Capítulo 33

1.2K 91 1
                                    

Caden y yo nos quedamos en silencio sin movernos por varios minutos después de que nuestras madres se fueran. Yo me vestí mientras mi novio miraba la nada, él estaba tan impactado como yo por lo que acababamos de ver. Nos subimos a su jeep y condujo lentamente mirando directo a la carretera. Todo era confuso y no sabía ni qué pensar al respecto. Se detuvo afuera de mi casa y apagó el motor de su vehículo.

— No le digas nada a tu padre.— murmuró aún sin mirarme.— Eso es algo privado y ellas deben decirnos.

— Ok.— abrí la puerta.— Nos vemos mañana.

— ¿No te vas a despedir?

Giré y le di un beso.— Adiós, amor. Me envías un mensaje cuando llegues a tu casa.

— Lo haré.

Bajé y abrí la reja para entrar a la casa. Caminé por el sendero de piedras casi arrastrando mis pies hasta llegar a la puerta, apenas la abrí vi a Kate.

— Hola.— me saludó con una enorme sonrisa.— Tus padres están en la sala.

Dicho eso se perdió de mi vista. Fui hasta la sala y ahí estaban, cada uno sentado en un sillón, tomados de la mano y viendo sus celulares. A simple vista se veían como un matrimonio lindo y feliz, pero la realidad era uno lleno de oscuridad y repleto de tristeza.

— Por fin vuelves a casa.— dijo mamá apenas me vio.— Ayer Caden tuvo que enviarme un mensaje para saber dónde estabas.

— Si, lo siento.— murmuré.— Hoy estuve todo el día con él. ¿Y ustedes qué hicieron?

Papá bajó el celular para mirarme.— Estuve trabajando todo el día. Llegué hace unos minutos.

Mamá ni siquiera me miró.— Estuve la mayor parte del día en casa. Pero salí hace unas horas con Jenni, me mostró un spa muy bueno.

¿Eso venía incluido en el motel?

Solo quería decirle a papá, pero debía hacerle caso a Caden. Esta situación era privada y nosotros fuimos unos entrometidos, en especial yo. No podía mirarla a los ojos sin recordar la escena cuando ella besó a mi suegra, así que me despedí de ellos y fui directo a mi habitación para procesar todo lo que sabía.

Al principio me dije: Quizá solo fue producto de tu imaginación, pero no, al día siguiente Caden y yo hablamos de lo sucedido confirmando que todo fue real. Pasaron un poco más de dos semanas y Caden y yo no habíamos vuelto a hablar del tema. Sabía perfectamente que eso todavía rondaba por su cabeza, pero no decía ni una palabra de eso. Los dos actuábamos normales con nuestros padres y nuestra relación iba excelente, parecía como si todo estaba bien, pero no era así.

Nos encontrábamos cenando con nuestros padres en uno de los restaurantes que visitábamos frecuentemente con ellos. Estábamos sentados en parejas y todos hablábamos muy normal, pero no podía evitar mirar a mi mamá y a la señora Morgan, ellas lo ocultaban muy bien.

— ¿Así que ya son novios?— preguntó mi padre.

— Si.— contestó Caden.— Le pedí ser mi novia unas horas antes de mi cumpleaños.

— Que tierno.— dijo Jenni mirándonos con una sonrisa.— Nosotros les tenemos una noticia.

Caden y yo nos miramos un momento, yo pensé que ella confesaría su infidelidad, pero quité rápido esas ideas de mi cabeza y solo sonreí.

— La boda se adelantó por motivos privados.— mencionó el señor Morgan.— Se van a casar dentro de tres meses.

Contuve el aire y no me atreví a responder nada. Caden y yo nos casaríamos más rápido de lo que esperaba y eso me pilló totalmente desprevenida, ya que nosotros solo sabíamos que algún día nos casaríamos, nada más.

Prácticamente Vendida ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora