos iban a apoyar al equipo. El establecimiento estaba decorado con los colores de la universidad, habían carteles, la gente estaba con la polera del equipo y silbatos para hacer el mayor ruido posible. Las gradas no se demoraron en llenar, en pocos minutos estaba repleta con espectadores de los dos equipos. Brenda nos dijo todo lo que íbamos a hacer, todas tomamos nuestros pompones y ensayamos una vez más. Me encontraba algo nerviosa, hace tiempo no animaba un juego y no recordaba la sensación de estar bailando frente a muchas personas. Íbamos caminando al campo cuando Caden me detuvo, no habíamos hablado desde anoche, ya que se fue antes de que yo despertara.

— Necesito un beso de buena suerte.— ya estaba con su uniforme viéndose imponente.

— Y yo quiero saber por qué te fuiste sin avisar.— crucé mis brazos.

Puso una mano en mi mejilla.— Lo siento, mi padre me llamó y tuve que correr. Estuve con él todo el día.

Me puse de puntillas y dejé un beso en sus labios.— Ok, pensé que estabas...

Intentando matarte.

— Tranquila.— sonrió.— Prometo que no volverá a pasar.

Dejé otro beso sobre sus labios y di la vuelta para ir donde estaban las chicas. Presentaron a los dos equipos, eligieron quién iba a partir y comenzó el juego. Todos gritaban de emoción, al igual que nosotras. El balón llegó a las manos de Caden y comenzó a correr, era muy rápido, tanto que no podían alcanzarlo. Llegó a la zona de anotación y dejó caer el balón provocando que todos en las gradas saltaran.

— Hoy cogemos.— dijo Brenda con una gran sonrisa a sus amigas.

Intenté sacar eso de mi cabeza, pero en todo lo que transcurrió el partido hacía eco. Faltaba poco para el medio tiempo y los equipos iban muy parejos, pero nuestra universidad iba ganando. Ya comenzaba la jugada de la universidad, Caden le lanzó el balón a un jugador para el correr adelante de él. Cuando el balón regresó a sus manos un chico del equipo rival se lanzó encima de Caden muy fuerte provocando que los dos cayeran al suelo.

— ¡No!— gritó brenda y corrió hasta donde Caden, el cual venía llegando a la banca.

Ella tomó su rostro e hizo que la mirara. Le dijo algo que no pude escuchar y él asintió con la cabeza para luego sentarse. Brenda volvió donde sus amigas con una enorme sonrisa.

Me senté al lado de Caden el cual me sonrió.— Estoy bien, solo fue un pequeño golpe.

— No, venía a preguntarte cómo se llamaba el chico que se lanzó encima de ti.— mentí.

Me miró y frunció el ceño.— No lo sé.

— Estoy bromeando.— reí y lo empujé suavemente.

— Eso espero.— disimuló una sonrisa.

El silbato sonó y el primer tiempo terminó. Caden dejó un beso en mi frente y fue con su equipo hasta los vestidores. Nosotras estuvimos haciendo un par de coreografías para entretener a las personas mientras los jugadores descansaban y preparaban sus próximas jugadas. Después de unos minutos los jugadores salieron de los vestidores y volvieron a jugar.

Debo admitir que Caden si era muy bueno, apenas el balón tocaba sus manos corría lo más rápido posible y con mucha habilidad esquivaba a todos. Cada vez que hacía un punto en las gradas hacían la "ola" para celebrar, era genial, todos amaban a Caden. Hizo el último punto y el silbato dio por finalizado el partido. Todos saltamos de alegría y entramos al campo para felicitar a los jugadores. Caden corrió hasta a mi mientras me sacaba el casco y me abrazó por la cintura.